Luis Velázquez | El Piñero
25 de agosto de 2021
ESCALERAS: La estadística de los asesinatos de reporteros en Veracruz resulta insólita.
Inverosímil, primero, por el número. Segundo, por la impunidad. Tercero, porque los asesinos físicos están libres. Y cuarto, porque los criminales intelectuales usufructúan el paraíso terrenal.
Casi casi, intocables. Más, mucho más, en el llamado Estado de Derecho, cuya esencia y filosofía es garantizar la seguridad y la certidumbre en el diario vivir tanto en las personas como en sus bienes materiales.
En pocos, excepcionales homicidios, la captura de los asesinos físicos. Pero en todos los casos, libres los asesinos intelectuales.
PASAMANOS: Tiempo de Cuitláhuac García Jiménez, y hasta el momento, 4 reporteros ejecutados. Una mujer y tres hombres.
Tiempo de Miguel Ángel Yunes Linares, 5 reporteros asesinados.
Con Javier Duarte, Veracruz, “el peor rincón del mundo para el gremio reporteril”. 19 ejecutados, más 3 desaparecidos.
El sexenio de Fidel Herrera Beltrán pasó a la historia con cinco reporteros asesinados.
Con Miguel Alemán Velasco, uno solo.
Los homicidas intelectuales se elevaron al cielo y ni rastro dejaron. La mayoría de asesinos físicos, en las nubes.
Con todo y que luego de cada uno de los 4 asesinatos el góber diga que ya están identificados unos criminales, que irán por ellos, que no habrá impunidad, que ya tienen ubicados hasta a los criminales intelectuales.
El chorizo, la crema a los tacos, las palabras vanas, la misma cantaleta de siempre.
CORREDORES: La misma historia de los reporteros asesinados y de los homicidas físicos e intelectuales se repite, por ejemplo, con los feminicidios.
Durante muchos meses, Veracruz en el primer lugar nacional en feminicidios. Desde el mes anterior, según la secretaría de Marina, en el quinto lugar.
Pero en la mayoría de los casos, los asesinos físicos e intelectuales de mujeres también treparon al cielo.
Y por añadidura, la misma faramalla, la misma venta burda, demagógica y populista de esperanzas.
Que ya los tienen identificados. Que pronto caerán. Que tenga fe, mucha fe, en la palabra oficial.
“Ta’güeno”.
BALCONES: El nudo gordiano es claro. A: hay asesinatos. B: hay impunidad. C: entre mayor impunidad, mayor inseguridad. D: la pelota sigue en el aire. E: peor tantito cuando la autoridad se aferra a su discurso incendiario, pero insulso e intrascendente.
Los Colectivos, integrados con padres con hijos desaparecidos, aseguran que los desaparecidos continúan, así oficien misa en cada mañanera.
PASILLOS: Van 33 meses de MORENA en Veracruz y la estadística de la muerte de reporteros va tomando la misma tendencia que cuando el duartismo.
“A ojo de buen cubero”, por ejemplo, si en menos de tres años cuatro reporteros han sido ejecutados, en la tabla de probabilidades significaría que, mínimo, unos 5 reporteros más serán asesinados de aquí al año 2024.
Todo, porque las letras y las palabras se han convertido en peores armas que la R-15, la Magnum, las escopetas y los fusiles.
Incluso, que las cuchilladas que a puñaladas han sido asesinadas montón de personas en Veracruz, entre ellas, mujeres.
VENTANAS: Los olores a pólvora y sangre en Veracruz están más insoportables que nunca.
Tantito peor: los olores reiteran que si la violencia en general tiene muchos sexenios reinando en la tierra jarocha entonces ninguna lucecita alumbra el largo y extenso túnel del desencanto, igual, igualito como sucede en la mayor parte de entidades federativas del país.
Más cuando está comprobado que los carteles y cartelitos tienen gran capacidad de movilización y de igual manera como operan en otras demarcaciones, incluso hasta en Rusia, aquí también.