El Presidente afirmó que la voluntad de las comunidades será consultada y respetada.
En un mitin en el que sobresalieron las protestas y pancartas contra proyectos de infraestructura impulsados por el gobierno del Estado de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador se comprometió a que desde el gobierno federal no se impondrán obras que las comunidades indígenas rechacen.
“Vamos a respetar siempre la voluntad de los pueblos, no va a haber imposiciones, no vamos a cometer los errores que se cometieron en el pasado, vamos siempre a escuchar a todos, vamos a escuchar al pueblo”, dijo en su participación en el diálogo con los pueblos náhuatl, mazahua, otomí, matlatzinca y tlahuica en Texcoco, Estado de México, última escala de su gira de fin de semana por pueblos indígenas de Tlaxcala, Hidalgo, Puebla, Veracruz y Estado de México.
En este acto, sobresalieron los abucheos y las pancartas y protestas contra el mandatario mexiquense, Alfredo del Mazo, quien acompañó al Presidente.
Las protestas tenían distintas motivaciones: la construcción de la autopista Naucalpan-Lerma, el aumento al precio del transporte público y la construcción de pozos, entre otras. Las consignas rezaban “¡El agua no se vende, el agua se defiende!”, “¡No queremos autopista!” o “No a los pozos profundos en Huixquilican”. Otras decían “Fuera Antorcha de los pueblos originarios del Valle de México” y “Los tlahuicas piden el alto a la tala clandestina”. Entre los manifestantes estaba el líder de los campesinos de Atenco, Ignacio Del Valle.
El presidente escuchó las demandas que conjuntaron en un pliego los grupos indígenas de la región y les aseguró que no les va a fallar y que siempre lo va a escuchar.
“No nos deben de confundir porque lo que quisieran algunos que se consideran de izquierda, lo digo con mucho respeto, es que nosotros hiciéramos lo mismo que hacían los de antes para poder señalar ‘ya ven, son lo mismo, son iguales’”, dijo.
“Quieren meternos a todos en el mismo costal, pero como decía en campaña, me pueden llamar Peje, pero no soy lagarto”, aseguró.
Luego, se refirió a quienes se oponen al proyecto del Tren Maya, sin llamarlos por un nombre en específico, aunque el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) es el grupo que en días recientes criticó el proyecto del Tren Maya. Dijo que “quieren que quedemos mal”.
Acusó que “ellos no creían ni apoyaban que se iba a lograr la transformación de manera pacífica y pensaban que íbamos a fallar. Es una interpretación que tengo”, dijo.
“Ahora los que pensaban que no íbamos a lograr esta transformación sin violencia, están un poco desquiciados, los veo muy nerviosos y a veces asumen actitudes de los conservadores. Lo que se dice a veces, de que los extremos se tocan, la extrema derecha y la extrema izquierda, pero afortunadamente ya están reflexionando de que no se puede hacer oposición a un gobierno que está gobernando para servir al pueblo”, dijo el presidente.
Asimismo, criticó que en el pasado los que se oponen al Tren Maya, no se opusieron a la concesión de 90 millones de hectáreas para explotación minera.
“Los que ahora se oponen al Tren Maya no dijeron nada absolutamente”, reprochó.
Con información de www.milenio.com