:: Llama del Gobierno de Dávila a mantener un ideal de justicia social que garantice condiciones de vida digna para los tuxtepecanos.
Tuxtepec, Oaxaca.- Con el izamiento de nuestro Lábaro Patrio a media asta en el marco del acto cívico que se realiza lunes a lunes en la explanada del zócalo de la ciudad, el Gobierno Municipal que preside Fernando Bautista Dávila conmemoró el 207 aniversario luctuoso del Padre de la Patria, Don Miguel Hidalgo y Costilla.
Con la organización del área de Gobernación de este Ayuntamiento, la presencia de integrantes de la Logia “Juan Antonio Orozco Inguanzo” No.45, la Banda de Guerra de Prevención del Delito, Policía Preventiva Municipal así como empleados municipales, se desarrolló este acto en el que convocaron a mantener un ideal de justicia social que garantice condiciones de vida digna para los tuxtepecanos, a través de la participación de todos.
Se destacó la herencia y la convicción de justicia del prócer, que dio como resultado la independencia del pueblo mexicano.
En el evento realizado honor del Padre de la Patria se afirmó que “en Tuxtepec el legado del cura Hidalgo es una realidad, porque se vive en libertad, en paz, con justicia y progreso, desarrollando cada día más la democracia”.
Se resaltó el compromiso del Presidente Fernando Bautista Dávila, ya que a través de acciones cotidianas brinda las herramientas necesarias para mejorar la vida de los menos favorecidos y vela por la protección de los derechos de todos, con especial atención de los más vulnerables.
Cabe recordar que Miguel Hidalgo nació en la Hacienda de Corralejo, actualmente municipio de Pénjamo, Guanajuato; inició la lucha por la independencia de México el 16 de septiembre de 1810, respaldado por un enorme ejército indisciplinado y prácticamente desarmado, tomando algunas de las principales ciudades del país, decretando la abolición de la esclavitud y organizando un primer gobierno nacional.
El 21 de mayo de 1811 fueron traicionados en la Noria de Baján, y entregados a las autoridades virreinales. Hidalgo fue juzgado y fusilado el 30 de julio de 1811, en la ciudad de Chihuahua.