El tipo de azúcar más utilizado es la blanca, aunque muchos prefieren la morena porque tiene otro sabor, además de que se considera más sana, ¿es cierto?
La respuesta la tiene el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, quien a través de un informe, asegura que la azúcar morena no es tan buena cómo se cree, pues la única diferencia que tiene con la blanca es el color.
El azúcar morena se obtiene de dos modos: refinando menos los cristales de azúcar o mezclándolos con diversos tipos de melazas. Por este segundo método, se considera que la morena es más saludable porque la melaza utilizada, contiene minerales básicos que requerimos en nuestra dieta.
No aporta nada a la nutrición
El informe proporcionado por el departamento de agricultura afirma que si bien contiene minerales importantes como el hierro o el magnesio, lo incluye en cantidades casi imperceptibles que no aportan nada a nuestra nutrición.
Asimismo, indica que para adelgazar, consumir azúcar morena es la peor opción, ya que contiene 17 calorías por cada cucharada de café, mientras que la blanca contiene 16 calorías.
En término químicos, los dos tipos de azúcar son casi idénticos. Ambos se componen en su mayoría de sacarosa (99.9% la blanca y 96% la morena), además de que las melazas de la morena agregan una caloría por cada cucharada.
El cuerpo las procesa igual
Al momento de consumirla, el organismo la procesa de la misma forma. El sistema digestivo no puede procesar la sacarosa, (que contiene escasas cantidades de vitaminas y nutrientes), por lo que se sigue hasta el duodeno (primer parte del intestino delgado), donde se convierte en glucosa o fructuosa y se absorbe por el flujo sanguíneo.
La glucosa puede ser metabolizada en cualquier parte del cuerpo, mientas que la fructuosa se metaboliza en el hígado y cuando éste tiene mucha acumulada, comienza a convertirla en grasa.
Si bien ambos tipos de azúcar son relativamente “puros” porque no contienen aditivos, conservadores y provienen de la caña, no significa que sean sanas, sobre todo la morena.
(Con información de Muy Interesante y Revista QUO)