Jaime GUERRERO
OAXACA.- La inflación desencadenada por el incremento al salario mínimo pronostica un escenario complicado de cierre de año para el 65 por ciento de la población en Oaxaca que vive en pobreza laboral, es decir que no le alcanza con su sueldo cubrir de manera completa una canasta básica.
De acuerdo con las cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) al tercer trimestre de 2017 señala que más de 60 por ciento de la población en el estado percibe ingresos menores a dos salarios mínimos, situación que los coloca en aprietos para iniciar el 2018.
Actualmente el 17.0 por ciento de las mujeres ocupadas y el 26.5 por ciento de los hombres, no perciben ingresos por la labor que desempeñan. En este rubro se ubican tanto los trabajadores familiares y dependientes no remunerados, así como trabajadores por cuenta propia dedicados a actividades de autosubsistencia.
El 37.2 por ciento de las mujeres y 19.4 por ciento de los hombres, ganan hasta un salario mínimo; más de 1 y hasta dos salarios mínimos 20.7 por ciento de las mujeres y el 22.3 por ciento de los hombres.
Más de 2 y hasta 3 salarios mínimos sólo el 8.7 por ciento de las mujeres y 13.3 por ciento de los hombres.
La economista y catedrática de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), Ana Luz Ramos Soto, explicó que esos números auguran una cuesta de enero del 2018, más complicada principalmente para las personas que reciben menos de dos salarios mínimo, es decir el 45 por ciento de la población ocupada en la capital y el 65 por ciento en todo el estado.
Advirtió que el escenario económico se complica aún más entre la población damnificada por los sismos de septiembre, la cual en estos momentos enfrenta una “pobreza coyuntural” porque a falta de ingresos para solventar sus gastos de la canasta básica, utilizaron parte del dinero otorgado para la reconstrucción de viviendas. “Ahora no tienen para construir otra vez su hogar”, declaró.
“La economía mexicana en los últimos cinco años ha estado trabajando bajo incertidumbre y bajo esta condición no hay condiciones para invertir, eso genera desempleo”, sostuvo.
Ramos Soto indicó que la apuesta del gobierno federal es que la inflación para este año se ubique en 6.5 por ciento. El siguiente año dependerá de las políticas económicas monetarias que aplique el nuevo encargado del Banco de México.