Luego de su destitución como Fiscal General del estado de Veracruz “por ineficiente”, Jorge Winckler Ortiz presentó una demanda de amparo el pasado 4 de septiembre, lo que dio lugar al expediente 822/2019, pero le fue rechazado el recurso.
El exfuncionario, sin embargo, presentó el recurso de queja el día 9 de los corrientes, el cual le fue aceptado –número 184/2019 –, pero en todo este ajetreado papeleo que realiza el acelerado Jorge Winckler para evitar ser detenido salieron a flote los nombres de sus abogados:
Se trata de Carlos Alberto Hermida Cazarín y Justiniano Próspero Zeferino, quienes curiosamente aparecen en la nómina del Ayuntamiento de Veracruz –se desempeñan como auxiliares en el DIF municipal Veracruz –donde despacha como presidente municipal Fernando Yunes Márquez, hijo del exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares.
Además de ser violatorio de la ley que el Ayuntamiento de Veracruz le asigne abogados al defenestrado Jorge Winckler, al menos deberían de cuidar las formas, pues en la lista actualizada los abogados de Winckler aparecen en la nómina oficial.
A Winckler le urge el amparo, pues la Fiscalía veracruzana ya integra un voluminoso expediente que lo liga con la presunta protección de criminales en el estado, señalamientos que le fueron hechos en varias ocasiones por los militares que acuden a las reuniones de seguridad. Se le atribuye también la protección de su patrón, Miguel Ángel Yunes, de quien se afirma que está por salir del estado al extranjero. Quizá Winckler le siga los pasos ahora que la FGR le ha puesto la mira al clan Yunes por presuntos delitos de enriquecimiento ilícito, peculado, fraude y lavado de dinero. Así da vueltas la vida.
OPINIÓN Por Ricardo Ravelo/tomado de: sinembargo.mx