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Alexandra, de 15 años, iba a casa y no llegó. Su cuerpo apareció con signos de tortura… en el Edomex

El Piñero

*La familia de Alexandra “N” teme que las autoridades mexiquenses no esclarezcan el feminicidio y que su caso quede impune y en el olvido, por ello, exigen una investigación profesional y eficiente.

Ciudad de México, 27 de julio (SinEmbargo).- Familiares de Alexandra “N”, la adolescente desaparecida y brutalmente asesinada en los límites de los municipios Nicolás de Romero y Atizapán, en el Estado de México, exigieron a las autoridades el pronto esclarecimiento del crimen así como la ubicación, detención y castigo del o las personas responsables.

“No quiero que su feminicidio quede como un caso más, como una carpeta más, como un crimen sin resolver. […]”, dijo Rocío, hermana mayor de la joven, en entrevista con SinEmbargo

Alexandra “N”, de 15 años de edad, desapareció cuando regresaba a su casa después de visitar a su madre en la colonia San Isidro, en Nicolás de Romero, Estado de México, el pasado viernes 12 de julio. La menor fue localizada sin vida al día siguiente: su cuerpo desnudo, con huellas de tortura y quemaduras, fue arrojado a un lote baldío en los límites municipales.

Rocío –de quien se omiten sus apellidos a petición de la misma para proteger la identidad de la menor– explicó que hasta la fecha no hay indicios o alguna pista clave que lleve hasta la persona que desapareció y asesinó a su hermana. De acuerdo con la familiar, las indagatorias están igual que al inicio y no parece existir ningún avance.

“No han investigado absolutamente nada en la Fiscalía. Aún no hay nada, ni siquiera alguna indicio o pista, la carpeta esta igual que como se empezó”, dijo.

La familia teme que las autoridades no ubiquen ni encuentren al o los responsables del crimen y que su caso quede en el olvido e impune, por ello, clamó por una investigación profesional y eficiente. “Ella ya no va a regresar, lo único que nos queda es que se haga justicia”, expresó la familiar.

CUIDABA A SUS HERMANOS

Alexandra era la tercera de cinco hermanos. Todos vivían con su papá tras la separación de sus progenitores. La madre vivía en la colonia San Isidro.

La jovencita era quien se encargaba de cuidar a sus dos hermanitos, de 7 y 5 años de edad, mientras sus hermanos mayores y su padre trabajaban. La menor había pausado sus estudios tras concluir la primaria, sin embargo, planeaba cursar la secundaria abierta a partir del ciclo escolar que está por empezar.

“Ella se quedaba en casa parte del día a cuidar a mis hermanitos en lo que los demás llegaban”, comentó la entrevistada.

Alexandra no tenía aún definido que profesión quería cursar, pero sí tenía la ilusión de poner un negocio propio. Su sueño era ser microempresaria y dar empleo a otras personas.

“Era muy tranquila. Las personas de aquí de la localidad saben que ella, nosotros, mis hermanos siempre hemos sido muy tranquilos, que procuramos no buscar problemas. Ella era muy querida por los vecinos”, platicó la hermana.

DESAPARICIÓN Y ASESINATO

Alexandra había conseguido un empleo temporal y el sábado 13 de julio sería su primer día. La tarde del viernes acudió con su mamá para decirle que ella junto con sus dos hermanos menores se quedarían en su casa por una o dos semanas.

La adolescente estuvo con su madre hasta poco después de las ocho de la noche; luego cuando salió rumbo a su vivienda, la cual está a 45 minutos de distancia, platicó la familiar.

Roció vio por última vez a su hermana durante la mañana del viernes antes irse a su empleo. En ese momento le explicó a su hermanita que esa noche ella no llegaría a dormir, pero que por la tarde le llamaría por teléfono para confirmar si iría a trabajar al día siguiente.

“Yo me salí y me dijo ‘te vas con cuidado’, yo jamás me imaginé que sería el último día que vería a mi hermana [..] Cuando salí del trabajo decidí llamarle en la tarde a mi hermano, pero él me dijo que aún no llegaba a la casa”, recordó.

Rocío llamó a su mamá para preguntar por la joven, pues sabía que Alexandra iría a visitarla, pero la madre le comentó que ya se había marchado.

La hermana le llamó a su casa, con su papá, pero no contestaron la llamada. Pensó que quizá estaban cenando y decidió ya no marcar de nuevo, “me fui hacer mis cosas, yo me quedé con la idea de que Alexandra llegó a la casa, mi mamá también se quedó con la idea que llegó a casa y mi papá pensó que quizá se habría quedado con mi mamá”, explicó la hermana.

Al día siguiente nuevamente llamó a casa, cerca de las ocho de la mañana, y su papá le informó que Alexandra no había llegado. Se extrañó porque la mamá le comentó que se había ido a su casa.

“Le volví a llamar a mi mamá y me confirmó que jamás se quedó con ella, entonces le marqué a mi papá y también me dijo que no sabía nada”, indicó. Fue entonces que Rocío, su padre y familiares comenzaron a llamar a otros parientes en busca de la quinceñera.

