Barandal
Luis Velázquez
Veracruz.- ESCALERAS: Mal está yendo a las mujeres en Veracruz.
Además del creciente feminicidio…
Y de las cientos, miles quizá, de desaparecidas y sus casos en la impunidad…
Y que desde el lado gubernamental, la secretaría de Seguridad Pública se “lava las manos” diciendo que los crímenes son por la violencia intrafamiliar…
Y de que Veracruz es la productora y exportadora de trabajadores sexuales número uno en el país…, está la sórdida historia de las cortesanas de Veracruz en la Ciudad de México, trabajando en la vía pública.
Un montón vendiendo su cuerpo al mejor postor para llevar el itacate y la torta a casa, operando en el perímetro que forman las calles Orozco y Berra, Zaragoza, Puente de Alvarado y Guerrero, en las inmediaciones de la delegación Cuauhtémoc, según el reportero y escritor, Héctor de Mauleón, en su columna “En tercera persona”, en el diario “El Universal” (11 de enero), el medio que todavía espera que el gobernador Yunes interponga la denuncia penal por daño moral con que amenazara luego de la nota sobre su reloj, dijeron, de 6 millones de pesos.
Desde luego, las cortesanas de Veracruz alternan con otras más, originarias de los estados de Puebla, Tlaxcala y Tabasco, las tres entidades federativas, por cierto, limítrofes de Veracruz, y lo que tendría un significado social.
PASAMANOS: Luego de 75 gobernadores, con Miguel Ángel Yunes Linares, en el palacio de gobierno de Xalapa, los vientos son huracanados.
Por ejemplo, y aun cuando, como dice el chamán, la prostitución es el oficio más viejo del mundo y en todos los tiempos ha existido, incluidas las Mata-Hari, resulta inverosímil que el sostén de la economía tradicional de Veracruz como son la caña de azúcar, el café y los cítricos, hayan sido rebasados por tres males salidos de la caja de Pandora:
Uno, la prostitución.
Dos, las remesas que los paisanos de Veracruz en Estados Unidos (un millón según la Universidad Veracruzana) envían a sus familiares.
Y tres, los changarros en la vía pública, dimensión estelar de la economía informal.
Pero más aún, cuando, y como en el caso de las trabajadoras sexuales expuestas a la barbarie y la crueldad.
Por ejemplo:
Héctor de Mauleón documenta que las cortesanas trabajando por el rumbo de Buenavista en la Ciudad de México eran, “hasta hace poco”, lideradas por un padrote, un vividor, apodado “El choco”, quien les exigía una cuota semanal de cien pesos.
Pero de pronto, “El choco” envejeció en la padrotería y se retiró por edad avanzada y entonces una mujer de nombre “Rossana” lo sustituyó.
Y Rossana aumentó la cuota de cien pesos a seiscientos a la semana y todas ellas pagaron en su momento, en la inteligencia de que si se insubordinaban, entonces, la fuente de empleo, que es la calle y la avenida, se les cerraba.
Y se les cerraba, porque Rossana forma parte de un grupo de horror y terror conocido como la “Unión Tepito”.
CASCAJO: Pero Rossana fue apenas, apenitas, la punta del iceberg de la explotación sexual, porque entonces aparecieron los meros meros de la “Unión Tepito” y volvieron a subir la cuota y la pusieron a mil 500 pesos a la semana.
Incluso, y lo peor, como si se tratara de un campo de concentración, un Gulag ruso, los líderes las amenazaron para que si se resistían a pagar serían secuestradas.
Y si migraban a otros espacios libres, digamos, de la Ciudad de México, serían buscadas para llegar al peor de los escenarios y “hacerles daño”.
El famoso cobro del llamado “derecho de piso” que los carteles y cartelitos, y los padrotes, suelen imponer a los más débiles, en el caso, mujeres de varios estados del país, entre ellas, de Veracruz.
Estamos, pues, ante el más grande y horripilante e indignante fracaso de la política económica y social de Veracruz, digan lo que digan las buenas conciencias azules.
RODAPIE: De muchas cositas públicas se ha desatendido la yunicidad.
Por ejemplo, ha dado la espalda a los migrantes, primero, de Veracruz, que ante el desempleo, el subempleo, los salarios de hambre y la jodidez siguen migrando a los campos agrícolas del Valle de San Quintín y a Estados Unidos.
Y segundo, a los migrantes de América Central (Guatemala, Honduras, Salvador y Nicaragua) para quienes Veracruz constituye el peor paso de México para ellos, además de como lo ha sostenido el cura José Alejandro Solalinde Guerra, “el cementerio de migrante más grande del país.
Le han valido los los 600 mil paisanos de 14 años de edad en adelante analfabetas y el millón con la educación primaria inconclusa y el otro millón con la secundaria incompleta y los 600 mil con el bachillerato a medias.
Se ha desatendido que las universidades públicas y privadas son una fábrica de desempleados, sin ningún interés por cabildear la revisión de los planes de estudios y las carreras de educación superior.
Le han valido los legítimos reclamos de ONG y Colectivos por los hijos desaparecidos, quince mil según la diputada Marijose Gamboa Torales.
Y como luego de trece meses la creación de empleos es demasiado, excesivamente baja para tanta demanda, entonces, y entre otras cositas, las sexoservidoras de Veracruz siguen chambeando en la Ciudad de México expuestas al peor tráfico de comercio humano.
Desde luego, se trata de una cadena negligente que viene desde sexenios atrás y que de paso, digamos, pudiera servir para continuar rafagueando a Javier Duarte hasta descuartizar su nombre por completo y dejarlo hecho talco y polvo.
Pero…bueno, cada gobernador tiene su tiempo y el tiempo social azul deja mucho que desear.