México.- Paco Jémez volvería a Cruz Azul. Tiene “la espina clavada”. Pero hace una pausa. No se lo ha planteado. No lo hace, porque el entorno lo consumió, como consume el fuego un papel en blanco. Aunque presume que los detractores “se tuvieron que comer sus palabras”.
“Ahora que están en una situación muy, muy comprometida, se dará más valor a lo que nosotros hicimos”, lanza con palabras de fuego. Un Jémez, sin filtro, charla con RÉCORD. Puntualiza cada tramo y cada trecho de lo que fue un año “lleno de faltas de respeto” hacia La Máquina.
¿Qué extraña más del futbol mexicano?
Me dejó mucho aprendizaje, fue un año durísimo, un año difícil, porque el futbol mexicano y México es un país duro, sobre todo para la gente que venimos de afuera, un país distinto; eso te hace adaptarte, te hace aprender mucho, yo me llevo un aprendizaje grandísimo de México y también una satisfacción por conseguir los objetivos que el club nos había pedido, meter al equipo, después de seis campeonatos en la lucha por la Liga. Fue un buen colofón para ese año.
¿Fue duro en qué sentido?
En todos los sentidos. Cuando te vas a un país tan lejano que no es el tuyo, las cosas son diferentes; cada país y cada futbolista tiene su idiosincrasia. En Cruz Azul se vive y se juega de distinta manera. México nos abrió los brazos, pero fue muy duro lidiar con un club, en el cual la presión que tiene alrededor es brutal. Un club, al que desde el punto de vista mediático, se le maltrata demasiado; el futbol, en sí, también es un futbol durísimo, muy competitivo que no te da tregua ninguna. Acomodarte a otro clima, a otra altura, cosas que poquito a poco fuimos superando, pero costaron trabajo.
Hay que ser fuerte mentalmente para ecualizar la presión…
Sí, porque todo mundo quiere que vuelva a ser el equipo que fue hace mucho tiempo; hay poca paciencia y poco tiempo para poder conseguir eso. La gente que va a trabajar a Cruz Azul, sea entrenador, jugador, sabe que tiene un entorno muy agresivo, que no te va a perdonar ni media, que va a estar encima tuyo, que en los momentos malos te va a intentar presionar al máximo, no sé muy bien con qué objetivo, pero llega un momento en que te das cuenta que no se perdona nada.
Usted dijo que Cruz Azul no era grande y se malinterpretó…
Hay gente especialista en tergiversar los mensajes. Yo nunca dije que el club no era un club grande, dije que el equipo, que el equipo no era grande, porque no estaba demostrando ser un equipo grande. Lo dije porque lo sentía, porque los resultados eran así y lo dije también para motivar a mis jugadores. Seis temporadas más tarde, el equipo volvió a clasificar. Nos fuimos acercando a lo que yo entendía como un equipo grande; el club, claro que es grande, no tengan ninguna duda, la afición también, de la mejor que me he encontrado en mucho tiempo. Jamás puse en entredicho la grandeza de mi club, de mi afición o de la institución, solamente puse en entredicho, porque además así lo entendía, que el equipo no tenía resultados de equipo grande.
¿Le faltó tiempo en el futbol mexicano?
No, tuve el tiempo que quise. Es decir, si me hubiera querido quedar en México, seguramente me hubiera quedado y hubiéramos conseguido mucho más este año de lo que conseguimos en el pasado; hubiéramos luchado, no sólo por clasificar, sino por haber llegado mucho más grandes otra vez a la Liguilla.
¿Le hubiera alcanzado para alzar una copa?
Sí, yo creo que sí. Si el club fuese creciendo en la medida en la que puede crecer, igualando un poco el tema presupuestal, con respecto a otros equipos, Cruz Azul puede tener un equipo para pelear un título, sin lugar a dudas.
¿Al final, qué autoevaluación hace de su trabajo en Cruz Azul?
Estoy muy satisfecho con lo que conseguimos ahí. Ahora mucha gente entiende la dificultad de lo que es Cruz Azul. Ahora que están en una situación muy, muy comprometida, se le dará mucho más valor a lo que nosotros hicimos. Mucha gente que creía que íbamos a fracasar, se tuvo que comer sus palabras, se tuvieron que comer sus comentarios y tuvieron que dar su brazo a torcer, porque nosotros conseguimos los objetivos que el club nos comparte. No que digan esto, que digan aquello. Hay gente que vive sólo y exclusivamente de hablar y hay otros que vivimos sólo y exclusivamente de hacer cosas.
¿Si llegó a Liguilla, después de tanto tiempo, por qué no siguió?
Querer hacer que el equipo sea otra vez grande es un proceso que requiere cierto tiempo, requiere un poquito de paciencia. Nosotros pasamos la primera parte, que fue la peor, y después todo empezó a rodar como queríamos. Sí, es verdad que se nos quedó un poquito la espinita clavada, de qué hubiera pasado si hubiéramos seguido y hubiéramos seguido y hubiéramos hecho cuatro o cinco cositas, que nos hubieran dado posibilidades de luchar más de tú a tú con los grandes equipos como América, Tigres, Monterrey, pero fue por temas familiares.
