Luis Velázquez / Escenarios
17 de enero de 2017
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La LXIV Legislatura aprobó el presupuesto de la Yunicidad para este año. Más de cien mil millones de pesos, en que la educación, la salud y la seguridad son privilegiadas. Ahí, los grandes pendientes sociales de un Veracruz pródigo en recursos naturales, pero en la pobreza y la miseria. Seis de cada 10 habitantes en la jodidez documenta CONEVAL.
Para educación, el más alto presupuesto. 39 mil 508 millones 961 mil 230 pesos.
Enfrente, los rubros álgidos:
La baja calidad educativa. Veracruz, en el sótano nacional, aun cuando, claro, primer lugar en “El querreque” y en “El tilingo lingo” que tanto alardeaba Adolfo Mota, el diputado federal sumido al góber azul.
Lo peor: 600 mil analfabetas de 14 años de en adelante.
Un millón de habitantes con la escuela primaria inconclusa.
Otro millón con la secundaria a medias.
600 mil con el bachillerato sin terminar.
De cada cien egresados de la primaria únicamente diez llegan a la universidad y sólo uno se titula.
Cierto, la mayor parte del presupuesto se va en salarios, incluidos los 9 familiares que Motita tenía en la nómina, entre ellos, su esposa, su hermana, su cuñado, tres primos y las esposas de los tres primos, con salarios de hasta 31 mil pesos mensuales, y que Enrique Pérez Rodríguez ha soslayado.
Pero al mismo tiempo, si por ejemplo, un pendiente terrorífico son los 600 mil analfabetas, ningún anuncio al momento, 48 días después de la Yunicidad, de un operativo para enseñar a leer y escribir a tal población.
Y más, porque a los gobernadores anteriores les han valido los analfabetas.
Ha de mirarse el tiempo de José Vasconcelos en la secretaría de Educación, con álvaro Obregón presidente, cuando lanzara un programa estelar para enseñar a leer y escribir y se leía y escribía hasta debajo de los árboles, en un operativo donde participaran todos los maestros y estudiantes.
Ha de mirarse a la Cuba de Fidel Castro en que la alfabetización fue el primer cometido de la revolución.
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La secretaría de Salud ejercerá 6 mil 593 millones 581 mil 9 pesos, la salud, segunda en importancia en la Yunicidad.
Partirían, digamos, de un principio básico, inalterable: un pueblo enfermo, condenado al ostracismo. La salud pública como tema prioritario.
Y más, luego del huracán duartiano en que se fregaron, además del erario para la educación, el dinerito para la salud.
Ya se verá, no obstante, si los programas de salud llegan a las regiones indígenas y campesinas, donde más lo necesitan.
Por ejemplo: hay en Veracruz 800 mil ancianos, y en tales regiones, la mayoría, sin seguridad social.
Los niños se duermen en el pupitre en el salón de clases con las tripas chillando de hambre, pero también, por la anemia y la desnutrición.
Son legendarias las caminatas en la sierra con enfermos que son cargados en una silla colgada al hombro de un vecino trasladados a pie a la clínica más cercana.
Clínicas con médicos y enfermeras pero sin medicinas, y/o al revés.
Cierto, las ciudades urbanas concentran el servicio hospitalario y ha de atenderse porque son el destino de las regiones indígenas y campesinas.
Pero muchos también se quedan en el campo y en la montaña, porque, incluso, ni siquiera tienen dinerito para el viaje.
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La secretaría de Seguridad Pública ejercerá tres mil 737 millones de pesos en un Veracruz con carteles, cartelitos, delincuentes comunes, secuestros, desaparecidos, asesinatos, fosas clandestinas, robos y saqueos.
Y lo peor: con narco/policías, muchos acusados de desaparición forzada desde el duartazgo, pero sin que nadie conozca el resultado y ninguna duda existiría de que todos los casos quedaron en la impunidad.
Grave la deficiente calidad educativa y de salud, pero igual, la inseguridad en la vida cotidiana y en los bienes, pues constituye, además, el renglón número uno del llamado Estado de Derecho.
Un dato: en los primeros 31 días de la Yunicidad 50 desaparecidos consignados en la página web de la Fiscalía.
Otro dato: todos los días las páginas de algunos medios se llenan de sangre, terror y miedo.
Otro dato: de vez en vez publican boletines de una banda de secuestradores detenida, pero al mismo tiempo, los plagiarios de multiplican como la humedad y los conejos.
Grave pendiente, y más si se considera que desde Patricio Chirinos Calero, 1992/98, Veracruz es rehén de los malandros, iniciado, entonces, con José Albino Quintero Meraz, quien muchos años después fue detenido y encarcelado en el penal de Almoloya, liberado ya por cierto.
Otro dato: Javier Duarte tiene orden de aprehensión de la Procuraduría General de la República, PGR, por 5 delitos, dos de ellos, delincuencia organizada y lavado de dinero.
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Dado el pasado inmediato se dirá que si el presupuesto anual es de más de cien mil millones de pesos, “a ojo de buen cubero”, el diezmo son cien millones de pesos y el doble diezmo doscientos millones.
Más todavía si parte del presupuesto se pone a sudar en el mundo bursátil.
Y si, por ejemplo, la obra pública se otorga fast track a una constructora afín, incluso, hasta propia, con prestanombres que, bueno, así operaba en el duartazgo y en el fidelato, como el caso de Érick Lagos Hernández y Jorge Carvallo Delfín, quienes como secretarios particulares de Fidel Herrera Beltrán solían recibir el diezmo de los ingenieros y arquitectos favorecidos con la infraestructura.
