Francisco Vásquez
Oaxaca, México.- Según datos del Índice de Tendencia Laboral del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), debido a los bajos salarios y el aumento en los precios el número de mexicanos a los que no les alcanza para adquirir la canasta básica alimentaria se incrementó de 38.5 a 39.9 por ciento entre el segundo y tercer trimestre de 2018.
De acuerdo al informe, el poder adquisitivo del ingreso laboral se redujo 1.1 por ciento en el tercer trimestre de este año al pasar de mil 758 a mil 738 pesos mensuales por persona, por lo que en 26 de las 32 entidades federativas aumentó el porcentaje de población que no pudo adquirir los insumos de la canasta básica con su ingreso laboral.
Conforme a la evaluación mensual del valor de la canasta alimentaria, la línea de bienestar mínimo en octubre pasado se elevó a mil 72.36 pesos mensuales por persona en zonas rurales, mientras que en zonas urbanas alcanza los mil 513.59 pesos mensuales por persona, superior en un tres por ciento a octubre del año pasado.
Actualmente en Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Veracruz y Morelos, más del 60 por ciento de la población vive en una situación de precariedad, según el Índice de Tendencia Laboral de la Pobreza.
En la entidad entre el segundo y tercer trimestre de este año pasó del 61.8 a 64 por ciento de la población que no puede comprar una canasta básica de alimentos con lo que percibe por su trabajo.
El Coneval recomienda continuar los esfuerzos por disminuir la pobreza en todo el territorio, para ello el crecimiento económico es fundamental, así como la creación de empleos formales y la inversión en capital físico y humano.
Sin embargo, pese a contar con una tasa de desocupación del 1.7 por ciento, la cual es la segunda más baja del país, la situación económica del estado es precaria, según el Coneval casi el 70 por ciento de los habitantes en Oaxaca viven en pobreza.
En total, son 2 millones 847 mil los oaxaqueños en situación de pobreza, de los cuales 1 millón 87 mil se encuentran en pobreza extrema, es decir, uno de cada cuatro habitantes del estado vive en pobreza extrema.
De acuerdo a la medición del Coneval, una persona se encuentra en situación de pobreza extrema cuando su ingreso se encuentra por debajo de la línea de bienestar mínimo y además tiene tres o más carencias de las siguientes seis: rezago educativo, acceso a servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, servicios básicos en la vivienda y acceso a la alimentación.
Según la institución, las personas que perciben un ingreso laboral por debajo de la línea de bienestar mínimo, aún si lo destinan por completo a la adquisición de alimentos, no podrían adquirir los nutrientes necesarios para tener una vida sana.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) revelan que tres de cada 10 personas ocupadas en el estado de Oaxaca reportan ingresos de hasta un salario mínimo, lo cual es el doble que el promedio nacional de 16 por ciento, mientras que Baja California y Aguascalientes son las entidades con menor porcentaje de personas ocupadas ganando hasta un salario mínimo con 6.6 por ciento y 7.7 por ciento.
A ello se suma que la gran mayoría de oaxaqueños laboran en la informalidad, lo cual los aleja todavía más de la posibilidad de salir de la pobreza al encontrarse fuera de esquemas que contemplan prestaciones como jubilación o acceso a instituciones de salud.
Aunque el trabajar de manera formal no asegura contar con prestaciones, pues según el Inegi, el 84 por ciento de los oaxaqueños no tienen acceso a una institución de salud.
Datos del Indice Estatal de Capacidades para el Desarrollo Social 2018 señalan que Oaxaca carece de capacidades óptimas para la planeación, gestión, evaluación, integración de procesos de transparencia e incorporación de la participación ciudadana en la implementación de programas y políticas de desarrollo social.
Actualmente, la Secretaría de Desarrollo Social y Humano, a cargo de Yolanda Martínez López, es la dependencia estatal encargada de combatir la pobreza, sin embargo, Oaxaca obtuvo una calificación de 58.6 por ciento, colocándose en un nivel básico, es decir, el gobierno aplica una política social que no cuenta con los atributos mínimos, señaló el estudio.