Luis Velázquez /Escenarios
27 de febrero de 2018
UNO. Los apóstoles de la educación
El dictamen de la Auditoría Superior de la Federación, ASF, ya está dado. En seis años, las irregularidades de Javier Duarte y los suyos fueron de 47 mil millones de pesos federales.
Y en la lista, el mayor número de inconsistencias fueron en la siguiente dependencia:
Secretaría de Educación. Adolfo Mota Hernández, Flavino Ríos Alvarado y Xóchitl Osorio, los titulares.
A partir de ahí, las acciones derivadas en las Escuelas de Tiempo Completo, donde el titular con más tiempo de permanencia fue un cuñado de Adolfo Mota.
En las Escuelas de Tiempo Completo el erario federal fue arañado con los recursos a los organismos estatales y a los presidentes municipales.
Simple y llanamente, los ordeñaron.
El otro daño patrimonial en las Escuelas de Tiempo Completo fue, dice la ASF, en el pago excedido de las “compensaciones al personal” y en el “Fortalecimiento al modelo”.
Y cuando se habla de “compensaciones al personal” dos acciones han de exaltarse.
DOS. La familia de Motita
La primera, en su tiempo en la SEV (sabrá el Señor Todopoderoso si también en el resto del sexenio), Adolfo Mota incluyó a nueve familiares en la nómina, entre ellos, su esposa, su hermana, su cuñado, tres primos y las esposas de sus tres primos.
Sus primos, por ejemplo, eran sus escoltas personales y ganaban 33 mil pesos mensuales.
Además, y para tener contento al subsecretario de Educación, Nemesio Domínguez Domínguez, Mota le autorizó diez asesores pedagógicos, todos metrosexuales y con quienes trabajaba feliz planeando la operación educativa.
Y sus salarios, desde luego, eran de primer nivel, porque si hay cositas que nunca pueden ocultarse, son cierto, el amor, pero también el dinero, y sus chicos vestían ultra contra súper bien.
Unos muñequitos. Unos maniquíes.
TRES. Desviado dinero federal
Según la ASF, otro de los rubros con irregularidades financieras era la oficina de Recursos del Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y el Gasto Operativo.
Hacia el año 2016, por ejemplo, dice la ASF, el duartazgo realizó “múltiples pagos sin disponer de la documentación comprobatoria, lo que generó el posible desvío de280 millones 49 mil pesos”. (La Jornada México, Fernando Camacho)
Y si tal es el dictamen de la ASF, la mismita que en el año 2014 interpusiera la primera denuncia penal en contra de Duarte en la Procuraduría General de Justicia de la República, y la dejaran pasar, entonces, significa que Mota, Flavino y Xóchitl Osorio estarían “hasta las manitas” en las irregularidades.
Será quizá que para el 2016, Motita ya no estaba. Será que era el tiempo de Flavino. Será que el momento de Xóchitl Osorio.
Pero, bueno, la mitad de la población y la otra mitad únicamente espera que el dictamen de la ASF sea consumado hasta el final de acuerdo con la ley.
Y más porque de los tres sólo Flavino Ríos pagó unos días con cárcel en el penal de Pacho Viejo y otros en arraigo domiciliario, pero por un (presunto) delito estatal por facilitar el avión oficial para la fuga de Javier Duarte.
Está pendiente, entonces, el proceso por el dinero federal desviado.
CUATRO. “Mucha tela de donde cortar”
El trío de duartistas (Mota, Flavino y Osorio) tienen para rato en la mira de la ASF.
Por ejemplo, en el rubro de “Recursos del Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Normal”, nunca integraron los fondos obtenidos de otros ramos en el marco de la Ley de Coordinación Fiscal y el daño patrimonial asciende a 60 millones 173 mil.
Las irregularidades de Javier Duarte en los casi 6 años llegaron a 47 mil millones y la mayor parte, observa la ASF, son el ramo educativo.
Y la mayoría de inconsistencias… en la nómina educativa, entre ellos, claro, los más de dos mil quinientos “aviadores” que en su momento revelara el secretario de Educación, el yunista Enrique Pérez Rodríguez.
El informe de la ASF significa que también estarían interponiendo la denuncia penal en contra de quien resulte responsable y que, bueno, más, mucha más “tela de donde cortar” en la cruzada cívica en contra de la corrupción lanzada por el Peñismo.
Duarte está preso en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, acusado de delincuencia organizada y lavado de dinero.
Pero todavía tiene muchos pendientes, entre ellos, las irregularidades por la nómina educativa, ramo federal, pero de igual manera, el delito de desaparición forzada, ramo estatal, delito de lesa humanidad que nunca, jamás, prescribe.
Adolfo Mota es diputado federal y en unos meses dejará de ser, pues el primero de julio serán elegidos los nuevos legisladores al Congreso de la Unión.
Flavino Ríos está con arraigo domiciliaro y con bajo perfil, sin hacer ruido ni moverse para evitar las olas.
Y la profe Xóchitl Osorio habría solicitado un amparo.
El último ex secretario del gabinete duartista fue Juan Antonio Nemi Dib, de Salud, y quien desafío al demonio cuando paseara en Xalapa al lado del senador Héctor Yunes Landa, alardeando que “el que nada debe nada teme” y el dinosaurio lo estaba cazando…