Antioxidantes, vitaminas, fibra y minerales para tu salud.
Te decimos cómo empezar a comer sano de forma sencilla. Tal parece que los días lunes se relacionan con la dieta; se trata del día con que comienza la semana y con el que muchos comienzan a cumplir sus objetivos, por ejemplo el de comer “mejor”, sin embargo, ¿cómo empezar a comer sano?
De acuerdo con la Fundación Española de la Nutrición (FEN), vivir en una sociedad como la de hoy en día, genera una obsesión por la imagen y el culto al cuerpo que ha invadido todo ámbito publicitario. Es precisamente el deseo hacia esa imagen o ideal de belleza corpóreo la que puede conducir a extremos que producirán severos daños en la salud.
Cómo empezar a comer sano: intercambia alimentos
En la búsqueda de “lucir mejor”, “ser más delgado”, “ser musculoso” o “verse como tal…”, algunas personas utilizan métodos poco seguros y que no son recomendados por ningún especialista de la salud.
Ejemplo de esto son las dietas extremas o adelgazantes, las dietas milagro, los alimentos milagro y los productos y pastillas “mágicos”. Se ha relacionado peligrosamente la salud con la belleza.
Cómo empezar a comer sano. Por ello, una buena manera para empezar a comer sano es el pequeño “truco” de intercambiar alimentos; los alimentos nutritivos y frescos siempre serán la mejor fuente de nutrientes y en cantidades adecuadas son la opción ideal para lograr una alimentación saludable, sencilla y sostenible.
Te decimos 5 alimentos que puedes intercambiar para obtener más nutrientes en tu cuerpo, sentirte mejor y evitar enfermedades como el sobrepeso y la obesidad:
- Helado por paleta de hielo helada. En la época de calor puedes caer en la tentación de elegir un helado; este aporta 415 calorías que provienen básicamente de azúcar y grasa.
En cambio, una paleta de hielo helada puede ser tu mejor postre y si la elaboras en casa es mejor; aporta 95 calorías y si está hecha con frutas o verduras también aportaría fibra y vitaminas.
- Refresco por agua natural. Parece la recomendación más sencilla y obvia pero resulta el intercambio más complicado para muchos.
Si te cuesta mucho trabajo, puedes empezar por intercambiar el refresco por agua de frutas hecha con agua mineral.
- Dulces por fresas. Si estás en la oficina o en casa y tu mayor tentación son los caramelos y chocolates, mejor lleva contigo frutas que puedas tomar entre tus dedos como fresas, frambuesas o uvas.
Tu nueva botana será rica en antioxidantes, vitaminas, fibra y minerales.
Otros alimentos a intercambiar…
- Pasta común por pasta de verduras. La pasta de harina común puede ser sustituida por pastas elaboradas por ejemplo de calabaza, chícharo o zanahoria. Otra opción es elegir la pasta integral.
- Arroz por quinoa. Esta opción es la más costosa de todas debido a que la quinoa es un alimento en tendencia que aporta proteína, fibra y es de bajo índice glucémico, comparado con el arroz.
Como extra intercambia aderezos cremosos como la mayonesa por aguacate.
¿Salud y belleza? Un estudio publicado por la Universidad de Harvard y publicado en la revista Current Biology, reveló que el atractivo, es el resultado de experiencias personales que resultan únicas para cada individuo, es decir, la belleza está en ojos del que la mira y no todos miramos lo mismo.
Rompamos esquemas e ideales de belleza que generan insatisfacción con nuestro cuerpo y ponen en riesgo la salud.
Comienza a aceptarte y encontrarás la verdadera belleza.
Con información de https://sumedico.com/como-empezar-a-comer-sano/