Luis Velázquez
31 de mayo de 2019
ESCALERAS: Ningún priista tan activo como Héctor Yunes Landa. Decano de los diputados federales, a todo le tira. Rafaguea al presidente de la república y también al gobernador. Vive pendiente de cada declaración puntillosa. Y la cacha en el aire. Y revira.
Y revira, a veces, si el tema es urgente y avasallante, con un boletín de prensa. De lo contrario, con el artículo semanal. O de plano, si el asunto es puntilloso convoca a rueda prensa.
Y/o en las redes sociales. Casi casi rivalizando con Donald Trump, el jefe máximo de las tuitorreadas.
PASAMANOS: Hubo un tiempo cuando “las lenguas de doble filo” lo ligaron a los Morenos.
Fue, por ejemplo, el dos de diciembre del año 2018 cuando AMLO viajara a Xalapa. Entonces, quiso treparse a la tarima. Pero se lo impidieron.
Y al día siguiente, contaron las redes estuvo en el palacio de Cuitláhuac en Xalapa.
Y en la tuitorreada estalló, digamos, una luna de miel.
Luego, la distancia, la raya, no en el agua, sino en el infierno.
Desde entonces, “a tiro por viaje” cazando en cada declaración y boletín a Cuitláhuac y AMLO.
CORREDORES: En la cancha priista aseguran que busca, claro, lógico, obvio, la candidatura priista a gobernador en el año 2024.
De ser así, iría por tercera vez. En la primera, se recordará, derrotado por su primo. En la segunda, perdió la contienda interna. Ahora, igual que François Mitterrand en Francia, igual que Luiz Inácio Lula de Silva en Brasil, igual que AMLO, irá por la tercera.
Nada lo trae fascinado y ocupado como la silla embrujada del palacio que según Eufemio Zapata, el hermano menor de Emiliano, debía incendiarse porque a todos enloquecía…, casi casi en la antesala del manicomio.
BALCONES: Quiso quedarse con la presidencia del CDE del PRI y jugó con el ex alcalde de Paso de Ovejas y ex diputado local, Adolfo Ramírez.
Perdió.
Las huestes de Jorge Alejandro Carvallo Delfín le ganaron la jugada.
Pero al mismo tiempo, sabe que la candidatura se amarra, claro, desde adentro, pero más, mucho más desde afuera, y por eso su activismo mediático.
Tanto que, por ejemplo, bombardeó a Claudia Ruiz Massieu, la presidencia del CEN, la sobrina de Carlos Salinas de Gortari, dispuesto a jugarse, desde ahora, el todo por el todo en el año 2024.
PASILLOS: Salvo casos excepcionales, caso Cuitláhuac, la candidatura a gobernador se cocina con mucho tiempo de anticipación.
Por eso, el decano de los diputados federales se mueve. Y más, porque sería su última oportunidad, a menos que la historia de don Adolfo Ruiz Cortines y Miguel Alemán Velasco se repitiera en el sentido de que la nominación les llegó ya grandes y aclararon que habían sido contratados para ejercer la política, en ningún momento para sementales.
Además, dicen quienes saben, que el poder político es afrodisiaco. Por eso, quizá, Javier Duarte lo decía así. “Yo, como gobernador, me volví sexy”… para satisfacción de sus barbies.
VENTANAS: La batalla electoral en puerta será en el año 2021. Presidentes municipales, síndicos y regidores, y diputados locales y federales, serán elegidos en las urnas.
Y como todo partido político está integrado por grupos, tribus y hordas, entonces, las elites priistas jugarán pulseadas.
Héctor Yunes jugará lanzando a los suyos para puestos edilicios y curules.
Él mismo quedará fuera. Tampoco podría lanzar a su hija pues es diputada pluri. Ni a su alfil, Jorge Moreno Puga, porque es pluri… a menos, claro, que pensara en su hija para la candidatura a presidenta municipal y Moreno Puga para la alcaldía, digamos, de Xalapa.
Si así fuera, odisea imposible. Otros llevan demasiado espacio y arraigo ganado.
Y como en otras ocasiones ha jugado y perdido, la lucha interna será más difícil, peor la contienda en las urnas.
PUERTAS: La marca priista, el sello de casa, constituye un mal fario. Pésimo karma y que ni siquiera, vaya, pudo remontar Pepe Yunes Zorrilla, sin duda, el priista, mejor dicho, el político con una honestidad “a prueba de bomba”, mucho más preparado y fogueado y con experiencia que los otros aspirantes rivales en el año 2018,
Y luego que desde el sexenio de Miguel Alemán Velasco, hace más de veinte años, Héctor Yunes ha estado en la cancha política y mediática, sabrá el chamán su liderazgo social y electoral.
Además, el apellido ya hartó a la población. Muchos, demasiados Yunes en el carril público como si de los 8 millones de habitantes de Veracruz fueran los únicos merecedores.
CERRADURAS: Pero, bueno, mientras nadie en el tricolor le pise la sombra sentiría que hay para rato.
Quizá necesitaría reinventarse. Pero más aún, reinventar, todos juntos, al PRI, considerando, por ejemplo, que hay militancia leal y férrea, y que si los muertos resucitaban en el relato bíblico, en el siglo XXI también pudiera.
Pero como van… está canijo.
Por ejemplo, antes de cumplir un semestre a Cuitláhuac le brincaron ya, ya, ya asuntitos de corrupción. El tema de las patrullas policiacas. El tema de las medicinas. El tema de la concesión de alimentos en los penales. El tema del nepotismo, el cuatismo y el amiguismo. El tema de tantos muertos, feminicidios, infanticidios y secuestros. Y el tema, claro, de la rara y extraña libertad bajo fianza para todos los duartistas en el penal de Pacho Viejo y en donde, parece, solo quedan los 68 policías acusados de desaparición forzada.
Y de ñapa, la condonación a los vecinos de Tabasco de la deuda millonaria con la CFE y la rebaja de tarifas.
Y mientras como en cascada, ruleta rusa, los anteriores asuntos fueron brincando, el CDE del PRI de Veracruz, antes y después del presidente actual, en el limbo. Callado. Sumido. Sumiso.
Solo Héctor sonando los tambores de guerra.
PATIO: Rara, insólita, excepcional ocasión “una golondrina solitaria anuncia el verano”. Además, a veces tan solitaria que pasa inadvertida, a menos que algún fans de Gustavo Adolfo Bécquer levante la mano.
Peor aún si se considera que en la percepción ciudadana siguen apostando (sin consultar la bolita de cristal) que la lucha electoral en el año 2024 se daría entre MORENA y el PAN, con o sin Pepe Mancha en la dirigencia.