- Matan a puñaladas
- Tenga fe. Mucha fe. Ajá
Barandal
Luis Velázquez
Veracruz.- ESCALERAS: En el duartazgo, una mujer fue asesinada en un hotel de Córdoba de 40 puñaladas. Y en Orizaba, otra mujer, de veinte puñaladas.
Fueron quizá, además de la desaparición forzada, los peores delitos cometidos en el sexenio anterior, y más por la impunidad que ha resultado peor que la inseguridad, la zozobra y la incertidumbre.
Pero como dice el viejito del pueblo, “el pasado siempre vuelve”, para bien o para mal decían Carlos Marx y Federico Engels que del destino social mucho sabían.
Por ejemplo, el fin de semana, tres hombres fueron asesinados a puñaladas y lo que el politólogo Ramón Benítez mira como la moda de la delincuencia organizada en Veracruz como una estrategia infalible para multiplicar el pavor, el horror, el miedo y “el miedo al miedo” como le llamaba el poeta español, León Felipe.
Un hombre asesinado a puñaladas en Xalapa en una colonia popular.
Otro hombre, gerente de un bar, asesinado a puñaladas en Xalapa.
Y otro hombre, asesinado a puñaladas en el lienzo charro de Tuxpan.
Además, y como parte del terror, un hombre asesinado en Hueyapan de Ocampo, decapitado y semienterrado para que la población al pasar mirara de frente y/o de reojo las huellas de los crímenes en Veracruz.
PASAMANOS: Cada vez la vida cotidiana se ha ennegrecido. Ningún habitante de Veracruz está a salvo. Nadie puede cantar victoria y festinar que la libró.
Se dirá que en otras entidades federativas la violencia alcanza dimensiones insospechadas.
Y, cierto, pero allá los gobernadores y presidentes municipales de otros pueblos, pues aquí, ocupa y preocupa el destino social de cada día en Veracruz.
Mucho peor le está yendo a las mujeres.
En los meses de abril y mayo, la tierra jarocha logró el primer lugar nacional en feminicidios. Todos, se insiste, impunes.
Y más impunes, cuando la filosofía política y social del secretario de Seguridad Pública es que las mujeres son criminalizadas debido a la violencia intrafamiliar, en tanto algunos curitas dicen que ellas son culpables por vestirse como se visten.
CORREDORES: La última mujer asesinada fue en Jáltipan. El sábado 18 de agosto.
Estrangulada. Con heridas de arma blanca. Arrojado el cadáver en la banqueta en la calle16 de Septiembre, colonia San Cristóbal.
Su edad fue calculada en unos 25 años. Desconocida. Trasladada a Medicina Forense de Acayucan, allí donde los cadáveres suelen quedarse ene número de semanas y luego, enviadas a la fosa común.
El jueves 17 de agosto, otra mujer asesinada a balazos. En Tezonapa. Atada y vendada. El rostro cubierto con una frazada tipo camuflaje. Con cinta canela en los ojos. Una narcocartulina al lado. Unos 35 años de edad. Al parecer, de nombre Rubí. Tirada en el interior de una camioneta sobre un camino de terracería a la Barranca Seca.
Ese mismo día, en Tihuatlán, fue identificado el cadáver de otra mujer. Joven. Desnuda y cubierta de cal. Degollada. Éricka Martínez Villegas. 19 años. Bonita. Desaparecida dos días antes.
El 10 de agosto, otra mujer asesinada. Ahora, en Cosoleacaque. Desde una camioneta unos desconocidos la rafaguearon a corta distancia. Su camioneta quedó impactada contra un poste de madera. Se llamaba Karla Mejía Machado y era detective de la Policía Ministerial. 35 años.
Primera vez que la muerte alcanza a una funcionaria policiaca.
RODAPIÉ: El miércoles 8 de agosto, otro feminicidio. El cadáver, tirado a orilla de la autopista Cosoleacaque-Acayucan. Una estilista. María del Pilar Ramírez Sánchez. 35 años. Desaparecida en Minatitlán el día 30 de julio. 9 días los familiares buscándola. La hallaron con un balazo en la cabeza.
Los días y noches están cada vez más revolcados. Y otros hechos son menores.
Por ejemplo que en la carretera de Coatzacoalcos, a la altura de Moloacán, un tráiler accidentado fue saqueado por los vecinos, noticia vieja.
Que a dos obreros de Juan Rodríguez Clara les cayó un rayo en noche tormentosa y los mató, noticia muy vieja.
Que en la carretera federal de Las Choapas fueron rescatados 58 migrantes cuando viajaban en el piso de un autobús, noticia tan vieja que está narrada en la Biblia.
Ahora, cuando la muerte sigue teniendo permiso en Veracruz las 8 columnas son los feminicidios y los crímenes a base de puñaladas, donde el asesino alcanza el placer total matando poco a poco, con su mano y un cuchillo, a la víctima.
La barbarie y la atrocidad. La rudeza innecesaria. “¡Bestias!” llamó el gobernador Yunes a los asesinos de los 4 niños y sus padres en una colonia popular de Coatzacoalcos.
BALAUSTRES: Por fortuna, el gobernador electo se divierte. Está feliz. Cuitláhuac, nombre de un rey azteca de la familia de Cuauhtémoc y Moctezuma, posa feliz, contento, soñado, realizado en las mieles del poder con los homólogos de “El Santo” y “Blue Demon” en la fiesta de la Virgen de la Asunción en Teocelo.
En tanto, ha dicho una y otra vez que los 8 millones de habitantes de Veracruz le tengan confianza porque en los primeros dos años de su sexenio pacificará Veracruz.
En seis años, nunca pudo el panista Felipe Calderón y dejó 121 mil muertos.
Y en seis años, tampoco pudo Enrique Peña Nieto y lleva 104 mil 583 muertos, según el INEGI.
Pero, bueno, tengamos fe. Fe total y absoluta. Fe “a prueba de bomba”. La misma fe que el pueblo religioso tiene, digamos, en la Virgencita de Guadalupe, la Morenita del Tepeyac que sirvió de referencia histórica para el nombre del partido de AMLO.