¿Entonces se fue por temas estrictamente personales?
Deportivamente, te lo digo de verdad, me hubiera gustado seguir en Cruz Azul, me motivaba poder seguir en Cruz Azul, porque veíamos que teníamos a la mano poder poner al equipo en disposición de luchar por un título, pero familiarmente tomamos la decisión que teníamos que tomar, porque un año fuera de casa sin ver a nuestras familias, estaba pasando factura a todos.
¿Volvería al futbol mexicano?
Sí, sí. Te voy a decir una cosa clara: si algún día me planteara volver a México, es verdad que podría ir a cualquier equipo, pero me gustaría volver a Cruz Azul. Lo tengo clarísimo, lo tengo clarísimo. Sí, soy un profesional, si me llaman y me apetece la idea, puedo ir a cualquier equipo, pero si vuelvo a México, me gustaría que fuese otra vez a Cruz Azul.
¿Qué le diría a Pedro Caixinha para que no pierda la paciencia?
Ha llegado a un sitio en donde las cosas funcionan de distinta manera; ahí en el momento en el que no hay resultados, la situación se pone muy muy tensa, tensísima en todos los aspectos y es normal, porque en Cruz Azul, cada vez hacen incorporaciones, han gastado dinero, han intentado que el equipo sea más competitivo que el año pasado y hasta ahora no lo están consiguiendo, ¿no? Sólo le deseo lo mejor, que encuentre los resultados. Cruz Azul no es otro equipo, Cruz Azul es un equipo que te exige muchísimo y todo el entorno te acaba comiendo.
Parece que no existe una fórmula para regular ese entorno…
En este momento hay que tener tranquilidad, aunque es verdad que el equipo está en una posición muy comprometida por la eliminación de la Copa MX, en una situación en Liga muy, muy peligrosa, pero está en buenas manos, Pedro Caixinha es un gran técnico y tiene la experiencia suficiente como para salir de ahí. Otra cosa es que el entorno se lo permita.
Como el término ‘cruzazulear’. ¿Qué significó en su periodo?
Es un término que se utiliza para desprestigiar y para pormenorizar a un club. Estoy seguro que a muchos equipos les han pasado muchísimas cosas y a nadie le han sacado un sinónimo. Yo siempre tuve la sensación, cuando estuve en México, que había demasiada gente que le faltaba al respeto a Cruz Azul. Esa es la conclusión que he tenido. Se maneja constantemente, diariamente y era algo que me molestaba bastante, que se le pudiera faltar al respeto a un club de una manera tan fácil. Por eso yo venía con unos pensamientos de Europa, con una mentalidad, y a la hora de estar ahí no entendía muy bien.
Caixinha dijo que hacen cosas para que la gente se burle de ellos ¿Cómo se levanta la moral cuando se repite la historia de no cerrar los partidos?
América perdió un par de partidos en los últimos minutos. No vi a nadie decir que el América era un no sé qué o un no sé cuánto, por ponerte un ejemplo. Nosotros empatamos a Monterrey 2-2 en el último minuto y nadie dijo que Monterrey era no sé qué. Pero cuando lo hacíamos nosotros, todo mundo se burlaba. Es algo que es difícil de entender, que solo se vea en la entidad de Cruz Azul, todos los equipos del mundo pierden puntos en los últimos minutos y todos ganan, hay rachas. Sin embargo, solo se comentaba si era Cruz Azul el que los perdía.
Jémez siempre fue de frente. ¿Trazó una dinámica en la que quería recargar la presión en sus hombros y liberar al futbolista?
Es parte de mi trabajo quitarle la presión a los jugadores. Entendí que la presión era tan grande, tan grande, tan grande, que si recaía toda en los jugadores, iba a hacer que no pudiéramos hacer bien nuestro trabajo. Por un lado, sí, lo hice, porque es parte de mi trabajo, que consiste defender a mis jugadores, a mi club y a mi afición. Por otro lado, porque no permito tampoco que nadie le falte al respeto a las cosas por las que yo lucho y por las que trabajo. Se juntó una cosa y la otra. Tuve problemas con el que quiso tener problemas conmigo.
Desde arriba y desde afuera: ¿Cuál es el diagnóstico? Si tuviera que decir: ‘por esto no se dio el siguiente paso’
Hay un factor fundamental, que es que Cruz Azul ha perdido potencial, respecto a otros equipos, entre equipos que tienen mucho más poderío económico que Cruz Azul y eso hace que puedan hacer mejores plantillas que las que hace Cruz Azul. Eso es fundamental. Ahora, no tengo la sensación de que faltara algo, sí es verdad que es un sitio en el que la presión es brutal y es contraproducente, pero nosotros al final conseguimos los objetivos que el club nos marcó y si hubiéramos estado más tiempo, pues seguramente los objetivos hubieran sido otros, pero nosotros cumplimos con lo que habíamos ido, que era meter un equipo a la Liguilla. Pero está claro que el entorno de Cruz Azul es el que hay y la presión ahí te abruma.
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