Barandal
Veracruz.-
PASAMANOS: Si el pasado inmediato antecede al presente, entonces, los derechos humanos y la seguridad en la vida y en los bienes de la población están descarrilados. Por ejemplo, el año anterior fue uno de los más violentos de la década con más de 28 mil desaparecidos y 19 mil homicidios dolosos.
Y en medio, los carteles y cartelitos como “los señores de horca y cuchillo”, dueños que son y han sido de la vida cotidiana.
Incluso, con pueblos sometidos a un Estado de Sitio donde apenas anochece las familias se concentran en sus casas en tanto las calles y avenidas se vuelven las más solitarias y terroríficas del mundo.
El país arde. Y por añadidura, también Veracruz con un dato escalofriante: durante el duartazgo, asegura la Fiscalía, los desaparecidos llegaron a cinco mil.
Pero el destino suele alcanzar a todos. Y como la mayoría de los cinco mil fueron dejados en la impunidad y en la opacidad, entonces, la carga histórica se revierte para el Fiscal de la Yunicidad, encargado según la ley de hacer justicia.
El Fiscal, sin embargo, dice que lanzarán una plataforma para localizar a personas desaparecidas, algo así, digamos, como a la Change.org, un sitio web para nutrirse de información y para ver si localizan a las personas reportadas como ausentes.
Pero…pero rara ocasión una golondrina anuncia el verano, que puede.
Y es que más allá de plataformas conocidas y exploradas por todos, la tarea es mayúscula.
Los familiares y los muertos según Juan Rulfo en Comala sólo encuentran la paz cuando se aplica la justicia, y en el caso, los asesinos físicos e intelectuales son detenidos.
Así, nada, absolutamente nada indica la posibilidad en el nuevo gobierno, con todo y el Fiscal para el caso que tanto irritó a la diputada Maryjose Gamboa.
Y menos cuando en la Comisión Estatal de Derechos Humanos está al frente una investigadora de la UV con tiempo completo, feliz de que le hayan dado 140 mil pesos de aguinaldo y que sólo busca el incienso y las candilejas y de paso quedar bien con quienes la protegen, como en el caso de Arturo Bermúdez Zurita, ex secretario de Seguridad Pública, a quien redimiera en su caso por la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas.
BALAUSTRADAS: Si el duartazgo dejó unos 5 mil desaparecidos, entonces, la tarea apenas está por iniciar.
Por ejemplo, para los hermanos Juan Carlos y Miguel Ángel Trujillo, quienes tienen desaparecidos a cuatro hermanos en Veracruz, y pertenecen a la Red de Enlaces Nacionales, la gran batalla por librarse es la identidad de los 15 mil restos óseos que rescataron en la tierra jarocha.
Incluso, Miguel Ángel Castillo reveló que el 19 de diciembre se reunieron con el góber azul, donde con el subsecretario de Gobernación, Roberto Campa, admitieron su incapacidad para identificar los restos.
Y lo peor, que “se llevarán años en darles identidad”.
Y por eso mismo, “tenemos que buscar otras condiciones para continuar con la identificación. Es ahí donde viene la guerra, porque estamos a un paso de dictaminar si regresará la luz a algunas familias. Por eso requerimos el respaldo internacional”. (Proceso 2096, Gloria Leticia Díaz)
Así, a lo que Miguel Ángel Yunes Linares ha llamado la catástrofe social de Veracruz, se añade otro gran pendiente, como es “la emergencia humanitaria”, entre otras cositas, porque el duartazgo dejó excesivas heridas y dolor social de norte a sur y de este a oeste.
Ni las vejaciones a los derechos humanos ni tampoco, menos, la impunidad, pueden tolerarse.
ESCALERAS: La Yunicidad arrastra con tambores de guerra la corrupción de Javier Duarte y los duartistas.
La vida cotidiana ha sido inundada del desvío de recursos federales y estatales con sentido patrimonialista y la compra de ranchos con ganado, terrenos, edificios, residencias y lanchas y la feroz cacería de “los aviadores”, y el despido de la burocracia excesiva y las medicinas clonadas y el fraude médico a los niños con cáncer, etcétera.
Pero en materia de derechos humanos, ningún avance.
Cierto, el Congreso local fue manipulado para entregar la medalla “Adolfo Ruiz Cortines” a los Solecitos y Colectivos y les han otorgado una que otra audiencia para continuar soñando con la utopía, sin que al momento, 51 días después, exista una posibilidad para identificar los 15 mil restos óseos y cadáveres localizados por las ONG, a excepción del caso mediático del exagente del Ministerio Público y su secretario particular ubicados en el predio anexo al fraccionamiento “Colinas de Santa Fe”, en el puerto jarocho.
Tampoco ha disminuido el tsunami de violencia, pues bastaría recordar que tan sólo en el mes de diciembre del año anterior la página web de la Fiscalía reportaba 50 desaparecidos.
Además, todos los días el fuego cruzado y los ejecutados y los decapitados y los cercenados y los secuestrados.
Peor tantito si se considera que la seguridad en la vida y en los bienes significa el gran pendiente social número uno.
Hace unas dos semanas, la nueva Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas tomó posesión y al momento ninguna exigencia a la Fiscalía para revisar el asesinato de los 19 reporteros y fotógrafos y los tres desaparecidos en el sexenio fatídico de Javier Duarte, por ejemplo.
Las buenas conciencias, como el Fiscal, mejor se ocupan de estar filmando y tomando selfies al gobernador en vez de procurar la justicia.
