Luis Velázquez
27 de enero de 2018
ESCALERAS: Los duartistas siguen padeciendo el peor infierno yunista, como si nunca tuviera fin. Sus vidas están devastadas. Para ellos, Veracruz es una bomba de relojería. Y Miguel Ángel Yunes Linares sigue activando “una nueva Intifada de imprevisibles consecuencias”. Una guerra santa, pues, con el objetivo, cierto, de encarcelar a los políticos pillos y ladrones, y al mismo tiempo, para empujar la carreta electoral y heredar el poder al otro hijo, uno ya, entronizado.
El último manotazo de la cero tolerancia ha sido con Yolanda Gutiérrez Carlín, la directora del Sistema de Agua, CMAS, de Xalapa entronizada por Fidel Herrera Beltrán. Y secretaria de Protección Civil de Javier Duarte. Y la dueña de un medio, “Política”, que en la yunicidad cerrara cuando el gobernador fue contundente: “Ni un quinto para los medios”… porque “los medios han de aprender vivir con sus medios”.
De hecho, Yolis (así le llamaban los burócratas en el antiguo SAS, cuando la dependencia alcanzara la diversidad sexual) está en el resbalón político más terrible de su historia.
Ahora, cuando amparada compareciera en la Fiscalía ella misma quedó sorprendida de que le preguntaran sobre el crimen del presidente municipal de Ixhuatlán de Madero (la tierra del ingeniero Heberto Castillo, amigo, por cierto, de AMLO), asesinado con su esposa y tres colaboradores en Banderilla, “asegún”, por la llamada “Banda de las láminas” integrada, de acuerdo con el gobierno azul, por burócratas y duartistas.
Terrible final de los llamados “Niños fieles”. De la gloria y el esplendor durante la “Década Perdida de Veracruz”, al infierno. De las mieles todopoderosas, a la cárcel.
En estado etílico, agarraban un mapa circular, le daban vuelta y de pronto, zas, eufóricos, lo detenían con el dedo índice y según el lugar del mundo lo elegían para fin de semana, trepados, todos, en el avión oficial.
“Bienvenidos al paraíso” les decía Javier Duarte, copita de licor en la mano.
¡”El pinche poder”!, ya se sabe.
Ahora, “el infierno tan temido” del que habla sor Juana Inés de la Cruz.
PASAMANOS: El lunes 22 de enero fue canijo para Yolanda Gutiérrez.
Atrás quedó su, digamos, legítimo sueño de desertar del PRI para brincar a la MORENA de Andrés Manuel López Obrador.
Atrás, el tiempo lleno de miel de cuando su padre, Ángel Leodegario Gutiérrez, cohabitaba con Miguel Ángel Yunes Linares.
Atrás, los días y noches fidelistas y duartianos.
Fue cuando el Juzgado Primero de Distrito con sede en Xalapa le negó el amparo y supo que debía cumplir el citatorio de la Fiscalía.
Primero, la pregunta sobre el crimen del presidente municipal.
Luego, la pregunta sobre las láminas que vendía la peligrosa banda a los alcaldes.
Después, la pregunta sobre un pasivo de setenta millones de pesos en su paso por la secretaría de Protección Civil y que, ni modo, igual que Mauricio Audirac Murillo y Gina Domínguez Colio y Juan Antonio Nemi Dib, “tiró la piedra” en contra de la secretaría de Finanzas y Planeación, donde Javier Duarte circulara a seis titulares.
Por eso, y para lavar su nombre, dijo que la justicia en Veracruz sólo existe “con fines de presionar a la gente para determinadas cosas”.
Y aun cuando en ningún momento precisó “las cosas”, ya antes, otros priistas, otros duartianos, presos, incluso, en el penal de Pacho Viejo, han gritado “a los cuatro vientos” la existencia de una Fiscalía azul “del resentimiento, el odio y la venganza”.
No debo nada, precisó la Yolis, igual que los políticos presos.
“Aquí seguiré en Veracruz, y si es necesario, me ampararé”.
CASCAJO: Una duartista, fidelista también, más, acalambrada.
Más los que faltan.
Pero los mismos priistas lo han olvidado, y/o en todo caso, nunca se han detenido a escudriñar la personalidad incendiada del gobernador.
Una parte de él queda satisfecha con encarcelar a los políticos pillos y llevarlos a proceso penal.
Otra parte, con detenerlos, tomar la fotografía entrando al penal y cacaréandola en los medios y en las redes sociales.
Otra parte, con doblegarlos, como, por ejemplo, al prestanombre de Javier Duarte, Moisés Mansur Cisneyros, a quien, incluso, lo hizo llorar cuando le dijera que encarcelaría a su esposa, y como de igual manera, trascendió, provocara que del estado de Puebla, donde fue detenido, al penal de Pacho Viejo, Nemi se la pasara llorando.
Y otra parte, con tenerlos azorrillados y acalambrados.
Por eso, varios duartistas están amparados, como Yolanda Gutiérrez.
Y otros andan prófugos de la justicia.
Así es Yunes Linares.
Pero en el caso, igual que los reyes del Medio Oriente delegando el poder en los hijos, igual que en la monarquía saudí en que todo manipulaban, hasta el petróleo para presionar a los rivales, el Yunes azul también ha “abrazado el sectarismo más radical de la historia de su reino”, Veracruz (El País, Ángeles Espinoza) para salirse con la suya.
Y los duartistas, ni hablar, “se le pusieron de pechito” con tanta corrupción, seguros como estaban de que nunca, jamás, Miguel Ángel padre los derrotaría en las urnas.
Podrá la presidenta de la Fundación Colosio, Zaida Lladó, gritar hasta la ronquera que Yunes “es vengativo y obsesivo”.
Pero si las elites priistas y de MORENA se apendejan (la palabra ha sido validada en la Real Academia Española), entonces, el primero de diciembre del año que corre entregará la estafeta a su hijo.
Y más, si continúa llenando con duartistas las crujías del penal de Pacho Viejo y al ratito logra encarcelar a Karime Macías.
La revolución azul dando grandes ramalazos a lo que resta del autoritarismo tricolor. Todo, porque en el duartazgo las cúpulas rojas solaparon los abusos y excesos del poder, pues al mismo tiempo, “ordeñaban la vaca”.