• Contrario a Tuxtepec, donde varios hombres mataron un cocodrilo moreletii a martillazos, para después comérselo.
Redacción/El Piñero
Guadalupe Ángeles Hernández Juárez, estudiante del Cobao 21 de San Lucas Ojitlán, se dedicó a cuidar los huevos que dejó un caimán hasta su nacimiento, salvando una especie que está en peligro de extinción.
La Chinantla Oaxaqueña, es rica en flora y fauna, los huevos que resguardó Guadalupe, ya nacieron y está esperando el momento adecuado para regresarlos a su entorno hábitat natural, sanos y salvos.
La estudiante dijo que colocó los huevos bajo tierra para asegurarse de que eclosionaran después de salvarlos. Los caimanes, según ella, pueden crecer hasta una longitud máxima de 7 metros cuando son adultos, aunque ahorita normalmente miden solo entre 28 y 30 centímetros.
La estudiante habló de la importancia de proteger esta especie en peligro de extinción, señalando que dado que los animales son cazados y valorados por su carne y grasa, es fundamental salvarlos y devolverlos a su entorno nativo.