- Cebrián deja “El País”
- 40 años de lealtad perruna
Escenarios
Luis Velázquez
Veracruz.- Uno. Adiós a un periodista
Juan Luis Cebrián, el legendario reportero fundador del periódico “El País” cuando tenía 30 años de edad, saldrá del grupo Prisa, el consorcio español que lo financia y usufructúa un holding mediático.
Empleado que fue del dictador Francisco Franco como jefe de los servicios informativos de la televisión oficial, una manchita en su vida, porque entonces se vivía y padecía una espantosa censura que significaba, como siempre, la ausencia de la libertad de expresión y de prensa, Cebrián, de 73 años de edad, es uno de los periodistas con más influencia en Europa, y desde luego, con uno de los mejores salarios (más de 13 millones de euros anuales) y quien en su meteórica y ascendente carrera alcanzó la presidenta del grupo Prisa.
Ahora, ni modo, la vida es así para un trabajador de la información, el consorcio dictaminó que como el grupo, bajo la dirección de Cebrián, “ha sufrido una importante merma en su valor corporativo y bursátil” (La Jornada, Armando G. Tejeda, corresponsal), quien fue amigo entrañable de Gabriel García Márquez, ha de irse.
Tal es, ya se sabe, la historia de un reportero, como es andar de un medio a otro, aun cuando en el caso de Cebrián, ha dejado ahí casi cuarenta años de su vida, los más fecundos.
El mítico reportero también alternó el periodismo con la literatura. Su último libro se intitula “Primera página”, sus memorias, digamos, la primera parte.
Amigo de José Luis Zapatero, ex presidente español, casi casi iniciaron juntos. Cebrián, en el periodismo, y Zapatero en la política.
Hay fotos donde el jovencito Zapatero está en “El País” con el jovencito Cebrián, soñando con un mejor futuro para España.
Ayer fue el cambio. El polémico financiero madrileño, Javier Monzón, asume la presidencia del Grupo Prisa, propietario de Santillana, la Cadena Ser y “Cinco días”.
Los principales accionistas de la multinacional española decidieron cambiar al histórico Juan Luis Cebrián.
Una época termina. Otra inicia. España, con Mariano Rajoy, en la hora definitiva ante Cataluña. Tiempos borrascosos que antes, mucho antes, y durante mucho tiempo, Cebrián enfrentara y llevara a “El País” a la dimensión estelar.
Dos. Momentos estelares en España
Pocos, excepcionales consorcios de la comunicación social en el mundo, como “El País”, han alcanzado el desarrollo singular.
Su momento de esplendor fue en la década de los 90 y principios del siglo XXI con inversiones en los medios impresos, audiovisuales, radiofónicos y culturales y una expansión en varios países de América Latina, entre ellos, México, donde comprara la mitad de las acciones de W Radio, y en Colombia, con Radio Caracol.
Y como jefe máximo, Juan Luis Cebrián.
Incluso, a la muerte de su socio, el empresario Jesús de Polanco, fundador de la editorial Santillana, Cebrián asumió el cargo general por encima de sus hijos y sobrinos, pues tanta era la confianza que le dispensaban y ganó y mereció.
Un reportero fuera de serie, con una gran vocación empresarial… que el talento periodístico y literario es otra cosita.
Pero en el camino, el grupo Prisa hizo agua.
Ya por la enorme deuda que arrastraba, ya por la pérdida de poder de los acciones fundadores de Prisa, ya por la situación económica en Europa, ya por la mala gestión bursátil, el caso es que Prisa perdió más del 90 por ciento de su valor accionario en menos de un lustro, y como escribe Armando G. Tejera, corresponsal de “La jornada” en España, debió “negociar año con año su abultada deuda financiera”.
El penúltimo cometido de Cebrián fue, por ejemplo, impulsar al reportero y filósofo, Jan Martínez Ahrens, como director general de “El País”, pero falló en el intento.
Tres. Muchos libros por escribir…
Juan Luis Cebrián tiene 73 años de edad, y como testigo y hasta actor de la historia que ha sido, muchos libros por escribir tendrá por delante.
Desde luego su situación económica estará resuelta, pues sólo con la pensión será más que suficiente.
Quizá continúe en “El País” escribiendo alguna columna y/o crónicas y reportajes “de largo aliento”, digamos, como enviado especial en alguna parte del mundo.
Desde una mirada del tercer mundo, demasiado, excesivo, mucho tiempo demoró al frente de “El País” y del grupo Prisa, hasta que, bueno, los accionistas decidieron que era de la retirada.
Lo decía Carlos Marx, y salvada toda proporción, “mientras los trabajadores no sean dueños de los medios de producción” seguirán expuestos a ser despedidos si amanece lloviendo.
Es la historia de los trabajadores de la información en todas las regiones del mundo.
Incluso, y aun cuando un reportero sea el mejor director de un periódico, como don Julio Scherer García en Excélsior, si se vuelve incómodo al poder político, le arman un zipizape (caso Luis Echeverría Álvarez) con los Judas y lo lanzan.
Scherer fundó, entonces, la revista Proceso, el mejor semanario de América Latina.
Juan Luis Cebrián, dueño de tanta experiencia, redefinirá el paso siguiente de su vida.