Por: Eugenio González
Los daños catastróficos son usados por muchos políticos para llevar “agua a su molino” así se ha visto desde siempre y suponemos se seguirá viendo años después; pero el combinar la ayuda humanitaria con logotipos y nombres populistas ya es un cinismo bárbaro.
Pero que podemos esperar del gobierno que cambiaría Veracruz Ya, Ya, Ya…
Despensas con etiquetas, folletos, y camiones rotulados, todo, con recursos veracruzanos, cual vil campaña política son despachados hacia las zonas de riego, como recordatorio perenne de quien es el salvador de ellos…
Yunes, el apellido del cual todos los veracruzanos están hartos, se ve otra vez usado para el sucio proselitismo, aquel que sodomiza al pobre, al damnificado, que “cosaliza” al indigente o margina de facto al que recibe esa ayuda tan necesaria.
Pero que podemos esperar de una persona que se ha preocupado por salir en la televisión alardeando mucho y con pocos resultados, cuando ha decidido cual trono imperial, heredar el trono al hijo.
Miguel Angel Yunes Linares debería sentirse asqueado de lucrar políticamente con esto, o con todo, no ha podido con el paquete, se le olvidó que su misión no es ser el cancerbero del PRI en Veracruz, sino de ser el representante social de un estado vapuleado por la delincuencia.
Semáforo Delictivo lo ha señalado, Veracruz es el primer lugar en Violaciones, Asesinatos violentos y Secuestros.
Es primer lugar en desapariciones y amenazas a reporteros, es primer lugar en desfalco de recursos públicos…
Pero los camiones con la leyenda de “Yunete” están por doquier…
La gente se cansó, se hartó de la desfachatez de esos polítiquillos que se llenan las bolsas de dinero y solo se sirven de la gente, de esos, solo que no sabe expresarlo, solo qe cuando el hambre aprieta deben de hacer “tripas corazón” y emitir el voto a quien le “llene el ojo al macho”
Y el agua de los ríos seguirá desbordándose, y los huracanes podrán seguir llegando, que los políticos les reciben con los brazos abiertos sabedores de que de ahí se toman su tremendo cacho de raja social para sus mezquinas intenciones electoreras.