Después del ataque de fuerzas estadounidenses a cinco instalaciones en Iraq y Siria, así como de la muerte del general iraní, Qassem Soleimani; los precios del petróleo aumentaron 3% al cierre del viernes 3 de enero, los niveles máximos desde hace tres meses.
El aumento de las tensiones entre Estados Unidos e Irán generó preocupaciones por la posible interrupción de suministros de crudo de Medio Oriente, por lo que al cierre de la sesión bursátil en Londres el barril de crudo Brent subió 2.35 dólares (3.5%) para entregas en marzo, para cotizarse en 68.60 dólares.
En Nueva York, el West Texas Intermediate (WTI) para entrega en febrero subió 1.87 dólares (3.06 por ciento), a 63.05 dólares. Mientras, la mezcla mexicana de exportación tuvo un alza de 2.21 dólares (3.89 por ciento), para cotizarse en 58.88 dólares.
El consultor de Energía y Economía, Ramsés Pech, señaló que el ataque estadounidense ocurrido a las bases de Arabia Saudita en 2019 es una estrategia para poder controlar el precio del barril, y solicitar a ese país asiático aumentar su producción, y así Estados Unidos “no tenga problemas al enviar crudo ligero a varias partes del mundo ante la nueva regla 2020 del contenido de bajo azufre en combustóleo”, ya que sus crudos son menores a 0.5 por ciento.
En opinión del experto, el presidente Donald Trump “jugará con esto ante las elecciones” con el propósito de mantener su base electoral en la industria del petróleo al exportar más crudo, ante la conclusión de un ducto en el Golfo de México.
La situación mundial beneficia a México al tener una mayor recaudación, por haber colocado el precio de barril por 49 dólares y la mezcla cotizó en 56.67. Es decir, 7.67 dólares por encima, lo que se traduce en más recursos para el gobierno, con lo que podrá cubrir los programas a inicio del año.
No obstante, existe también la disyuntiva de si el gobierno mexicano vende más crudo de exportación o manda más a refinar. “Es decir, si importaremos más combustibles en este enero”, sostuvo el especialista.
Exportar más compensa aumento de estímulo a combustibles, pero eso hace que haya menos crudo por refinar. En contraste, el gobierno podría optar por enviar más crudo pesado a refinar, con lo que habrá más combustóleo, apuntó.