México.- En lo que es considerado el peor atentado en la historia de Somalia, al menos 215 personas murieron y más de 350 resultaron lesionadas tras la explosión de dos camiones bomba contra un hotel y un mercado de la capital Mogadiscio.
De acuerdo con información de la agencia EFE, el ataque fue perpetrado por presuntos terroristas de Al Shabab.
Medios locales dan cuenta que la cifra de muertos es incluso mayor –alrededor de 230-, y la mayoría de las víctimas son civiles, principalmente vendedores ambulantes.
Los hospitales de la ciudad están a su máxima capacidad ante la llegada de heridos, y se reporta que no hay suficiente medicamento ni sangre para transfusiones.
Muchas de las víctimas murieron calcinadas, lo que dificulta las tareas de identificación, explicó a la agencia internacional el doctor Mohamed Abshir, del hospital de Madina.
Reportes indica que una primera explosión se produjo junto al hotel Safari, situado en la conocida como intersección K5, una de las zonas más populares de la capital y sede de oficinas gubernamentales, hoteles y restaurantes.
El segundo ataque se llevó al cabo al lado de un concurrido mercado situado junto a la antigua sede de la aerolínea nacional Somalia Airlines en el distrito de Wadajir.
El gobierno somalí decretó tres días de luto y está reunido de emergencia para aprobar nuevas medidas de seguridad; además, desplegó tropas para ayudar a los servicios de emergencia a tratar de encontrar supervivientes.
La mayoría de edificios cercanos a los lugares donde se produjeron las explosiones han quedado completamente destruidos y se teme que haya un alto número de cadáveres bajo los escombros.
El servicio gratuito de ambulancias Aamin posteó en Twitter: “En nuestros 10 años de experiencia (…) jamás habíamos visto nada como esto“.
La misión de asistencia de la ONU en Somalia (UNSOM) condenó el “bombardeo salvaje a civiles” y ofreció sus condolencias a los afectados.
El presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), el chadiano Moussa Faki Mahamat, se sumó a la condena y pidió a la comunidad internacional un “apoyo robusto” a las instituciones del país en su lucha contra el terrorismo.
Al momento los medios locales y analistas dan por hecho que Al Shabab está detrás del atentado, mientras que el grupo yihadista todavía no ha reclamado su autoría.
Este país del este de África vive en un estado de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin un gobierno efectivo y en manos de milicias radicales islámicas, señores de la guerra que responden a los intereses de un clan determinado y bandas de delincuentes armados.
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