Luis Velázquez
20 de diciembre de 2017
ESCALERAS: El 24 de junio del año negro que corre, hacia las 18 horas, en la colonia “Nueva Calzadas” de Coatzacoalcos, un tiroteo estremeció a Veracruz.
Cuatro niños (de 3, 4, 6 y 7 años) y sus padres fueron asesinados.
Horas después, la yunicidad dijo que se trataba de una venganza entre malandros, porque el padre de los niños era maloso y la noche anterior había asesinado con los suyos a un adversario, a un enemigo, de otro cartel.
Y el cartel aquel… se vengó.
Y arrasó pareja. Sin clemencia. Con saña. Los padres y los niños, cuando la familia miraba televisión.
El primero de julio, 6, 7 días después, en Tabasco fue detenido Hernán Martínez Zaleta, apodado “El H”, como presunto jefe de Los Zetas en Coatzacoalcos, acusado, entre otros delitos, del asesinato de los 4 niños y sus padres.
Otros delitos más le endilgaron, entre ellos, delincuencia organizada, secuestro, robo de gasolina, tráfico de armas, extorsión, narcomenudeo y sicariato.
La SIEDO se lo llevó a la Ciudad de México y ahora está internado en el penal de alta seguridad de Veracruz, ubicado en Villa Aldama.
Pero de acuerdo con las versiones, enfrenta el proceso penal por varios delitos, menos, por el asesinato de los cuatro niños.
De entrada, se afirma que la Fiscalía de Veracruz no ejercitó la acción penal por el crimen de los niños, con todo y que en el carril penal y mediático se aseguró que “El H” había ordenó el asesinato del padre.
PASAMANOS: De acuerdo con el expediente “Arraigo 312/2017/IV”, “probablemente” ‘El comandante H’” era (o es) dueño o socio con el señor Roberto Chagra Nacif de los siguientes negocios:
En Coatzacoalcos, el Bar & Grill Port House, el gimnasio Golden Bull Fines & Gym, el gimnasio Hight Energym y el bar “La cantinita”.
Y en Minatitlán, dos bares, uno de ellos, “El Bora Bora”, y al que en los días de la detención el Ayuntamiento le levantara los sellos de clausura para su reapertura, cuando los sellos los había puesto la secretaría de Seguridad Pública.
Según el expediente, un vaso comunicante para la detención de “El H” fue una mujer y que ahora está presa en el penal de Morelos acusada de secuestro.
En aquel entonces, el secretario Jaime Téllez Marié compareció por voluntad propia en la Siedo en la Ciudad de México y hasta puso a disposición de la autoridad federal su teléfono celular donde tenía conversaciones grabadas y que podían contribuir a la integración de la carpeta correspondiente.
Pero con todo y que en Veracruz quedó claro que “El comandante H” era acusado, entre otros delitos, del asesinato de los cuatro niños y sus padres, entre la exposición mediática a la hora de su captura al juicio penal en la SIEDO la posibilidad se conjuró.
Casi seis meses después, y ante el tsunami de violencia con un niño más asesinado en Tantoyuca…
Y otra niña asesinada en una plaza comercial de Córdoba…
Y otro niño más ejecutado en Córdoba…
Y las tres edecanes de Amatlán y Córdoba que fueron secuestradas y desaparecidas…
Y con una ola feminicida fuera de control…
Y con una segunda Alerta de Género que ubica a Veracruz como la única entidad federativa con tal mancha social y política…
Y con la jugosa plaza jarocha metida hasta el tuétano en la rebatinga de los carteles y cartelitos para quedarse solos como jefes máximos…, los homicidas de los cuatro niños de Coatzacoalcos siguieron el mismo camino de Remedios, la bella, que en la novela de Gabriel García Márquez envuelta en una sábana tendida en el patio de su casa voló al cielo.
CASCAJO: El mismo día cuando Miguel Ángel Yunes Márquez, alcalde de Boca del Río, se estrenó como baterista de Fito Páez, el gobernador Yunes avisó a los 8 millones de habitantes de Veracruz que el año entrante “viviremos más seguros”.
En Xalapa entregó 150 patrullas a la secretaría de Seguridad Pública y ratificó que serán en total trescientas nuevas unidades.
Además, que le meterán mil millones de pesos a la tecnología y lo que en un Veracruz declarado “potencia energética mundial” con el yacimiento de petróleo en Cosamaloapan y también el estado puntero en alfabetización, de igual manera lo será con una inversión histórica en seguridad, nunca antes, ni siquiera, vaya, con Fernando Gutiérrez Barrios, el policía político, el político policía que en 40 días pacificara la tierra jarocha luego de “La Sonora Matancera”.
Infierno heredado por Javier Duarte, la yunicidad enfrenta y confronta a los malandros.
Pero el círculo sólo podrá cerrarse cuando la Fiscalía, además de encarcelar a los políticos pillos y ladrones, también haga justicia con los asuntos pendientes, graves, gravísimos, como el caso, entre tantos otros, del cuarteto de niños asesinados en una colonia popular de Coatzacoalcos, el municipio con el más alto decibel de inseguridad y zozobra.
Una, la seguridad, y otra, la justicia, son las hermanitas gemelas en un Veracruz huracanado y polvoriento.
Y si el inminente candidato de la alianza PAN y PRD, por lo pronto, a la gubernatura, Miguel Ángel Yunes Márquez, tocó la batería con Fito Páez la canción “El amor después del amor”, el sueño utópico del alcalde boqueño de que seamos un pueblo feliz pasa, sin ninguna duda, por la captura de los homicidas de los niños.