Ciudad de México.- Ricardo Fuentes, director ejecutivo de Oxfam México, consideró que “contar con un sistema nacional de cuidados universal es una de las urgencias más grandes que tenemos en el país”.
En México, las seis personas más ricas tienen más recursos que el 50 por ciento de la población más pobre, de acuerdo con Oxfam.
El lunes, en el marco del Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza, donde se reúnen líderes políticos, económicos y representantes de la élite global, Oxfam presentó el informe El tiempo para el cuidado: El trabajo de cuidados y la crisis global de desigualdad.
De acuerdo con este documento, la desigualdad económica también está construida sobre la desigualdad de género, pues muchos de los beneficios de élite rica, se deben en parte a la explotación del trabajo de mujeres y niñas y a la vulneración sistemática de sus derechos.
En México, el trabajo de cuidados no remunerado equivale al menos a 1.7 billones de pesos, es decir, es equiparable a casi dos veces a la producción minera anual.
“Si nadie invirtiese tiempo, esfuerzo y recursos en este tipo de actividades; comunidades, centros de trabajo y economías enteras se colapsarían por completo”, observó.
En entrevista para Aristegui En Vivo, el director ejecutivo de Oxfam México, Ricardo Fuentes, comentó que el objetivo del estudio es que se hable de la desigualdad y los tomadores de decisiones hagan compromisos para cambiar la realidad.
En este sentido, consideró que “contar con un sistema nacional de cuidados universal es una de las urgencias más grandes que tenemos en el país”.
“Una vía para lograrlo, es fortalecer las capacidades del Estado en materia de recaudación y crear un modelo fiscal mas progresivo y transparente que grave la riqueza”, señaló.
Por ejemplo, abundó, “un impuesto del 0.5 por ciento a la riqueza del 1 por ciento de las personas de mayores ingresos en México, podríamos aumentar siete veces el presupuesto de guarderías del Instituto Mexicano del Seguro Social (12.5 mil millones de pesos)” o duplicar los recursos presupuestales del Seguro Popular que irían al Instituto de Salud para el Bienestar en el 2020 (72 mil millones de pesos).
La investigación de Oxfam también hace énfasis en el trabajo de cuidados mal remunerado, en la importancia de garantizar salarios, jornadas, tratos dignos y justos.
Tan sólo en México existen aproximadamente 2.4 millones de personas trabajadoras domésticas de las cuales: 98 por ciento no tienen contrato y su ingreso promedio mensual es de mil 550 pesos, es decir su ingreso no es suficiente para cubrir sus necesidades alimentarias básicas.
“Si no se adoptan medidas firmes, la situación empeorará mucho más. El envejecimiento demográfico, la debilidad fiscal y los recortes en el gasto público y el cambio climático amenazan no solo con agravar la desigualdad económica y de género, sino con acentuar la crisis que afecta al trabajo de cuidados y a las personas que los proveen. La élite rica y poderosa podrá utilizar su dinero para librarse de las consecuencias de esta crisis, pero las personas en situación de pobreza y privadas de poder no tendrán esa oportunidad”, advirtió Oxfam en un comunicado.
Por ello, además de reconocer el trabajo de cuidados; de reducir las horas dedicadas a este, redistribuirlo de forma más equitativa dentro de las familias y de garantizar representación a las proveedoras de cuidados más excluidas; los gobiernos deben garantizar la adopción de reformas legales, económicas y laborales que protejan los derechos de todas las personas que llevan a cabo el trabajo de cuidados remunerados y no remunerados.
“Un sistema nacional de cuidados, fondeado en parte con impuestos a la riqueza extrema, permitiría reducir y redistribuir la desproporcionada responsabilidad de los cuidados que hoy recae sobre mujeres y niñas”, añadió.
Con información de Aristegui Noticias