Redacción El Piñero
Puebla, México.- En redes sociales se dio a conocer la triste historia de una mujer adulta mayor que fue a abandonada por sus propios hijos; la abuelita espera sentada en unas bancas ubicadas a lado de la terminal CAPU de Puebla con la esperanza de que su familia regrese por ella.
Refiere llamarse María de Jesús Mundo y ser de Tehuacán, Puebla, quien sobrevive con el dinero que le otorgan personas que transitan por el sitio que es la entrada y salida de los autobuses.
La abuelita María lleva más de dos años en dicho lugar, y se desconoce si alguna autoridad u organización humanitaria han intervenido para que la adulta mayor pueda estar en algún otro sitio de asistencia social adecuado para ella.
A continuación se comparte el mensaje que fue difundido en las redes sociales y dio a conocer el triste caso de esta abuelita.
«ABUELITA VIVE EN LA CAPU DESDE HACE DOS AÑOS, ESTA ESPERANDO QUE SU HIJA VAYA POR ELLA, DICE SER DE TEHUACÁN.
“No me muevo de aquí por si algún día regresa mi hija a buscarme”
En redes sociales empezó a circular la historia de una abuelita que está esperando a su hija desde hace 2 años sentada en la terminal de camiones Capu en Puebla.
“No tengo casa” le dijo a una chica que le lleva algo de comida cuando pasa a veces y le tomo estas fotos, dice que solo toma una Coca-Cola y come un pan mientras junta de lo que pide en la calle para sus pañales, dice que es de Tehuacán.
Su nombre es María De Jesús Mundo de 79 años, vivía en la unidad habitacional san Andrés, sobre carretera federal a Tehuacán, a la altura de pollos Mazatepec.
Dice que tiene tres hijos, el mayor es Víctor Manuel Rivas Mundo y está en Estados Unidos, su Hija Marina Guadalupe y Alma Rivas Mundo vive o vivía en Cuautlancingo, pero la señora no quiere irse de la Capu ya que asegura: “Se que mi familia vendrá por mi y deben encontrarme aquí”, esa es la esperanza que aún la mantiene viva a pesar de los dos años que lleva en la terminal de autobuses.
Aunque hay quienes seguran verla desde hace más de 4 años sentadita en esas bancas día y noche y no 2 cómo se pensaba.
( ella está lúcida, no padece de ningún trastorno mental )
Con respecto a su pierna y pies cuenta que hace tiempo la agredieron y gracias a Dios su pierna está cicatrizando, ya que solo necesita para aseo personal.
Ella no puede guardar cosas, ni ropa, ni comida no tiene donde tenerlas.
Ella está del lado donde salen los camiones por fuera de la CAPU
No le lleven ropa, sólo un cambio para ese día, y algo con que cubrirse ya que dice que siempre le roban todo».