Jaime GUERRERO
El Congreso del Estado, analiza la abrogar, es decir anular, el decreto legislativo 234, de fecha 30 de Diciembre de 1997, publicado el 20 de Junio de 1998, por el cual se creó el organismo público descentralizado del gobierno del Estado, denominado “HOSPITAL DE LA NIÑEZ OAXAQUEÑA”, para constituirlo como unidad médica dependiente de los Servicios de Salud del Estado de Oaxaca.
El patrimonio del organismo público descentralizado denominado Hospital de la niñez Oaxaqueña pasaría a formar parte del patrimonio centralizado del Gobierno del Estado de Oaxaca, quien recibirá el inmueble en donde funciona dicha unidad médica así como los activos, bienes muebles , equipo y material médico quirúrgico y medicamentos.
Mientras que los pasivos del Hospital de la Niñez Oaxaqueña serán cubiertos por el Gobierno del Estado de Oaxaca.
La iniciativa se encuentra actualmente en Comisiones.
En medio de las crisis que atraviesa ese nosocomio, el coordinador de la bancada del PAN, Juan Mendoza Reyes, reconoció que los hospitales juegan un papel importante para lograr el derecho constitucional a la salud por parte de las personas, quienes dan por hecho que existe en ellos una calidad técnica y humana.
En el caso del Hospital de la Niñez Oaxaqueña, creado mediante decreto 234 por la Quincuagésima Sexta Legislatura Constitucional del Estado Libre y Soberano de Oaxaca, refirió que fue establecido con el firme propósito de garantizar el acceso a la salud de manera especializada aun sector de la población, en este caso a la niñez oaxaqueña.
“Durante años, el Hospital de la niñez oaxaqueña, pudo sortear sus necesidades económicas, hoy el esquema administrativo para hacerse de recursos ha colapsado, lo que provoca un déficit en su atención ante la creciente demanda de la misma”, lamentó.
Por ello, la alternativa es modificar el régimen jurídico de esa institución para garantizar su acceso a otras fuentes de recursos federales, que garanticen la cobertura, la operatividad de sus servicios y sobre todo, la certidumbre de su planta médica y laboral.
Mendoza Reyes, recordó que conforme a lo dispuesto por el artículo 77 bis 6, de la Ley General de Salud, el Ejecutivo Federal por conducto de la Secretaría de Salud Federal y el Ejecutivo del Estado, con fecha 10 de marzo de 2 0 1 5, celebraron el Acuerdo de Coordinación para la Ejecución del Sistema de Protección Social en Salud con base en el modelo nacional y acorde a los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo y del PROCESA, en cuyo contenido se prevé que la organización del Régimen Estatal de Protección Social en Salud del Estado de Oaxaca deberá gozar de personalidad jurídica y patrimonio propios, contar con un órgano de gobierno presidido por el Titular de su Instancia Rectora Local y deberá convocarse como invitado permanente a un representante de la Secretaría de Salud Federal.
Además se prevén las responsabilidades financieras y normativas que deben regir a dicho Régimen Estatal en materia de protección social e n salud y la estructura mínima que debe contemplar dicho organismo.
De acuerdo a Mendoza Reyes, esa instancia de carácter estatal, es la encargada, entre otras cosas, la de establecer la Red de Prestadores de Servicio para el Sistema de Protección Social en Salud, y en ella no se encuentra incluido el Hospital de la Niñez Oaxaqueña.
Es por ello que propuso abrogar el decreto legislativo 234, de fecha 30 de Diciembre de 1997, publicado el 20 de Junio de 1998, por el cual se creó el organismo público descentralizado del gobierno del Estado, denominado “HOSPITAL DE LA NIÑEZ OAXAQUEÑA” para que se constituya como unidad médica dependiente de los servicios de salud del Estado de Oaxaca.
Aclaró que el personal que actualmente presta sus servicios en el organismo público descentralizado pasará a formar parte de la unidad médica sin demérito de sus derechos laborales.
“Frente a esta problemática de una de las instituciones insignia en la atención de la salud de la niñez oaxaqueña, todos somos responsables de procurar una respuesta a la altura de ese gran reto. No podemos permitir el deterioro y el riesgo de colapso de una institución de salud pública de calidad para los futuros ciudadanos que van a tomar las riendas del desarrollo de nuestro estado”, concedió.
Reconoció que padres de familia, autoridades de salud federales, el gobierno estatal y los legisladores de todos los partidos políticos, deben hacer su parte para procurar la salud y un buen futuro para la niñez oaxaqueña.