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Expediente 2018: Un político ante la historia

El Piñero


Luis Velázquez

31 de enero de 2018
La política en Veracruz ha ganado un capitán. Se llama Juan Vergel Pacheco. Fue perredista y ahora es morenista. Y como presidente del CDE del sol azteca fue satanizado por Javier Duarte y los duartistas. La vocera María Georgina Domínguez Colio, presa de Miguel Ángel Yunes Linares en el penal de Pacho Viejo, lo hizo cachitos en los medios. Más cachitos lo hizo el diputado federal, Érick Alejandro Lagos Hernández, vía Rogelio Franco Castán, en el CEN. Más pedacitos lo hizo Jesús Ortega, uno de los dueños, “Los chuchos”, del viejo y matusalémico partido de izquierda, cuando lo citara en las oficinas centrales en la Ciudad de México, y le dijera:
–Estorbas mi proyecto político.
–¿El proyecto político del PRD? le preguntó Juan Vergel.
–No, mi proyecto.
Y el proyecto de “Los Chuchos” era el mismo que el de Javier Duarte. Y de Érick Lagos. Y de Jorge Carvallo. Y el de Gina Domínguez.
Y entonces, se lanzaron con todo en contra de Vergel Pacheco hasta que lo tumbaron del CDE.
Y comenzó la era del PRD rojo con Rogelio Franco al frente, al mismo tiempo que el tiempo del PAN rojo con Enrique Cambranis al timón.
Don Juan Vergel inició su exilio en Veracruz. Bajo perfil. Chambeando como asesor político de los pocos, escasos amigos encumbrados.
Sociólogo de profesión universitaria, convencido de que la izquierda, la izquierda pura, la izquierda honesta, la izquierda de los pobres y de “los pobres entre los pobres” es la buena nueva, desertó del PRD y años después, como san Pablo camino a Damasco, encontró su camino.
Fue al lado de MORENA, con AMLO, tiempo en que además se reencontrara con su antiguo condiscípulo en la Facultad de Sociología de la Universidad Veracruzana, UV, Manuel Huerta Ladrón de Guevara.
Ahora, señor de señores, honesto “a prueba de bomba”, decente, respetuoso de la dignidad humana, mesurado y reposado, conciliador, dialogante, prudente, Juan Vergel es un marinero más en el barco de Hipólito Rodríguez, el primer presidente municipal de MORENA en Xalapa.
Y sus viejos detractores enfrentan la vida de la siguienta manera:
Javier Duarte está preso en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México.
Gina Domínguez, en el penal de Pacho Viejo.
Érick Lagos y Carvallo, azorrillados, sumisos y sumidos ante el gobernador Yunes para evitar dormir en Pacho Viejo.
Rogelio Franco es secretario General de Gobierno.
Y “Los Chuchos” para salvarse, aliados del PAN y el Movimiento Ciudadano.

PEORES MOMENTOS

Vergel Pacheco se desempeña como titular de la Unidad de Desarrollo Político, de reciente creación, en el Ayuntamiento de Xalapa.
Su apostolado es claro: generar las condiciones sociales para atender las demandas de los grupos organizados que diariamente acuden al palacio municipal demandando atenciones de la presidencia que encabeza el doctor Hipólito Rodríguez, académico de la UV.
Y es que Xalapa, la capital de Veracruz, la sede de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, padece viejos y diversos rezagos sociales que han propiciado el crecimiento de organizaciones vecinales y gremiales, algunas genuinamente independientes y otras con vínculos partidistas que demandan apoyos de todo tipo.
Político de izquierda, Vergel está dedicado de tiempo completo a promover el diálogo con los distintos activistas y liderazgos sociales  para abonar a la gobernabilidad en el municipio.
Y, al mismo tiempo, para mostrar y demostrar la capacidad de respuesta del gobierno municipal ante la protesta social, cualesquiera sea su naturaleza.
Y solo, como en el caso, cuando hay un político sensible a las mejores causas comunes, más allá de las pasiones desaforadas por el poder político en sí mismo, se puede empujar el arca de Noé.
Y más en un tiempo borrascoso y difícil que atraviesa Veracruz.
Peores momentos sociales, con la inseguridad, la incertidumbre y la zozobra por delante. El tiroteo y la matanza en el bar “La Bartola”, por ejemplo.
Peores momentos económicos, con el desempleo, el subempleo, los salarios de hambre y la recesión. Cientos de negocios quebrados y cientos de casas en venta en Xalapa, tal cual, en el resto de Veracruz.
Peores momentos de esperanza, cuando desde la yunicidad el único objetivo es heredar la silla embrujada de palacio al primogénito y cuando de ñapa hay una Fiscalía convertida en la fiscalía del resentimiento, el odio y la venganza.

EL PRD ROJO Y AZUL

Fue el duartazgo tiempo siniestro en contra de don Juan Vergel.
Por ejemplo:
La vocera Gina Domínguez, quien ahora se proclama una política honesta, cien por ciento honesta, fue cruel.
Todo el aparato gubernamental lo puso en contra.
El 99 por ciento de la prensa escrita y digital se fue en contra suya como si fuera uno de los males de la caja de Pandora.
Los texto/servidores fueron descarnados, crueles, bárbaros, implacables en su contra.
El operativo mediático de la vociferenta Gina fue aplaudido sin reserva por Duarte y Érick Lagos, el compañero estudiantil en la facultad de Leyes de la UV de Rogelio Franco Castán, quien reía y se burlaba y pitorreaba de Vergel Pacheco.
Simple y llanamente, lo pusieron contra las cuerdas y cuya pesadilla terminara cuando el impoluto, ajá, Jesús Ortega le exigiera la renuncia.
Por desgracia, su dimisión al PRD descarriló el prestigio que le había dado cuando, por ejemplo, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano preguntara si al PRD de Veracruz le llamaban “PRD rojo” por sus principios firmes al socialismo del mundo y le contestaran con hechos y argumentos que era un “PRD rojo”, porque estaba al servicio de Fidel Herrera Beltrán, primero.
Y luego al servicio de Javier Duarte.
Y ahora al servicio del gobernador Yunes y su proyecto político familiar.

BÚSQUEDA DEL BIEN COMÚN

Juan Vergel es la ortodoxia en la política.
Tranquilo, reflexivo, mesurado, con larga y sólida trayectoria en la izquierda, jamás ha sido acusado de negocios turbios a la sombra del poder como por ejemplo, Javier Duarte, Gina Domínguez, Érick Lagos y Rogelio Franco Castán.
Abierto al oleaje de la pluralidad, político de su tiempo, arrasado en el ojo del huracán, mientras los otros se han depreciado en política, él se ha mantenido y va en ascenso.
Y si ha sido ubicado en la Unidad de Desarrollo Político se debe a que es un extraordinario operador, respetado y respetable.
Y aun cuando como todos los políticos bien pudo soñar con un puesto de elección popular, la vida le ha enseñado a ser un soldado y un soldado que cada vez se esmera por ser el mejor.
Durante muchos meses, años, toreó la adversidad que le llegó desde su antiguo partido en alianza con el Estado. El Estado duartiano. El Estado saqueador.
Ahora, superada y rebasada la tormenta, sirve a Veracruz con epicentro en Xalapa buscando sumar voluntades alrededor del bienestar común.

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