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Austeridad y honestidad recorte parejo AMLO y Carranza

El Piñero

Luis Velázquez/ Barandal

Veracruz.- ESCALERAS: La austeridad de AMLO está en su dimensión estelar. Va en serio y avasalla por completo a todos. Incluso, algunos gobernadores del país, y de la oposición, ya la entraron a la moda. Es, dice el librito, “por el bien de los pobres”.

Y si se cumple “al pie de la letra”, entonces, austeridad es sinónima de honestidad. Nada, pues, de “meter las manos al cajón” ni de “ordeñar la vaca”.

Y más, cuando ya de por sí, el país ocupa el primer lugar de corrupción en América Latina y uno de los primeros en el mundo.

AMLO, por ejemplo, sigue viviendo en su antiguo departamento. Y en la Ciudad de México se mueve en su Jetta del año 2013. Y viaja en avión comercial. Y ha puesto los aviones y helicópteros oficiales en venta.

Y devolvió una parte de su primera quincena que la secretaría de Hacienda y Crédito Público, que por error de tan moda, le habían enterado.

Y dejó de vivir en Los Pinos, el palacio de los presidentes de la república desde Lázaro Cárdenas del Río.

Y, de ñapa, lo convirtió en museo, y por ahora, los fines de semana en cine para los pobres iniciando con la película “Roma”, de Alfonso Cuarón, la historia subliminal de una trabajadora doméstica, indígena.

¡Ay, entonces, si de pronto, en el viaje sexenal, algunos políticos del altiplano y del interior de la república caen en la tentación del billete fácil y los negocios y las empresas fantasmas!

 

PASAMANOS: Sería, claro, lo más grave. El antecedente ya está con Venustiano Carranza. “El viejo no roba… pero deja robar”.

Es decir, nadie duda de la integridad de Andrés Manuel López Obrador. Así, con austeridad republicana, ha vivido siempre.

A los 24, 25 años de edad, fue encargado de un programa del Instituto Nacional Indigenista en La Chontalpa tabasqueña.

Y se fue a vivir con los indígenas. Y vivía en una casita, igual, igualita a la de todos ellos, con piso de tierra. Y dormía en una hamaca o en un catre. Y se ponía con ellos a trabajar la tierra en las mismas circunstancias.

Y toda su vida, incluso, como jefe de Gobierno en la Ciudad de México, vivía en un modesto departamento, vistiendo ropa sencillita.

Lo ha dicho en repetidas ocasiones. Los bienes materiales no me atraen. Ni me desvelan.

Pero…

Pero sabrá el chamán la integridad del gabinete legal y ampliado y de los gabinetes en cada una de las entidades federativas donde MORENA ganó las elecciones, como Chiapas, Tabasco, Veracruz, Morelos y la Ciudad de México.

Por eso, y a tono con su integridad, AMLO estará pendiente a través de su equipo,  que mientras gobierna y ejerce el poder con verticalidad “a prueba de bomba”, algunos de los suyos resbalen y “la honestidad valiente” se vaya por las cañerías.

 

CORREDORES: Muchas pasiones revolcadas está despertando, pero se mantiene con firmeza en principios y valores.

Por ejemplo, la reducción de los salarios pomposos que los políticos y servidores públicos se pusieron en el tiempo panista y priista, sobre todo, tricolor.

El insólito sueldo y prestaciones y apoyos y etcétera de los secretarios del gabinete legal. Y de los magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y que en unos casos llega a 600 mil mensuales. Y de los gobernadores y presidentes municipales. Y de los rectores de algunas universidades públicas.

Por eso, la firmeza de AMLO en un país donde con todo y el aumentito al salario mínimo para ganar unos tres mil mensuales significan una bofetada social los sueldos privilegiados de las elites políticas y académicas encumbradas.

Y si por ahora todo mundo “se corta las venas” anunciando que se recortarán el salario para vivir en la austeridad republicana de Benito Juárez y AMLO, entonces, la cruzada cívica y oficial contra la corrupción ha de ser igual de intensa y frenética.

Pero, cuidado, el primer acto de gobierno de Benito Juárez fue otorgar cargos públicos jugosos a sus tres yernos para felicidad de sus hijas.

Y el primer acto de gobierno de Francisco Ignacio Madero fue indemnizar a sus familiares a quienes la revolución quitara las haciendas.

 

BALAUSTRES: Van la austeridad y la honestidad de la mano, como hermanitas gemelas.

Y más, luego del saqueo despiadado de las arcas públicas en los sexenios anteriores, tan recientes incluso, como el caso de que en Los Pinos, la residencia presidencial, desaparecieron decenas de pinturas de famosos y se llevaron hasta los cubiertos de la época porfiriana.

Y por eso cuando miles y miles de mexicanos han desfilado, quizá con morbo, en Los Pinos, para conocer la forma de vivir de los ex presidentes de la república y su familia, han quedado asombrados porque hay salones vacíos, de igual manera como cuando los campesinos de Emiliano Zapata y Pancho Villa entraron a las haciendas y quedaron sorprendidos con los espejos gigantescos donde se miraron ellos mismos por vez primera en sus vidas.

AMLO obtuvo treinta millones de votos en las urnas, entre otras cositas, porque desde tiempo milenario ha enarbolado la austeridad y la honestidad como los más altos valores morales y que significa vivir, cierto, “con la medianía del salario”, pero también, el ejercicio del poder y la tarea de gobernar con honestidad.

Simple y llanamente, con honestidad.

El sexenio apenas empieza como también en otras entidades del país, entre ellas, Veracruz, y ya se verá el resultado social.

Lo decían en el tiempo de Venustiano Carranza:

“El viejo no roba… pero como deja robar”.

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