Luis Velázquez /Barandal
22 de agosto de 2019
ESCALERAS: Los medios en Veracruz y en el país están avisados. El gobierno de Veracruz suscribe convenios pero “son muy chiquititos. Y la mayoría nos los rechaza” reveló el jefe del Poder Ejecutivo, el político “más honesto, más honesto, más honesto” del Golfo de México.
Y todo es y será transparente. Nada, por ejemplo, de convenios debajo de la mesa, extras, concesiones, préstamos al Fondo Perdido, obra pública por dedazo.
Una nueva era, iniciada con Miguel Ángel Yunes Linares, se prolonga en Veracruz con el primer sexenio de la izquierda.
PASAMANOS: El tiempo de las vacas gordas para los medios ha entrado a la historia.
Para la historia, el sexenio de Javier Duarte, quien según el vocero yunista Elías Assad Danini, gastó doce mil quinientos millones de pesos en medios, aun cuando, claro, mucho quedó en tierra revolcada con las empresas fantasmas.
¡Oh la nostalgia de tantos años de buenas cosechas anuales!
CORREDORES: En aquel tiempo había medios con un convenio mensual de un millón de pesos y reducida, reducidísima, estrecha, limitada y vergonzante circulación y rating.
Tiempo aquel cuando, además, les otorgaban préstamos millonarios con cargo al llamado Fondo Perdido, que perdido es.
Tiempo cuando, y por ejemplo, el gobierno de Veracruz otorgaba obra pública por dedazo a dueños de medios, columnistas y reporteros.
Tiempo cuando el gobernador obsequiaba, primero, el terrenito para una escuela. Después, construía la escuela. Y luego, el Revoe fast track.
Incluso, y en nombre de la congruencia, los medios beneficiados bautizaban la escuela con nombres pomposos, como por ejemplo, Francisco Zarco, Filomeno Mata, Ignacio Ramírez y hasta Ricardo Flores Magón.
BALCONES: Tiempo cuando el gobernador en turno otorgaba cargos públicos a los magnates del periodismo, incluso, a los hijos, y cargos públicos con presupuesto propio.
Tiempo cuando la dueña de un periódico fue beneficiada con cincuenta concesiones de taxis y un columnista con la concesión de diez autobuses del transporte urbano de pasajeros.
Y tiempos, cuando en reciprocidad, los medios “tiraban incienso” al paso del gobernador, sin pena propia ni ajena.
PASILLOS: Tiempos cuando los hijos de los zares del periodismo iban de vacaciones al otro extremo del mundo con cargo al presupuesto.
Y cuando, además, les otorgaban becas para estudiar en alguna universidad extranjera.
¡Gloriosos tiempos aquellos, oh nostalgia, oh vacas gordas, y en donde las vacas flacas y huesudas, eran menospreciadas!
Pero ahora, ya lo dijo el gobernador y también el Santo Papa:
“Los convenios son muy chiquititos, chiquititos, chiquititos”.
VENTANAS: Por ejemplo, de acuerdo con las versiones, el gobierno de MORENA ofreció un convenio de 30 mil pesos al director general de un medio y lo rechazó.
Ofreció diez mil pesos mensuales a un columnista y lo rechazó.
Ofreció veinte mil pesos mensuales al director de un diario digital y lo rechazó.
Lo dijo el góber fifí y sabada: “La mayora (de los medios) nos rechaza el convenio chiquitito, muy chiquitito”.
Ni hablar, antes como antes y ahora como ahora, y los medios, lo dijo aquel, “han de aprender a vivir con sus medios”.
Durante los 87 años de gobierno tricolor, desde cuando Plutarco Elías Calles fundara el partido abuelito del PRI, el PNR, los medios navegaron con vientos favorables en días con sol, los pescados y las ballenas navegando a los lados.
Ahora, la austeridad republicana, la pobreza francisca, la Cuarta Transformación, la Cartilla Moral para llevar todos, todos, todos, vida virtuosa.
Vida feliz llevarán los pobres y los ninis porque el billetito para los medios será, o es ya, ya, ya, canalizados a todos ellos.