Luis Velázquez
25 de enero de 2018
ESCALERAS: El partido MORENA del jarocho y tabasqueño AMLO, fue un boom en Veracruz en la elección de diputados locales y presidentes municipales.
En el primer paquete ganó doce, trece curules, de las que tres han migrado a otros partidos. Sebastián Reyes, Eva Felícitas Cadena y Miriam Judith González Sheridan, con tanta enjundia la última que para vengarse se registró como precandidato del Panal a gobernadora con el único objetivo supremo de restar votos a Cuitláhuac García camino a la silla embrujada de palacio.
En el segundo paquete, MORENA ganó diecisiete alcaldías, cuatro de las más importantes, como son Xalapa, Poza Rica, Minatitlán y Coatzacoalcos, los últimos tres feudos petroleros tradicionales.
Pero a veinticuatro días de ejercer el poder edilicio algunos están mostrando su principio de Peter y han cometido más pifias que aciertos.
Por ejemplo, el más intenso y frenético, el alcalde de Coatzacoalcos, Víctor Carranza.
Un hecho, entre otros, refleja su madurez para ejercer el poder:
Durante dos semanas, poco a poco, un día tras otro, la basura fue acumulándose en las calles y avenidas, tanta que de pronto, zas, aparecieron nubes huracanadas de moscas compitiendo con los perros callejeros.
Y como es natural, en la ciudad se multiplicó la protesta popular, pues nada es más importante en cada pueblo del mundo que garantizar el servicio del agua potable, velar por la seguridad pública, mantener el servicio de la luz y desalojar la basura.
PASAMANOS: Entonces, el dirigente de la CTM, Carlos Vasconcelos, entró al quite con sus huestes y con una veintena de carros de carga para circular la basura.
En ningún momento, claro, lo hizo porque Vasconcelos, diputado local con licencia perpetua, haya desertado del PRI y afiliado a MORENA.
Y menos, porque contendió en la cancha tricolor por la alcaldía ante el pejista Víctor Carranza.
Al contrario, Vasconcelos antepuso su amor a Coatzacoalcos, primero, y segundo, y de acuerdo con la versión, la solicitud que en nombre de la patria chica le formularon los morenistas Robles Barajas, para “sacar el buey de la barranca”.
El alcalde quedó exhibido en sus capacidades.
CASCAJO: Un caso tronante más fue con el nombramiento del comandante policiaco, Antonio Williams Rojas, quien, háganos favor, sólo le duró unos diez días en el cargo, a diferencia del doctor Pablo Anaya Rivera, quien permaneció veinte días como diputado local y Javier Duarte lo removió para encumbrarlo como secretario de Salud.
Antes, mucho antes, de llegar a la alcaldía vía MORENA, el comandante Antonio Williams y el alcalde Víctor Carranza eran compañeros de sueños y utopías revolucionarias y con frecuencia organizaban marchas en Coatzacoalcos, entre otras razones populares, reclamando seguridad en la vida y en los bienes.
Eran, digamos, grandes ciudadanos vigilantes.
Incluso, un hermano y un amigo de Williams Rojas habían sido secuestrados y razones superiores movían sus vidas.
En noviembre del año 2015, Javier Duarte “en la plenitud del pinche poder”, el licenciado Rodolfo Zapata Carrillo, de 39 años de edad, amigo de Williams Rojas, fue asesinado.
Entonces, en los días que tomara posesión, o en los días previos, como jefe policiaco de MORENA, las versiones indican que su bodega de muebles fue baleada.
Luego, y como es natural, vendrían las presiones familiares para que siguiera al frente de su negocio sin escuchar el cántico de las sirenas y renunciara a la comandancia.
Y dimitió.
Y el alcalde del jarocho y tabasqueño, Víctor Carranza, sufrió otro revés.
RODAPIE: La otra pifia fue cuando el secuestro de la sobrina política del exalcalde y empresario, Rogelio Lemarroy, amigo entrañable desde el Chirinismo, o antes, de Miguel Ángel Yunes Linares, y quien suele visitarlo siempre que anda en gira sureña.
En las horas adversas del día y de la noche, estremecida la ciudad por el plagio, y más, porque la señora pertenece a la elite local, al presidente municipal se le hizo fácil tuitear, tipo Donald Trump, que la sobrina de Lemarroy había sido rescatada y lo que era falso.
Entonces, una amiga de la señora, firmada con el nombre de Grethel Piper, escribió en Facebook un mensaje escalofriante para el presidente municipal de Coatzacoalcos:
“¡Cómo quisiera que se llevaran a los hijos de este pendejo naco de Víctor Carranza y yo dijera que ya aparecieron… pero muertos!”.
POSTES: En la cultura priista, la orden celestial, orden verbal, orden no escrita, es que en cada cambio de poderes las fotos de los antecesores sean arrumbadas y las sustituyan por los nuevos mandos.
Por eso, en las oficinas públicas hay fotos del presidente de la república, del gobernador y de los alcaldes en turno.
Tal cual, y en nombre de la república amorosa de AMLO, por aquí tomó posesión, Víctor Carranza ordenó que su foto fuera puesta en las oficinas del palacio municipal, demostrando con hechos que una cosita es la alternancia partidista (del PRI a MORENA en Coatzacoalcos) y otra diferente la transición democrática y que significa una nueva mística en el ejercicio del poder.
Y es que con la foto del gobernante en turno en las oficinas sólo se alimenta la vanidad y la frivolidad del jefe político en turno.
Y más cuando, ni hablar, la egolatría está por encima de la mesura, la prudencia y el reposo político.
¡Muerto el rey (Joaquín Caballero Rosiñol), viva el nuevo rey, Víctor Carranza!
¡Hosanna, hosanna!