Redacción El Piñero
Frontera Comalapa, Chiapas — Un ataque aéreo perpetrado con drones bomba impactó este lunes la base militar Dolores, en el municipio de Frontera Comalapa, una región clave en la frontera sur de México. Aunque no hubo heridos ni pérdidas humanas, el incidente pone en evidencia la creciente sofisticación de la delincuencia organizada que opera en esta zona.
Detalles del ataque
De acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el ataque ocurrió en la tarde-noche, cuando drones lanzaron granadas hacia las instalaciones militares. Algunos proyectiles dañaron un vehículo oficial, mientras que otros impactaron en áreas abiertas, sin alcanzar a los uniformados, quienes activaron los protocolos de emergencia y se resguardaron.
Los soldados respondieron con disparos, pero el dron desapareció rápidamente, dificultando cualquier intento de neutralización o seguimiento. A pesar de una reacción inmediata, las fuerzas federales no lograron detener a los responsables.
Un desafío creciente
Este ataque es uno más en una serie de incidentes que reflejan el uso de tecnología avanzada por parte de grupos criminales en Chiapas, una región estratégica para el tráfico de personas, armas y drogas debido a su proximidad con Guatemala.
Expertos en seguridad han señalado que el uso de drones con explosivos es una táctica que ha ganado terreno entre las organizaciones delictivas, ya que permite ataques precisos con bajo riesgo para los agresores. Este modus operandi no solo representa un reto para las autoridades, sino también una amenaza para la seguridad regional.
Implicaciones para la seguridad fronteriza
Frontera Comalapa es una zona disputada por diversos grupos delictivos, quienes buscan controlar las rutas de tráfico en la frontera sur. El ataque refuerza la urgencia de reforzar las estrategias de seguridad en Chiapas, donde la violencia y el poder de fuego de la delincuencia organizada han puesto en jaque a las fuerzas del orden.
Reacciones y próximos pasos
Aunque las autoridades no han señalado a un grupo específico como responsable, la Sedena y la Guardia Nacional han intensificado los patrullajes en la región. Este incidente subraya la necesidad de un enfoque integral que combine inteligencia, tecnología y cooperación binacional para enfrentar las amenazas en una de las áreas más vulnerables del país.
El ataque en Frontera Comalapa no solo pone de manifiesto los riesgos para las fuerzas armadas, sino también la complejidad de combatir a organizaciones criminales que están adoptando herramientas modernas para desafiar al Estado.