Redacción EL PIÑERO
Loma Bonita, Oaxaca.-– De ser un humilde profesor, Nahim Morales Elvira pasó a convertirse en el nuevo millonario del pueblo piñero. En tan solo dos años de gobierno, logró terminar su “casa blanca”, un proyecto familiar que, según él, realizó con el sudor de su frente.
En esta administración 2017-2018, Loma Bonita no registró ninguna obra de impacto social, tampoco se detonó el empleo y, para variar, se eliminó el programa alimentario que se daba a personas de escasos recursos cuya asistencia social nunca se había interrumpido, al menos en los últimos nueve años.
Además, las grandes obras como el Teatro del Pueblo, el Parque Acuático y la Unidad Deportiva de la colonia Las Piñas quedaron marginadas de todo recurso y se mantienen como elefantes blancos pese a que fueron blanco de fuertes inversiones millonarias.
La labor del actual gobierno era priorizar esas obras y buscar, en todos los frentes, el recurso necesario para concluirlas pero no se hizo y quedarán como herencia al próximo gobierno que encabezará Raymundo Rivera Hernández.
Las pocas obras que se llevaron a cabo, principalmente la primera parte de la estación de bomberos, la rehabilitación del estadio de beisbol Jorge L. Tamayo, la creación de la unidad deportiva “Villa Dorada”, cuatro kilómetros de la carretera Loma Bonita- entronque Tuxtepec- Palomares, así como techados, consultorios y pavimentaciones en comunidades y casco urbano fueron gracias a la contribución de Felipe Reyes a su paso por el Congreso de la Unión.
Por su parte, el gobierno de Nahim no resaltó ninguna acción social y rindió tributo al desinterés oficial, agudizando la pobreza y convirtiendo al pueblo piñero en un campo de crisis cuyo resultado de las anteriores elecciones derivaron en la derrota del PRD y triunfo del PRI.
Pese al agrio escenario de adversidades, Nahim Morales sí alcanzó el progreso familiar, detonó su economía personal y se convirtió, de la noche a la mañana, en el nuevo rico del pueblo pobre, gozando de las bondades del dinero público. El éxito, pues, gracias a la marginación.
Y como ejemplo mostró al pueblo la conclusión de su residencia, la nueva “Casa Blanca”, que logró terminarla en tan solo año y medio de gobierno.
Quienes recuerdan a Nahim Morales, el humilde profesor del Cbtis, era una persona que apenas y reunía lo necesario para solventar los gastos de su hogar. Ahora, así muy de repente, siendo presidente municipal, elevó su estatus y se alzó ante los pobres con una pomposa vivienda ubicada sobre la calle México y Colima.
Al respecto y quienes se han visto sorprendidos por la evidente transformación precisan: Atrás quedó aquella modesta camioneta blanca de doble camina que conducía para trasladarse. Atrás quedaron sus épocas de crisis financiera. Atrás quedaron las clases, la búsqueda de chamba en cualquier espacio de los gobiernos felipistas. Atrás, como los recuerdos, quedó la humilde morada que por años mantuvo hasta convertirla en la nueva residencia, su “casa blanca”, construida, claro está, con el “sudor de su frente”, como él dice.
ANTES
ASÍ LUCÍA SU MODESTA VIVIENDA EL ALCALDE MUNICIPAL