Luis Velázquez/Malecón del Paseo
Veracruz. 16 de febrero de 2018.-EMBARCADERO: Con Javier Duarte y Arturo Bermúdez, Veracruz, un territorio más grande que varias naciones de América Central (Honduras, Guatemala, Salvador y Nicaragua), trepidó entre la vida y la muerte… La vida cotidiana hecha astillas y escombros… La población, víctima de las hordas policiacas aliados con los malandros para consumar la desaparición forzada… Los padres, más, mucho más las madres (los hombres trabajando para llevar el itacate y la torta a casa), buscando a los hijos desaparecidos… Y en el palacio de gobierno de Xalapa, el desdén político ante el dolor y el sufrimiento… El peor error de Fide l Herrera Beltrán, heredar la gubernatura a Duarte… Y el peor error de Enrique Peña Nieto, permitir el saqueo y la desaparición forzada, sin dar el manotazo, jefe supremo del mundo priista… La noche ciega y tétrica de Veracruz en que la muerte siempre tuvo permiso… El autoritarismo en su hora estelar… Una banda mafiosa aplaudiendo a Duarte, incluidas sus barbies que se creían merecedoras de todo… La jefa máximo escribiendo en su diario “Merezco abundancia, merezco abundancia”, viviendo hoy en Londres, una de las ciudades más caras del mundo…
ROMPEOLAS: Todos quienes estamos vivos fuimos, somos, seremos sobrevivientes del capítulo estaliniano de Veracruz… Demasiado tarde conoció Fidel Herrera a Duarte y se deslindó… Demasiado tiempo dejó correr Peña Nieto, con todo y los informes del CISEN, las secretarías de Gobernación y Hacienda y Crédito Público, y la Auditoría Superior de la Federación, y la Procuraduría General de la República… Un día, sin embargo, trascendió el saqueo y la violencia institucionalizada y la mitad de Veracruz y la otra mitad supieron del infierno… Otro día, el bumerang llegó al país… Y cuando despertaron, el monstruo caminaba en el mundo… Veracruz, dijo entonces, el sacerdote José Alejandro Solalinde Guerra, “es el cementerio de migrantes más largo y extenso del país”… Las ONG de reporteros del planeta declararon a Veracruz “el peor rincón del mundo para el gremio reporteril”… Javier Duarte, heredero de Adolfo Hitler, José Stalin, y Benito Mussolini, aun cuando su héroe máximo de la historia bélica, sórdida y siniestra era Francisco Franco… Más, mucho más que por su voz tipluda, por el número de muertos en la guerra civil… Duarte, el exterminador de la vida y de la dignidad humana…
ASTILLEROS: Quizá para Duarte y Arturo Bermúdez y amigos que los acompañaron fue tan necesario matar como el pan y las frutas y los frutsis… Se fue Duarte cargando la deshonra en la espalda y en la panza y la extensa y larga hora amarga de Veracruz habría volado al cielo… Cierto, los desaparecidos siguen como, por ejemplo, el matrimonio Marisela Sarmiento Villalobos, dueña de una boutique en Paso del Macho, y Antonio León Guzmán, vendedor de autos, y sus amigos defeños, Julieta Gómez Güémez y Julio César Hermida Viñas, levantados el 3 de febrero en el puerto jarocho donde gobierna el alcalde Fernando Yunes Márquez… Y desde luego, quisiera entenderse que los presuntos secuestradores son los malandros, aun cuando nadie descartaría, como se afirma en el pasillo político, que son, podrían ser, los agentes siniestros que todavía son fieles al ex secretario de Seguridad Pública preso en el penal de Pacho Viejo… Pero con todo, Duarte y sus amiguitos pusieron a todos en Veracruz en “el gran hocico de la muerte” como escribiera Pablo Neruda, en sus memorias, “Confieso que he vivido”… Y es que en el sexenio anterior los 8 millones de habitantes de la tierra jarocha conocimos el vacío, aun cuando los familiares de las víctimas conocieron el infierno del sufrimiento…
ARRECIFES: Y el infierno del sufrimiento en sus casas, de donde los hijos y parientes fueron secuestrados… Y en las calles, donde muchos, muchísimos cadáveres fueron tirados… Y en los ríos, donde los cuerpos flotaban aguas abajo… Y en los canales de aguas negras, donde los cachitos de los cuerpos eran arrojados en bolsas negras de polietileno, como si fueran basura, cascajos y escombros… La angustia humana… Cierto, el dolor, pero la angustia de los años oscuros y las horas solitarias en el desamparo… Y más, porque se trataba de una desaparición forzada y que ante el derecho internacional expresa la siniestra alianza entre los políticos, los jefes policiacos, los policías y los carteles y carteles para desaparecer personas y aniquilar tanto la vida como la esperanza… Y, claro, el legítimo derecho humano a vivir… Duarte y Bermúdez, con sus campos de concentración, campos Gulag, el más conocido en América Latina, las “Colinas de Santa Fe”, allí donde la brisa marina del Golfo de México se estrellaba en las fosas clandestinas donde sepultaban tanto como a otros malos como a inocentes, incluso, hasta funcionarios incómodos para el grupo político en el poder sexenal, caso el ex Agente del Ministerio Público y su secretario con sede en Cardel…
PLAZOLETA: Hay en Veracruz nombres con sílabas de ritmo y cachondez, de misterio y esplendor, de rumba y alegría… “Sonidos aureorales” les llamaba Pablo Neruda… Co/sa/ma/loapan… Tla/co/tal/pan… Ux/pa/na/pa… O/ton/te/pec… Zon/go/li/ca, entre tantos otros… Pero con la dupla Duarte y Bermúdez y anexos y conexos, todos ellos mudaron en un río de sangre y en un valle de la muerte y las fosas clandestinas que nunca, jamás, se conocían en la tierra olorosa a caña de azúcar, café y cítricos, mar y brisa marina… “Los críticos de mi gobierno no quieren a Veracruz” decía Duarte, en tanto Ainara, Corintia, Anilú y Dominga le aplaudían y Karime seguía escribiendo su diario fatídico… El pintor Diego Rivera, más conocido por Frida Kahlo, aconsejaba comer carne humana y Duarte se volvió su discípulo más aventajado en su capilla jarocha… Y en vez de que durante los años del sexenio anterior se recogieran conchas marinas a la orilla del Golfo de México se levantaron cachitos de los hijos desaparecidos… Veracruz, en tinieblas… Javier Duarte, el emperador azteca “mil veces más intocable que la familia real de Inglaterra” (Pablo Neruda) y que los zares de Rusia durante trescientos años…