Carlos Tirado
Juchitán de Zaragoza, Oaxaca.- La sangre por hechos violentos, sigue corriendo por las calles de este municipio istmeño.
Las ejecuciones son el pan de cada día, los asaltos a ciudadanos, a negocios establecidos, los robos a casa habitación, robo de vehículos y una serie de delitos que se cometen diariamente a cualquier hora del día o de la noche sin que las autoridades garantes de la seguridad pública, consignen a los responsables.
Los grupos delincuenciales y los hampones solitarios, actúan con toda impunidad, sin temor a ser detenidos ante la incapacidad o la complicidad de los cuerpos de seguridad.
El miedo de los ciudadanos juchitecos va en aumento, creciendo los grupos de autodefensa en las colonias y barrios y los visitantes poco a poco se van alejando.
El comercio se desmorona, las ventas caen ante el temor de la gente de acudir a Juchitan a hacer sus compras como a antaño, por doquier ya se ven locales comerciales vacíos con el letrero “se renta” sin que nadie los tome, ya que instalar un negocio en Juchitán representa doble riesgo, el de ser asaltado o de no vender nada por la poca afluencia de clientes, la economía se va al carajo y los delincuentes cada día surgen mas.
Hace apenas unos días la cuñada de un líder de la Cocei Leopoldo de Gyves fue asesinada, familiares, amigos, vecinos y demás realizaron una marcha para demandar seguridad “ni una más” señalaba la manta no obstante hoy se amanece con la respuesta de la delincuencia y si hay otra más.
Una femenina fue herida a balazos en la colonia Lorenza Santiago de la séptima sección de Juchitán.
La mujer recibió dos impactos de proyectiles de arma de fuego, fue auxiliado por cuerpos de emergencia que la trasladaron con vida a una clínica particular.
Mientras las autoridades municipales enfrascadas en conflictos con grupos mercenarios de la política que buscan llevar agua a su molino y obtener beneficios personales y de grupo, nada hacen y se concretan a echarle la culpa a las autoridades estatales y federales de no apoyarlos, y que a pesar que han proclamado con bombo y platillos “operativos” contra la delincuencia se ha visto que sólo son pastillitas para un cáncer que corroe las entrañas de la sociedad en Juchitán y en todo el istmo.
No hay investigaciones reales, los agentes estatales de investigación se concretan a abrir el legajo correspondiente y guardarlo en la gaveta del olvido ante el cúmulo de hechos y la falta de personal y equipo además de capacitación.
Cuantas muertes más hay que esperar para que en realidad se haga algo relevante y se actúe contra los delincuentes?
Mientras tanto, si no tiene algo urgente que hacer en Juchitán, no vaya y si es de esta localidad trate de no salir y protejase en su domicilio no se vaya a ahogar en el río de sangre que sigue inundando Juchitan.