- En el quinto año de su Gobierno, Enrique Peña Nieto y su gabinete se han concentrado en operar para su partido –el Revolucionario Institucional– y trabajar desde ya en la transición política, contrario a lo que ha sucedido en ese mismo periodo con los cuatro presidentes que lo antecedieron, quienes en ese mismo quinto año comenzaron a consolidar todo el trabajo hecho.
- De acuerdo con analistas, a Peña Nieto el tiempo ya se le acabó y la promesa de “Mover a México” en materia económica está lejos de cumplirse. Por ello, lo mejor que puede suceder es que se limite a dejar una economía más o menos estable.
- Un comparativo de las cifras de crecimiento, deuda, inflación, pobreza, salario y empleo del quinto año de Peña contra los últimos cuatro presidentes reflejan que con el político mexiquense algunos indicadores negativos se mantuvieron, pero otros, de plano, aumentaron de manera desproporcionada, lo que generó que la economía de México apenas y se mueva.
SEGUNDA DE UNA SERIE
Por Daniela Barragán
Ciudad de México(SinEmbargo).– Una deuda de casi el 50 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), una inflación que acabó con el ya de por sí deteriorado salario mínimo; una pobreza que aumenta constantemente y una tasa de desempleo de 4 por ciento, son los números con los que Enrique Peña Nieto llega a su quinto año de gobierno.
El 1 de diciembre de 2012, en su discurso de toma de posesión, el Presidente se comprometió con la prosperidad de México.
“En la vida de un país, seis años son un periodo corto, pero 2 mil 191 días son suficientes para sentar las bases de lo que desde ahora debe ser nuestra meta: Hacer de México un país próspero, de oportunidades y de bienestar para todos”.
También destacó una frase que, luego, utilizaría por algunos meses como puntal de su administración, hasta que los primeros resultados comenzaron a mostrar que su objetivo no sería posible.
“Es tiempo de mover a México. Seamos parte de la generación que logre la transformación nacional”.
El quinto año de la administración federal, al menos en los últimos cuatro sexenios, fue siempre el de la consolidación de las metas de Gobierno para los presidentes que antecedieron al político mexiquense; además es el último año que el Primer Mandatario gobierna por completo 12 meses.
Pero, destacan especialistas, Peña Nieto se ha dedicado a visitar diversas entidades –especialmente el Estado de México, lugar donde nació y gobernó el Jefe del Ejecutivo federal, y donde el próximo 4 de junio se elegirá a nuevo Gobernador– para inaugurar obra pública y destacar el trabajo hecho y los buenos resultados de su administración, que significó el regreso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a Los Pinos.
SinEmbargo comparó los números en torno a la economía –crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), deuda, inflación, devaluación, pobreza, salario y tasa de desempleo– del quinto año de Peña Nieto contra los del mismo periodo de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000), Vicente Fox Quesada (2000-2006) y Felipe de Jesús Calderón Hinojosa (2006-2012).
Cada uno de los rubros de la actual administración muestran que las promesas que trajo el paquete de reformas estructurales no se cumplieron y, aunque aún se habla de éstas, la prosperidad con la que se vendieron a los mexicanos se mira lejana. Hoy, no hay ningún elemento que, de acuerdo con economistas y analistas financieros, permita pensar en que el país tendrá una economía fuerte ni que la gente pueda tener la seguridad de que su salario le será suficiente para vivir.
De acuerdo con los números de los cuatro ex presidentes contra los Peña Nieto, el escenario más cercano al actual es el de los también priistas Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo. Con Vicente Fox, la cifra que es similar es la de la tasa de desempleo; Calderón supera a todos en ese rubro, pero Peña ya está cerca de alcanzarlo.
Los números que coinciden en todas las administraciones son las de pobreza, que se ha mantenido en crecimiento de manera constante, mientras que el salario aumentó unos cuantos pesos.
El escenario actual es poco alentador si se analizan las cifras que obsesionan al Gobierno federal que preside Peña Nieto.
Las de crecimiento económico, que en este sexenio han sufrido ajustes, siempre a la baja, y las estimaciones tienen un techo y un piso de apenas un punto porcentual; la pobreza, en donde el año pasado el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) acabó con las cifras históricas que la medían, razón por la que desde 2015 se tienen los mismos números y, finalmente, la medición del empleo, que se realiza a partir de los afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y que en el último año presentó un registro masivo de jóvenes mayores de 18 años, por lo que el Gobierno federal destaca que cada uno de estas inscripciones es un empleo creado.
CRECIMIENTO DEL PIB
El crecimiento actual del país puede terminar en un nivel más bajo que en 1993. La última estimación del Banco de México (Banxico) y de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) prevé que el país crecerá entre 1.3 y 2.3 por ciento.
La cifra que más se acerca a eso es la de Carlos Salinas en 1993, cuando el país creció 2 por ciento. Para 1999, fue de 3.7 por ciento, para 2005 fue de 3 por ciento y en 2011 se ubicó en 4 por ciento.
Con la cifra de 2017, lo que es un hecho es que se crecerá menos que en 2016, cuando se creció 2.6 por ciento. Las proyecciones previas oscilaban entre un 2 y 3 por ciento y ese rango es ahora, para Hacienda, la expectativa para 2018; en tanto, el Banco Central lo estima de 1.7 a 2.7 por ciento.
La historia de este 2017 ha sido similar a la de años anteriores: cada determinado tiempo las estimaciones se modifican… y esos cambios han sido siempre a la baja.
DEUDA
La de 2017 de Enrique Peña Nieto es ya casi del doble que la del quinto año de Salinas y a la de Zedillo. La deuda respecto al PIB ahora se ubica en 49.1 por ciento frente al 25.85 y 28.7 por ciento del salinismo y el zedillismo, respectivamente.
