Jaime GUERRERO
Con 28 votos a favor, la LXV Legislatura del Congreso de Oaxaca aprobó la denominada “Ley Monzón”, con la cual se quitarían los derechos sobres sus hijos o hijas a padres feminicidas.
Para ello, se reformó los artículos 298 y 300 del Código Familiar de Oaxaca para ampliar las causales por las cuales una persona pierde la patria potestad de sus hijas e hijos, entre ellas, el haber sido condenado por feminicidio.
Con 28 votos a favor, el Pleno de la LXV Legislatura local aprobó en lo general y en lo particular, el dictamen respectivo emitido por las Comisiones Permanentes Unidas de Administración y Procuración de Justicia; y de Mujeres e Igualdad de Género.
En tribuna, la legisladora Concepción Rueda Gómez, informó que, el objetivo de esta reforma es velar por el interés superior de la niñez, para asegurar que las hijas e hijos de las víctimas de feminicidio no queden bajo la patria potestad de quien asesinó a su madre.
Por su parte, la diputada Lizbeth Anaid Concha Ojeda, refirió que este cambio en la ley también establece como causa de pérdida de la patria potestad cuando exista incumplimiento reiterado al régimen de convivencia decretado judicialmente o por convenio calificado en vía judicial, con el propósito de asegurar la protección integral de las niñas, niños y adolescentes.
Con las adiciones al artículo 298 del Código Familiar quedó establecido que la persona perderá la patria potestad cuando el titular de ella sea condenado por delito de feminicidio o de feminicidio en grado de tentativa en contra de la madre de las niñas, niños y adolescentes sujetos a la misma.
Asimismo, por la negativa injustificada y reiterada de cumplir con la convivencia decretada por autoridad competente o en virtud de convenio aprobado judicialmente; por embriaguez habitual, el uso ilegal y persistente de drogas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas sin prescripción médica; y cuando el que la ejerza sea condenado por la comisión de un delito doloso en el que la víctima sea el menor.
En tanto, quedó determinado en el artículo 300 que la suspensión de la patria potestad ocurrirá también por auto de vinculación a proceso dictado por delito de femicidio o tentativa de feminicidio cometido por quien ejerza la patria potestad en contra de la madre de la niña o niño sujeto a patria potestad; y por auto de vinculación a proceso penal por actos que atenten contra la integridad física, la salud, la libertad y la libertad sexual de la mujer, cometido por quien ejerza la patria potestad en contra de la madre de la niña o niño sujeto a la patria potestad.
Esta reforma aprobada surge de cuatro iniciativas presentadas por las diputadas Lizett Arroyo Rodríguez, María Luisa Matus Fuentes, Lizbeth Anaid Concha Ojeda, Concepción Rueda Gómez, Eva Diego Cruz, y por el diputado Samuel Gurrión Matías.
Rueda Gómez, señaló que con la “Ley Monzón” se suspendería la Patria Potestad, guardia y custodia al hombre acusado de haber asesinado a la madre de sus hijas e hijos, además, se perdería en definitiva esos derechos cuando éste recibiera sentencia condenatoria.
Las modificaciones propuestas al Código Familiar, establecen también que perderían la Patria Potestad de sus hijas e hijos quienes hayan cometido delitos por razones de género y por delitos sexuales.
Las modificaciones al Código Familiar también buscan que, en caso de feminicidio, sean embargados los bienes materiales y cuentas bancarias del agresor, a fin de asegurar el pago de alimentos de las hijas, hijos o dependientes de la víctima.
Además, también se convertiría en causal de pérdida de la Patria Potestad el impedir la convivencia de las niñas, niños y adolescentes con la persona que tenga reconocido este derecho.
Por lo que compete a las nuevas consideraciones para el Código Penal de Oaxaca, la diputada Cony Rueda detalló que se propone cárcel e inhabilitación para ejercer cualquier cargo público a funcionarios y funcionarias que omitan, retarden o entorpezcan las investigaciones de feminicidios.
La legisladora detalló que tanto la reforma al Código Familiar y al Código Penal buscan la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes: “la sororidad traspasa la vida y la muerte”, expresó