Si los vegetales son los reyes de la comida saludable, las frutas siempre han sido parte de la corte real: no tan importantes pero muy dignas de respeto.
Pero ahora que las guías de nutrición cada vez más advierten sobre los males de comer azúcar, algunas personas se están cuestionando si las frutas deberían seguir formando parte de una dieta saludable.
Alcanza con solo mirar Twitter para ver la confusión que se ha generado.
“Mi instructor de pilates dice que la fruta está llena de azúcar y que una banana tiene la misma cantidad que una barra de Snickers”, dice una usuaria.
“El azúcar en la fruta y en la comida procesada no son lo mismo”, le asegura otra persona.
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La nutricionista Lauri Wright, especialista en Salud Pública y vocera de la Academia de Nutrición y Dietética de Florida, explica que -efectivamente- el azúcar en la fruta y el azúcar añadido no son la misma cosa.
“Hay tanta confusión”, reconoce Wright, que considera que el problema comenzó “con el concepto de que todos los carbohidratos son malos, lo cual no es cierto”.
“Los carbohidratos son necesarios como fuente de energía”, destaca.
Menos densos
Hay muchos tipos de azúcar. La fruta tiene tres tipos: fructosa, glucosa y una combinación de ambos que se llama sacarosa o “azúcar de mesa”.
Pero los azúcares en la fruta son menos densos que los de las golosinas, explica Elvira Isganaitis, una endocrinóloga pediátrica del Centro de Diabetes Joslin e instructora de la Escuela de Medicina de Harvard, en Estados Unidos.
Esta diferencia es especialmente importante para las personas con diabetes, un desorden que interfiere con la regulación del azúcar en la sangre.
Cuando uno come algo dulce se elevan repentinamente los niveles de azúcar en sangre.
Luego ese aumento se estabiliza y la cantidad de azúcar en sangre vuelve a la normalidad.
La fruta tiende a causar un aumento más leve, explica Isganaitis.
Fuente: http://www.bbc.com/mundo/noticias-40892837