Redacción El Piñero | Corresponsalía
México.- En materia de precios, noviembre reportó una ligera mejoría con el Buen Fin (la inflación en México descendió a su nivel más bajo en seis meses ubicándose en 7,8%) pero diciembre puede significar un mal inicio para 2023.
No solo mal inicio sino un enero despiadado.
¿Por qué se dice esto?
Al menos las más de 4,500 sucursales Similares en el país ya aumentaron los precios, y entre ellos no escaparon los medicamentos que más se consumen como antibióticos, desinflamatorios, desparasitantes, vitaminas, analgésicos.
Y conste que Similares son las farmacias que más venden, La necesidad de la población y su precaria economía origina que las familias más pobres recurran a estas farmacias surgidas en 1994, con dineros de los mexicanos.
Ese dinero salió del FOBAPROA, la estafa maestra del PRI con Ernesto Zedillo a la cabeza y con Carlos Salinas meciendo la cuna.
Esa transferencia perversa aún sigue pasando factura al pueblo de México, aunque los grandes beneficiados fueron los banqueros que se declararon en quiebra, las aseguradoras y fondos de inversión, El buen gobierno priista se puso la mano en el noble corazón y “salvó” a los poderosos a través del FOBAPROA.
La fórmula del gobierno de esos años fue dar el dinero a los ricos y quitarlo a los pobres: herencia maldita que sigue vigente.
Esos dineros públicos dieron vida a grandes empresas, a grandes comercios, a grandes negocios, mismos que hoy buscan vender productos como papas fritas con aceite quemado y mucho sodio; aceites comestibles de mala calidad, refrescos, farmacias y supuestos medicamentos de muy baja calidad.
En estos días de frio y cambio de clima extremo, donde el aire además está lleno de bacterias y microorganismos nocivos, más nos vale tomar mucho ponche y agua de guayaba, naranja, piña o limón para no enfermar de los bronquios de gripa, y no sufrir infecciones de vías respiratorias o de tos.
Fíjese, una niña tras mojarse los pies en una fría tarde de lluvia, enfermó de las anginas, y su mamá tuvo que comprar la receta de solo tres edicamentos por los que pagó 703 pesos.
479 pesos por tres pastillas de antibiótico; 198 pesos por un desinflamatorio y 190 pesos por un jarabe para la tos.
Y el ambiente no promete ser mejor, pues con el anuncio que el 1 de diciembre hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador, de aumentar los salarios mínimos en un 20% para enero de 2023, los empresarios de México ya afilaron las uñas y en breve iniciará una nueva escalada de precios, no solo de medicamentos, sino de productos básicos entre los que está azúcar, frijol, arroz, aceite, leche, detergentes y pastas, etcétera y etcétera.
Este aumento de precios en México, crisis que podría ser efecto de la pandemia y de la guerra entre Rusia y Ucrania, lo es más por una causa oscura a más no poder: Un simple y urgente ajuste de cuentas, pues la clase empresarial en México –extranjera y nacional- solo quiso otorgar un aumento salarial del 15 por ciento, respecto a la propuesta del 20 por ciento de López Obrador.
Si en el norte del país el salario mínimo es de 260 pesos, el 20% de incremento significa solo 52 pesos más. Este quedará en 312 pesos, mientras que en el resto de México el salario mínimo actual es de 172 pesos, con el incremento este llegará a tan solo a 206 pesos.
Si el aumento a los precios de medicamentos y alimentos ya inició y continuará en lo que resta de diciembre, los dueños de los dineros no se tocarán el corazón de nueva cuenta, y van con todo para no perder ni la mitad de 10 centavos.
Así las cosas, en nuestro amado México.