Luis Velázquez / Barandal
PASAMANOS: 57 mujeres serán presidentas municipales a partir de las cero horas del primero de enero de 2018. Buen saldo, luego de que más de 700 por todos los partidos buscaran la alcaldía. Mejor debut de lo que se ha llamado “la cuota de género”. Gran tiempo posible para que la vida pública se airee y vuelva, digamos, honesta. La corrupción política de los hombres se ha vuelto espantosa.
El mayor número de alcaldesas se ubica en la alianza PAN y PRD con 38.
Le sigue, en brinco mortal, el PRI-PVEM, con apenas, apenitas nueve.
Y el PRI, solito, con dos, la misma cantidad que, solito, el Partido Verde, obtuvo.
Después, MORENA, la gran izquierda que tanto privilegia a las mujeres, con sólo tres.
El Movimiento Ciudadano de Dante Delgado con dos.
Y el PANAL de la profe Elba Esther Gordillo, la primera y única presa política de Enrique Peña Nieto, con una sola mujer ganadora en las urnas el domingo anterior.
57 mujeres… al poder cuando son 212 alcaldías.
Un buen número si se considera que por ahora gobiernan Veracruz un aproximado de 24 mujeres.
Nadie puede decir que la contienda electoral fue desfavorable para la población femenina si se consideran los años (todavía vigentes) de machismo.
Claro, si se mira que más de la mitad de la población es femenina (6 de cada 10 hombres), el balance va en contra.
Pero al mismo tiempo, ha de sopesarse la cultura misógina y machista, donde la bota militar del ejército masculino sigue creyendo que el poder político es solo para los hombres, en tanto la lucha política y social de las mujeres ha sido arduo, duro, terrible, siempre adverso.
De aquí para adelante, nadie lo duda, han de organizarse mucho más, pues el año entrante, por ejemplo, habrá elecciones en Veracruz de diputados locales y federales y senadores y gobernador de seis años y presidente de la república.
Las alcaldías solo es un paso de tantos pendientes. Igualdad de oportunidades para unos y otros. Y todo depende de que las mujeres sigan con el puño arriba. Solo así. Es el único camino.
BALAUSTRADAS: El machismo llega a lo siguiente. En Veracruz, por ejemplo, de diez partidos políticos en funciones, todos tienen a hombres como líderes. Ninguna mujer.
Peor tantito: en el PRI, el partido más viejo, las tribus pretendieron imponer su ley con mayor número de hombres candidatos a las alcaldías y el OPLE, ni modo, les reviró.
Fue la mentalidad de Renato Alarcón, el presidente del CDE. Fue el visto bueno de la delegada del CEN, Lorena Martínez, aconsejada por su homóloga Elizabeth Morales, la única ganadora en la justa electoral con su nombramiento como delegada federal del ISSSTE, porque la PROFECO le disgustaba.
Por eso, el paso adelante que el PAN y PRD llevaran al tricolor, pues ellos lograron que 38 mujeres ganaran las alcaldías frente, oh cantidad dispareja, nueve del PRI y PVEM.
Y es que la realidad es inevitable. La población femenina ha rebasado a la masculina. Además, el hecho universal: ellas son más, muchísimo más honestas, honestas “a prueba de bomba”, que los hombres y más de los políticos, con la fama pública de corrupción.
Más aún: las mujeres son más eficientes y más leales y más fieles y más cultas y más sensibles y mejor organizadas.
Y ni modo, salvo el machismo, que ir en contra de la corriente.
Con todo, las señales son negativas.
Por ejemplo, el año entrante habrá elección de senadores y por ahora, el PAN solo tiene a una mujer de precandidata, la secretaria de Desarrollo Social, Indira Rosales, en tanto hay seis panistas (Joaquín Guzmán Avilés, Julen Rementería, Pepe Mancha, Víctor Serralde, Germán Yescas y Enrique Cambranis) levantando la mano.
Y en el PRI están peor, porque ninguna mujer, tampoco ningún hombre, se visualiza. Menos, después, de las tres derrotas que lleva al hilo…con la gubernatura y el Congreso el año anterior, y las alcaldías el 4 de junio.
MORENA, en contraparte, solo tiene a una precandidata, la diputada federal, Rocío Nahle, ayudada por su homóloga local, Eva Cadena, si se recuerda, como dicen las mismas mujeres, que “la peor enemiga de una mujer es otra mujer”.
ESCALERAS: Con 57 mujeres alcaldesas la población de igual número de municipios esperaría con un mundo mejor, el sueño de todos los seres humanos para alcanzar calidad de vida.
Bastaría referir, por ejemplo, que según los Cuadernillos Municipales de SEFIPLAN hay 600 mil personas de 14 años de edad en adelante que no saben leer ni escribir y seis meses y siete días después al secretario de Educación, Enrique Pérez Rodríguez, le vale, pues al momento ninguno ha sido alfabetizado.
Ni esperanzas que hay.
Y, cierto, la tarea es de la SEV, pero también de los alcaldes, si se considera que todos los teóricos siempre cacarean que una vida digna pasa de manera incuestionable por la educación.
Ya se verá en los próximos cuatro años, aun cuando, dice el proverbio popular, “el camino al infierno está sembrado de buenas intenciones” y las mismas mujeres podrían, digamos, resbalar.