Connect with us

Barandal: “Los mercenarios de la prensa”

El Piñero

 

 

Luis Velázquez

09 de marzo de 2019

ESCALERAS: El secretario de Salud, SS, del gobierno de Veracruz quedó atrapado entre la espada y la espada. Fue la semana anterior. ¡Vaya escándalo de MORENA trepada el poder sexenal! Pocas secretarías se salvan, por lo pronto, del nepotismo en la cancha política y social.

Una parte de la prensa publicó, por ejemplo, la lista completa con apellido, cargos y hasta sueldos de familiares del titular de la SS. Y el pediatra que llegó del sur a la cúspide del poder en Xalapa reviró con el discurso demagógico del siglo pasado, el lenguaje aquel, entre otros, de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez. Serían, acaso, sus héroes.

 

PASAMANOS: “El orgullo de su nepotismo” del que hablaba José López Portillo, El JOLOPO, fue avasallante con los datos específicos.

Y “El besucón” perdió la oportunidad para ganar autoridad moral y credibilidad.

Más fácil, en todo caso, es aceptar el resbalón, pedir perdón, enmendar la plana, y seguir para adelante.

Por el contrario, y en vez de mirar con simpatía al cazador cazado, se llenó de intolerancia.

Habló de “los emisarios del pasado” que tanto convocaba Díaz Ordaz en el movimiento estudiantil del 68.

Denunció a los mercenarios de la prensa, dijo, igual que Díaz Ordaz, Luis Echeverría y López Portillo, con aquella frasecita de “No te pago para que me pegues”.

 

CORREDORES: Entonces, “trepó a las valencianas” del gobernador y denunció una conspiración para “socavar su gobierno”.

Y de postre, se declaró, primero, hombre de izquierda. “Vengo de la izquierda”, dijo.

Fue cuando, iluminado, “cerró con broche de oro” y advirtió al mundo que tiene resuelto su “problema financiero”, quizá, refiriéndose al antro aquel en su pueblo donde solía citar a los militantes de Morena para planear el futuro en puerta.

Solo le restaría anunciar que así como la secretaria de Gobernación de AMLO tiene solucionada la vida económica donaría su salario mensual, digamos, a una guardería infantil del sur de Veracruz. O a unos enfermos de cáncer o de SIDA.

 

BALCONES: Populista ramplón y barato, hijo de la izquierda delirante, mejor dicho, de la ideología demagógica de la primera mitad del siglo XX, el titular de la SS en ningún momento identificó a “los emisarios del pasado”.

Tampoco “a los mercenarios de la pluma”.

Ni menos, las razones, motivos, pretextos, digamos, a “los emisarios del pasado” deseosos de “socavar” al gobierno de Veracruz.

 

PASILLOS: Igual que en el siglo pasado, el titular de la SS encaramó su discurso confundiendo al gobernador con la patria, con su Alteza Serenísima, con el Nuevo Emperador del Golfo de México.

La lista del nepotismo, dijo, donde lo incluyen a él con sobrinos y un medio hermano, “es producto, dijo, de un montaje en contra de nuestro gobernador elegido por el pueblo”.

Y todos ellos, calificó, “son retardatarios a quienes les duele el cambio”.

¡Vaya argumentos del pediatra “Besucón”, conocido así en las redes sociales!

¡Vaya alteza de miras para argumentar y discurrir y aclarar paradas!

¡Pobre gobernador! ¡Con funcionarios así ningún enemigo político necesita!

 

VENTANAS: El secretario se declara un hombre honesto. “Mi vida en el sur está en el aparador”, aun cuando en Amsterdam hay aparadores de “mujeres de la vida galante” como se declara el diputado de Morena, José Magdaleno Rosales Torres.

Y en contraparte, declara unos renacuajos a los perversos y a los retardatarios. “Yo… he trabajado con honestidad”. Ustedes, son unos mercenarios… “con burdos intereses perversos”.

Antes que el argumento, el adjetivo calificativo.

Antes que la solidez de una tesis, la descalificación.

Y la soberbia, claro, y la petulancia.

“Les digo: nunca me doblaré. Seguiré trabajando con la gente pobre de este país”.

Ni Jesucristo predicando el nuevo mundo con ropa sencilla y en sandalias, tampoco Carlos Marx ni Emiliano Zapata o Pancho Villa, “se cortaron las vestiduras” con la intensidad volcánica del titular de la SS.

 

PUERTAS: El funcionario, quien ha pasado cien días despotricando contra sus antecesores pillos y ladrones sin interponer denuncia penal en la Fiscalía, jamás aclaró caso por caso cada uno de los familiares en la nómina.

Y más, cuando fueron detallados con los nombres completos, los cargos completos y hasta los salarios en unos casos.

Si el gobernador le cree y da la razón, pues una vez ya lo defendió, allá él.

En todo caso, nunca tendrá “la culpa el indio, sino quien lo hace compadre”.

Y lo peor, el deterioro moral y ético de Morena en Veracruz, y el hundimiento de la Cartilla Moral y de la llamada, por decreto, Cuarta Transformación del País.

CERRADURAS: Pronto ha llegado, cuando nadie lo esperaba, el desencanto social con el proyecto de Morena.

Incluso, desembarcó antes de cumplirse los Cien Días del gobernador en turno.

Y mientras AMLO celebró los Cien Días, en Veracruz, el descrédito.

A estas alturas, es para poner un zíper al secretario de Salud porque además de “besucón”, respondón como chivo en cristalería.

 

PATIO: El nepotismo estalló al gobernador la semana anterior, cuando, caray, junto con el amiguismo, el cuatismo, el tráfico de influencias, el conflicto de intereses, los nuevos “aviadores” y la diversidad sexual en cargos públicos constituye la lucha de AMLO, el presidente.

Más casos saldrán de las cañerías sucias, y en ningún momento porque “los emisarios del pasado” ni “los mercenarios de la pluma” lo diluciden, sino porque la lista impresionante del nepotismo trascendida en los medios resultó apabullante.

En todo caso, que el titular de la SS, anexos y conexos, interpongan denuncia penal en la Fiscalía en contra de los medios que publicaron la lista de sus familiares en la nómina y en contra, claro, de “los emisarios del pasado” que pretenden descarrilar al gobernador.

La lista del nepotismo con Morena en palacio de Xalapa fue tan canijo que hasta medios afines a la izquierda lo publicaron en portada y en interiores a 8 columnas como la noticia principal.

Con todo, resulta insólito que en tan poco tiempo el titular de la SS colecciona tantos malquerientes, como se queja, y lo peor tantas “maledicencias, insidias y mezquinerías” (Octavio Paz).

Pero, bueno, la fuerza de la razón de los contenidos en las notas sobre su nepotismo descarrilaron su prudencia, mesura y frialdad neurológica… como si se estuviera drogado con mota barata y callejera.

Comentarios

Comentarios

Comentarios

Entradas Relacionadas