Luis Velázquez | Barandal
03 de agosto de 2021
ESCALERAS: La eficiencia y la eficacia de la política económica de Veracruz alentando la creación de empleos puede cavilarse leyendo el anuncio económico. Por ejemplo:
Solicito mesero. Ayudante de mesero. Ayudante de cocina. Valet parking.
Solicito estilistas con experiencia. Se solicita mecánico de diesel. Se solicita auxiliar de cocina, palmeadora, lavatrastes y garrotero.
Se solicita personal de limpieza. Empresa de seguridad solicitan personal responsable de 20 a 45 años únicamente.
Se solicita operador quinta rueda.
El mismo día, un solo anuncio de masajes para caballeros. Sólo publican el teléfono. Sin el nombre de la masajeadora.
PASAMANOS: La migración de Veracruz a Estados Unidos, en su más alto decibel.
Todos, absolutamente todos, se van porque “más cornadas da el hambre”.
Una parte, quizá, tendrá empleo aquí, de norte a sur y de este a oeste.
Pero “veinte y las malas” que con salarios de hambre. Y sin las prestaciones de ley.
Y en EU, listos, conscientes de que bien podrían emplearse, a lo máximo, en ranchos ganaderos y agrícolas, lavando trastes en restaurantes, pintores, mecánicos, etcétera.
Es decir, los trabajos “que ni siquiera los negros aceptan” como decía Vicente Fox Quesada, el presidente.
CORREDORES: La política económica de Veracruz alcanza su plenitud, por ejemplo, si se considera que tiempo existió (si ignora si todavía) cuando ocupamos el primer lugar nacional en la producción y exportación de trabajadoras sexuales, todas, subastando el cuerpo para llevar el itacate y la torta a casa.
Y de pronto, zas, en la lista de cortesanas, también hombres, compitiendo con las mujeres.
Por todos lados, desempleados. Y con frecuencia, cientos, miles, con varios años en la llamada Renata, Reserva Nacional del Talento, porque en vez de crearse empleos, se reducen, achican, estrangulan, cierran negocios, comercios y hasta changarros.
BALCONES: El desempleo anda tan canijo que, por ejemplo, los ni-nis (chicos que ni estudian ni trabajan), las madres solteras, los campesinos sembrando árboles y los ancianos, viven esperando cada dos meses para recibir la ayudadita de los doce programas sociales del obradorismo.
Y aun cuando se trata de unos 2 mil 500 pesos bimensuales, tanto es el desempleo y la desesperación, que de mucho sirven y milagros se generan con su rendimiento.
PASILLOS: Tantas cornadas origina el desempleo que la creación de fuentes de trabajo y el combate a la incertidumbre, la zozobra, la inseguridad y la impunidad constituyen la más alta demanda social en Veracruz.
Nadie dudaría de que el político y/o la tribu gobernante que se ocupara con resultados en el pendiente económico y de seguridad trascendería por completo estableciendo un parteaguas.
Y empleos, en todos los niveles. Para indígenas, campesinos, obreros, clase media y universitarios.
Es la más canija pesadilla que padecemos. Y lo peor, de un sexenio a otro el pendiente se va encadenando y cada vez la esperanza se convulsiona.
VENTANAS: Para desventura de la población se atravesó el COVID y que va en la Tercera Ola.
Y luego enseguida llegó la recesión. Y ahí estamos, “atrapados y sin salida”.
En un solo año, dice el maestro Hilario Barcelata, casi 150 (ciento cincuenta) mil empleos perdidos.
El peor mundo estaría por venir cuando, digamos, el desempleo se traduzca en más pobreza y miseria y más hambre y desesperación social.
Bastaría detenerse en las oleadas de migrantes de América Central pasando por Veracruz y México camino a la frontera norte para entrar a Estados Unidos.
El mismo éxodo que pudiera avasallar en México…