Los antibióticos deben indicarse solamente para tratar infecciones causadas por hongos, bacterias y ciertos parásitos; sin embargo, mucha gente los utiliza para malestares menores como resfriados o tos, cuando su tratamiento consta de desinflamatorios o antihistamínicos, además de que lo hacen por tiempos prolongados.
El problema de tomar antibióticos cuando no son necesarios, es que genera una resistencia al virus que provocó la enfermedad por lo que en un futuro será más difícil combatirlo, pero también tiene otro efecto perjudicial: puede favorecer el cáncer colorrectal.
Un estudio publicado en la revista Gut, demostró que tomar antibióticos por un tiempo prolongado en la edad adulta temprana y media, se asocia con un mayor riesgo de adenoma colorrectal, que es un precursor del cáncer.
Los investigadores explicaron que anteriormente ya se había descubierto que estos medicamentos alteraban la microbioma intestinal, lo que se relaciona con el cáncer colorrectal, pero hasta ahora se desconocía si tenía una asociación con el desarrollo de tumores en el intestino.
El estudio
Para ello, estudiaron esta asociación con datos de 16 mil 642 mujeres de 20 a 39 años de edad y de 40 a 59 inscritas a un estudio de salud a largo plazo en Estados Unidos, quienes fueron sometidas a colonoscopias.
Los resultados mostraron que 1,195 mujeres desarrollaron adenomas y que la tendencia aumentaba de manera significativa en relación a la edad de las participantes y la duración en que ingirieron antibióticos.
El desarrollo de tumores se presentó entre las voluntarias jóvenes, de 20 a 39 años, que tomaron antibióticos por un tiempo prolongado, dos meses o más, sin que los investigadores detectaran cambios entre aquellas que no los consumieron, ni entre quienes tenían de 40 a 59 años.
Los científicos concluyeron que las personas que toman antibióticos durante mucho tiempo son más propensas a desarrollar tumores colorrectales, los cuales se atribuían principalmente a la diversidad de bacterias presentes en el intestino.
Resultados no son conluyentes
Los pólipos intestinales, pequeños bultos en el forro del intestino, son comunes y afectan a entre 15 y 20% de la población, en la mayoría de los casos no causan ningún síntoma ni se vuelven cancerosos, aunque algunos pueden derivar en cáncer sin tratamiento médico oportuno.
Los investigadores afirman que estudio no puede probar que los antibióticos conducen al desarrollo de cáncer y reconocen que los medicamentos contra las bacterias en el intestino podrían también desempeñar un papel importante en la formación de adenomas.
“Los antibióticos alteran fundamentalmente el microbioma intestinal, mediante la disminución de la diversidad y número de bacterias, y reduce la resistencia a éstas”, concluyen.
(Con información de Notimex)