En los sexenios panistas, en el quinto año se situó en 19.6 por ciento con Fox y luego aumentó a 27 por ciento con Calderón.
Al cuarto trimestre de 2016, el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) –la deuda pública total– ascendió a 48.4 por ciento del PIB, lo que equivale a 9 billones 797 mil 439.6 millones de pesos.
INFLACIÓN
Luego de un periodo complejo, en 2005 la inflación parecía controlada. En 1993 con Carlos Salinas los niveles inflacionarios se ubicaron en 11.32 por ciento, luego pasaron a 12.32 por ciento y con Fox, cayeron a 4.60 por ciento. Con Calderón en 2011 la inflación se ubicó en 3.82 por ciento.
Con Enrique Peña Nieto, el primer año de este mes fue decisivo. A mayo, la inflación está ubicada en 5.82 por ciento y contrario a lo que sucede con la cifra de crecimiento, la inflación va en aumento.
Por años, el Banco de México argumentó que una de las principales razones por las que no podía aumentar el salario mínimo es porque se desataría la inflación. Pero para enero, el aumento del precio de la gasolina fue el factor que reventó el límite de 4 por ciento previsto por esta entidad, ya que los nuevos precios podrían provocaron una oleada de aumentos en toda la cadena productiva.
En abril, Banxico elevó su estimación de inflación de 5.39 por ciento a 5.56 por ciento para el 2017; mientras que el pronóstico para el 2018, prevé que concluirá en 3.88 por ciento, también por arriba de la estimación previa de 3.86 por ciento.
DEVALUACIÓN
Este rubro, que fue evaluado acorde a los resultados sexenales, muestra el camino de la moneda cuesta abajo. Si bien con Salinas y Zedillo, la situación económica del país atravesaba por un quiebre rotundo, logró estabilizarse.
Con Salinas, el nivel de devaluación fue de 48 por ciento (recibió el dólar en 2.28 pesos y terminó en 3.39), con Zedillo, la devaluación del peso fue de 140.20 por ciento (con el dólar en 3.39 y finalizando en 9.44 pesos).
Fue con Fox cuando la devaluación se colocó en 16.81 por ciento, con un dólar que arrancó en 9.4 pesos y terminó en 10.98 pesos.
Luego, con Calderón la depreciación del peso fue de 18.82 por ciento, con el dólar que país de 10.94 pesos a 13.01.
Peña Nieto superó los niveles de Salinas. La devaluación se calcula de 65.15 por ciento, derivada de un dólar que arrancó en 12.93 pesos y que ahora está en 19.95, pero que alcanzó los 21.42 pesos.
POBREZA
Los niveles de pobreza de México con Enrique Peña Nieto superan por 10 millones a los de Salinas de Gortari. En 1993 había 47 millones de personas viviendo en pobreza, lo que representaba el 52.4 por ciento de la población total.
Creció con Ernesto Zedillo a 52.7 millones, es decir, el 53.6 por ciento de la población.
Con Fox la cifra cayó a 48.9 millones, para luego aumentar casi cuatro millones. Así, en México el 47 por ciento de México vivía en la pobreza. Con Calderón, la cifra llegó a 53.349 millones (el 45.5 por ciento de la población total).
Con Peña Nieto, de acuerdo con la medición del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) presentada en 2015, que toma cifras de 2014, hay 55 millones 341 mil pobres en el país, es decir, el 46.2 por ciento de la población.
SALARIO
Los 9 mil 942 pesos mensuales que actualmente gana un trabajador, según el Inegi, contrastan con el costo de la canasta alimentaria y de servicios para una familia promedio de cuatro integrantes, la cual vale 7 mil 252 pesos, en la zona rural, y 11 mil 276 pesos en la urbana.
Eso es en 2017 y al débil poder adquisitivo del salario se le agrega el tope de inflación que es modificado a la alza de manera recurrente.
Fue justo eso lo que acabó el inicio de recuperación del salario mínimo anunciado por las autoridades. El salario para este año quedó en 80.04 pesos por los 4 pesos del Monto Independiente de Recuperación (MIR). Hasta entonces los aumentos eran de unos cuantos pesos e incluso centavos.
A no ser por el gasolinazo que terminó por comerse el salario, el de Peña hubiera sido un logro o el inicio de uno. Esta cantidad había partido de 14.27 pesos, luego de 34.45 pesos, 46.80 pesos y 59.82 pesos.
TASA DE DESEMPLEO
Esta cifra es otra que parece mantener un constante crecimiento.
Con Carlos Salinas, la tasa de desempleo se ubicó en 3.7 por ciento y con Zedillo bajó a 2.5 por ciento.
Fue con el PAN que la cifra repuntó. Fox en 2005 la situó en 3.58 por cuento y Calderón dio el brinco a 5.58 por ciento.
Actualmente, la cifra se ubica en 4 por ciento, es decir, hay, según cifras oficiales, 2.4 millones de desempleados en el país.
Sin embargo, tan sólo en 2016 el número de asegurados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) aumentó 3.8 por ciento y la principal fuente de trabajo está en el sector informal, en el cual se emplea el 57 por ciento de los mexicanos económicamente activos (32 millones 511 mil 403 personas).
De los más de 52 millones de empleos registrados en el tercer trimestre del 2016, más de 7 millones 850 mil ganó sólo el salario mínimo; más de 14 millones 804 mil trabajó más de 48 horas a la semana y 4 millones 35 mil 512 afirmaron tener la necesidad de un trabajo adicional (están en subempleo), de acuerdo con el Inegi.