LPO
A un mes y medio de la elección en el PRI es casi un final inexorable que Alejandro Moreno Cárdenas será el próximo dirigente nacional. El campechano conoce su ventaja y la administra: tras un inicio de grandes movilizaciones y actos masivos, ahora reduce su intensidad para volver a incrementar el músculo operativo en los últimos 10 días de la elección. Ya tiene listo el personal para fiscalizar las 6000 casillas donde se define el destino del tricolor. Hasta ahora Ivonne Ortega, su única rival, tiene algo más de 1000 personas. Las diferencias son ostensibles.
Al tanto de este devenir, Ortega busca rediseñar su futuro y de momento todo apunta a las Redes Sociales Progresistas, el partido de Elba Esther Gordillo que busca llegar con aval legal a la contienda intermedia del 2021. El artífice de esta maniobra es Luis Carlos Urzúa, emrpesario del juego regiomontano y principal auspiciante de un partido en el cual confluyen figuras de todo tipo como la “Maestra”, el “Profe” Humberto Moreira y hasta el consejero jurídico de la Presidencia Julio Scherer.
Ortega recalará en este destino tras la casi segura derrota en el PRI y buscará llegar con una cantidad de militantes que faciliten la conformación del nuevo espacio político.
El destino de estos proyectos se pondrá a prueba con la reforma política que el Gobierno impulsa para el próximo periodo legislativo. Ocurre que Andrés Manuel López Obrador no está del todo convencido con la idea de que surjan nuevos partidos satélites de Morena.
El nexo entre Urzúa e Ivonne se generó desde cuando esta hizo su campaña para gobernadora en Yucatán. Allí hicieron buena amistad y ahora vuelven a confluir bajo la órbita de Elba Esther. Urzúa, por su parte, años atrás intentó jugar en el PRI de Nuevo León pero salió de esa experiencia dolido porque le reclamaron recursos y finalmente lo dejaron marginado de las conversaciones centrales.