Periódico La Jornada/ Israel Rodríguez
México.- La secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena Ibarra, propuso crear un pacto social para combatir la corrupción y la impunidad.
Se requiere un acuerdo político más amplio y participativo para fijar mecanismos en los que se establezca un objetivo a 10 años. Se necesita un México que tenga más igualdad, porque los niveles de riqueza de algunos conspiran con lo que se puede hacer en el futuro.
Al participar en el 18 Congreso Mundial de la Asociación Económica Internacional, titulado Fracturas en la globalización y las implicaciones en las economías emergentes, dijo que es necesario un pacto en torno a un proyecto de país. Necesitamos un nuevo paradigma, repensar el capitalismo, rescribir algunas reglas.
Bárcena Ibarra manifestó que el capitalismo y la hiperglobalización nos han llevado a problemas sociales, políticos y ambientales que no son sostenibles.
Para resolverlos se necesita, añadió, reformular políticas y fortalecer instituciones. “La transparencia es uno de los temas centrales que debemos abordar.
“Toda la sociedad tiene que participar. Tenemos un nuevo paradigma que es la agenda 20-30, la cual es muy importante, porque se plantea que de aquí a 2030 vamos a eliminar la pobreza en todas sus formas. Eso significa que sólo en América Latina se tendrá que sacar a 75 millones de personas de esa situación.
Pero para ello se requiere una política económica estable: inflación controlada e instituciones económicas fuertes, pero deben estar acompañadas de industria, productividad e innovación tecnológica. México es un país que está muy bien preparado, porque tenemos mucha más mano de obra preparada que muchas naciones de América Latina.
–¿Cuál es el reto para quien gane las elecciones presidenciales del próximo año?
–Justamente, tener un proyecto de país que convoque y vaya más allá de la cultura de los privilegios. Ese es el problema que tenemos hoy. Es una cultura de privilegios, del que más puede, del que más gana, del que llega primero, del que se adelanta en la fila, del que no paga impuestos y se siente héroe. Tenemos que combatir ese tipo de cultura. Este país merece un proyecto político, económico y social con más fortaleza.”
Por su parte, el premio Nobel de Economía 2001, Joseph Stiglitz, reconoció que estamos viendo un mundo con más inequidad.
En este contexto, dijo, tendríamos que estar identificando los factores que están contribuyendo a ese movimiento.
Resaltó que el capitalismo está asociado con una creciente inequidad. Hubo una época, después de la Segunda Guerra Mundial, en la que esto no era verdad, pero ahora estamos regresando a esa norma.
Stiglitz se preguntó: ¿Qué hacemos con los ingresos generados por impuestos? ¿Qué pasa si se los damos a los trabajadores? Si se los otorgamos tampoco es claro que mejore su situación. Por ello, planteó como alternativa tomar los ingresos de los impuestos e invertirlos en bienes de capital público, lo que podría reducir ciertos aspectos de la inequidad. Afirmó que hay una transferencia intergeneracional de inequidad.
En breve entrevista, dijo que sería extraordinariamente tonto que el gobierno del presidente estadunidense, Donald Trump, abandonara o pusiera en riesgo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
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