Rocío se fue a trabajar con la esperanza que Alexandra se hubiese ido con alguna de sus amigas sin avisar. Optó por esperar unas horas, hasta mediodía que la preocupación creció porque ya había pasado el tiempo y no sabía nada de la joven.

La mamá de Alexandra y su pareja acudieron al Ministerio Publico para interponer la denuncia, pero no les fue levantada el acta de hechos pues no llevaban los requisitos suficientes, comentó Rocío.

“Lo que se nos ocurrió en ese momento mientras se interponía la denuncia fue pedir a mi prima que posteara la foto de mi hermana, le pasé las características y lo hizo”, explicó.

La familiar subió a redes la búsqueda de Alexandra. La publicación fue rápidamente compartida. Al transcurso de un rato, autoridades de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México en Barrientos se comunicaron con los parientes y notificaron que por la mañana habían encontrado un cuerpo sin vida que coincidía con las características de la joven.

El cadáver de Alexandra fue localizado la mañana del sábado en una especie de barranco entre el Condado de Sayovendra y Casablanca, en el municipio de Atizapán, cerca de una barda que divide los municipios de Atizapán y Nicolás de Romero. Fueron pobladores de la zona quienes hallaron el cuerpo cerca de las 8 de la mañana y dieron aviso a las autoridades.

El padre y los hermanos acudieron a la Fiscalía de San Pedro Barrientos en Tlalnepantla y reconocieron el cuerpo.

“Sí era mi hermana por sus ojos y sus facciones, pero únicamente la vi del rostro hacía arriba […] La encontraron sin nada, por lo que leí parece que la aventaron de aquí de Nicolás Romero, cayó en un lote baldío, totalmente desnuda”, agregó la entrevistada.

La necropsia forense determinó que la joven murió alrededor de las 5 de la mañana por estrangulamiento.

“Se perdió como a las 9 de la noche. Tantas horas que quién sabe qué le hicieron. Me tortura mucho imaginar todo lo que vivió mi hermana en ese momento, pero más que aún no haya ningún presunto responsable”, expresó la familiar.

El cuerpo de la joven no tenía su brazo derecho. A la familia le explicaron que un peritaje arrojó que fue la fauna que empezaba a comerse el cuerpo. El cadáver también presentaba quemaduras, al parecer post mortem “intentaron quemar su cuerpo para eliminar huellas, pero ella murió por estrangulamiento”, agregó la familiar.

SIN PISTAS

Rocío reiteró que hasta el momento no hay indicios ni ningún dato que lleve o ayude a identificar a él o las personas presuntas responsables del crimen. “Aún no hay ni siquiera ni una pista clave o algo que por lo menos nos haga saber de algún sospechoso o apunte a al presunto responsable. No hay nada”.

Se presume que Alexandra, cuando salió de la casa de su madre, se dirigió hacia una de tres paradas de camión que hay en la zona: Barrón, San Idelfonso y la vía corta. Todos los paraderos están entre 10 y 15 minutos de distancia, máximo 20 minutos, sin embargo, la familia desconoce cuál fue el sitio que tomó: “Tampoco sabemos si llegó a la parada de camión, no sabemos si en el transcurso de la casa de mi mamá hacia la parada se la hayan robado o después de tomar el transporte”.

“El caso está en la Fiscalía, pero aún no se sabe nada. Ya han tomado las cámaras de vigilancia de los locales cercanos a los tres paraderos a las que pudo haberse dirigido, pero aún no me dicen nada si hay resultados”, explicó la familia.

Hasta el momento los agentes ministeriales trabajan en indagar a fondo cuáles eran las amistades de Alexandra.

La familia pide que el caso sea esclarecido: “Mi hermana ya no va a volver y no nos queda otra cosa más que exigir justicia, pedir a la Fiscalía que pongan todo su empeño en hacer lo posible por buscar quién fue el culpable, encontrar las pistas”, dijo.

Rocío también solicitó apoyo para atención psicológica para la familia y que mejore la atención a las víctimas, pues denunció que hasta el momento las autoridades no les han brindado la información necesaria y desconocen cómo hacer valer sus derecho. “Necesitamos el apoyo psicológico y la fiscal me dice que sí, que luego”, señaló.

La joven también lanzó un llamado a las autoridades municipales a mejorar la seguridad en el municipio de Nicolás de Romero.

“Ni siquiera nos sentimos seguros donde vivimos […] Me gustaría que hubiera más seguridad porque se está haciendo rutinario que a diario matan a alguien aquí, siento que el Presidente Municipal no se está poniendo las pilas”, indicó.

Finalmente, la hermana mayor de Alexandra lamentó que las mujeres tengan que  vivir con miedo y al pendiente de su seguridad ante el grave clima de violencia feminicida que persiste en México y particularmente el Estado de México.

“Que mi caso les sirva a las jóvenes para cuidarse, porque yo era de esas personas que sabía que existían los feminicidios, pero siempre lo tomé a la ligera, yo salía a fiestas, saliendo tarde, pero después de lo que pasó es una terrible lección para protegerse y más nosotras que somos mujeres”, apuntó

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