- Rechazan ruptura
Luis Velázquez/ Barandal
Veracruz.- ESCALERAS: La rebatinga en MORENA para adueñarse del Congreso local alcanzó esta semana su dimensión estelar. En un lado de la cancha, dos bloques. 17 diputados locales, con Amado Cruz Malpica, el morenista más experto en la materia, con dominio y conocimiento, además de su liga personal con AMLO, el presidente electo. Y en el otro lado, 13 diputados, a favor del tuxpeño José Manuel Pozos Castro y Juan Javier Gómez Cazarín, peleando la presidencia de la Mesa Directiva y la Junta de Coordinación Política.
El agandalle.
Con todo y que Amado Cruz rechace una ruptura interna, todos unidos, ajá, para hacer historia… y que ya se verá.
Se dirá, claro, que el Movimiento de Regeneración Moral, MORENA, está más vivo que el resto de los partidos y por eso mismo, las pasiones desaforadas, fuera de control, descarriladas.
Pero al mismo tiempo, cuando han de mostrar la unidad más férrea y sólida, “a prueba de bomba”, y más, luego de ganar la presidencia de la república, la mayoría en el Congreso federal y la mayoría en el Congreso local, más cinco gubernaturas (Chiapas, Tabasco, Veracruz, Morelos y la Ciudad de México), los morenistas, nacidos bajo la inspiración de la Morenita del Tepeyac y el indio Juan Diego, causan la sensación del priismo en sus peores tiempos.
Una cosita es la democracia partidista y otra vez que “la ropa sucia se lave en casa”.
Así como han estado en la disputa en las últimas horas de la semana que corre solo muestran la parte más sórdida y siniestra del poder político.
Y es que la rebatinga en ningún momento es para que el millón de indígenas, los dos millones de campesinos y los tres millones de obreros enaltezcan su calidad de vida diaria con un empleo digno y pagado con justicia social, sino para adueñarse de los controles político y económico y social, sin soslayar que bien pudieran caer en las práctica del panita Sergio Hernández Hernández, quien como coordinador de la bancada panista en la anterior Legislatura gastaba el dinero oficial en borrachas, drogas y orgías con trabajadoras sexuales según denunciara su colega Cinthya Lobato Calderón.
Y si en su momento, Lobato se abstuvo de interponer la denuncia penal en contra de Sergio Hernández en la Fiscalía se debió a la operación quirúrgica moral del gobernador Yunes.
Queda claro, entonces, que el poder político tienta, seduce, encanta, fascina, enloquece y pierde a los hombres públicos.
PASAMANOS: Está claro que Amado Cruz es el político con más experiencia en el campo legislativo. Ya fue diputado federal. Trabajó con Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador como jefes de Gobierno en la Ciudad de México, y en el caso de AMLO en la Central de Abastos. Académico de la Universidad Veracruzana en el campus de Coatzacoalcos es un político mesurado y prudente. Gran abogado laborista es fiel al tabasqueño desde cuando Cuitláhuac García Jiménez era adolescente salsero y fifí.
Pero con capital político propio y con vida independiente y autónoma, firme en sus principios, nunca ha pertenecido ni crecido a la sombra de Cuitláhuac, de quien se afirma ha deseado favorecer a sus cuates, José Manuel Pozos Castro y Juan Javier Gómez Cazarín, con todo y hablarse de boletines sórdidos nublando a MORENA Veracruz.
Y más luego de que los otros actores políticos de MORENA le ganaron las secretarías General de Gobierno, de Salud y Desarrollo Económico.
Y luego de que entre los trascendidos se habla de una rebatinga canija por la secretaría de Educación y en donde desea nombrar a uno de sus pocos, escasos amigos, como es el ex diputado local, Zenzayen Escobar, antiguo militante de la CNTE, Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.
Por eso, la fracción legislativa de la famosa Coalición de “Juntos Haremos Historia” ha tenido su rispidez y, de entrada, les ganaron la Mesa Directiva del Congreso, donde hasta el priista Jorge Morenos Puga Salinas (el PRI son solo tres diputados y los tres pluris) se quedó con la secretaría de la Mesa Directiva.
CORREDORES: A estas horas, la decisión final habrá sido ordenada desde el búnker de AMLO en la Ciudad de México donde un manotazo basta para ordenar y reordenar el caos y que, dice Amado Cruz, será oficializada mañana jueves.
Pero ay, entonces, de los incrédulos, los ambiciosos y los voraces que han convertido MORENA en una especie de torre de Babel, donde en el mejor estilo priista, las partes intentan imponerse a partir de la fuerza, el puño, la intriga, la presión y la represión.
Bastaría referir que en la cancha partidista se afirma que el diputado José Manuel Pozos trabajó con los ex gobernadores Miguel Alemán Velasco y Fidel Herrera Beltrán, en tanto el otro diputado de la rebatinga, Javier Gómez Cazarín está ligado al priista Jorge Carvallo Delfín, además de que como antiguo vendedor de volchos en el sur de Veracruz fue denunciado por fraude a una clienta.
Y, bueno, aun cuando carece de la cédula profesional, se trata, digamos, de un pecado venial en un país donde la mayoría de egresados de las universidades públicas y privadas dejan para después la titulación, la tesis y el Registro Nacional de Profesiones de la secretaría de Educación.
Con todo, competir con la trayectoria de Cruz Malpica es tanto como soñar con que de un puntapié puede volcarse el vagón de un ferrocarril o tumbarse el muro Donald Trump.
BALAUSTRES: Más disciplina, institucionalidad y hasta humildad pudo advertirse, digamos, en el PAN y el PRI con el nombramiento de los coordinadores de sus bancadas.
Por ejemplo:
En el PAN, bastó que el presidente interino, el diputado pluri reelecto, Omar Miranda, inclinara el dedo a favor de He Man Sergio Hernández Hernández para repetir en la coordinación de la bancada para que los once diputados restantes lo aceptaran, sin chistar.
Y en el PRI bastó que un par de diputados, los dos hombres, Juan Carlos Molina y Jorge Moreno Puga Salinas, miraran con simpatía a su colega Érika Ayala, ex senadora de la república, dirigente de la CNOP y lideresa sindical del COBAEV, para que ella con la más infinita ternura anunciara que era la coordinadora del grupo rojo.
En MORENA, sin embargo, dueños de todas las pelotas tanto en el Poder Legislativo como Ejecutivo que tomará posesión el primero de diciembre del año que corre, enloquecieron con el poder y el espectáculo de enfrentamiento y confrontamiento alcanzó dimensión estelar.
Y lo peor, de paso, desgastándose entre ellos mismos, perdiendo, evidenciando, desdibujando la autoridad moral y el capital político y social de políticos como Amado Cruz Malpica.
Peor, sin embargo, que en ninguno de los trece diputados a favor de los candidatos de Cuitláhuac García según reza el boletín oficial cupo la mesura y la prudencia, y el manotazo debió venir desde la Ciudad de México, pues ni siquiera el gobernador electo pudo o quiso.
Y más cuando la mayoría de los diputados locales de MORENA llegaron a la curul sin experiencia legislativa, sin fogueo en el campo de batalla, sin trayectoria política y social, sin relaciones académicas para mirar lejos, sin sensibilidad social, en muchos casos, quizá, elegidos con el gran método democrático, ajá, de la sagrada Tómbola.