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Barandal: Pepe Yunes en la cancha

El Piñero

Luis Velázquez
29 de enero de 2018


ESCALERAS:
Pepe Yunes es un precandidato a la gubernatura honesto “a prueba de bomba”. Honrado. Decente. Firme y bragado, sin necesidad de hacer alharacas ni mostrar el puño y el músculo. En su vida familiar le enseñaron la otredad, como llamaba Octavio Paz al profundo, inalterable respeto a la dignidad humana.
Por eso, cuando en Agua Dulce se reunió con la militancia priista y les dijo que nunca, jamás, “defraudará la confianza” de ellos ni de ningún habitante de Veracruz, su palabra es una religión que cumplirá “al pie de la letra”.
Incluso, y a diferencia de muchos, muchísimos ex gobernadores priistas, el último, preso en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, su discurso en el sur de Veracruz anunciando un nuevo día en Veracruz, es una garantía de que al frente del barco sexenal seguirá luchando para enaltecer el destino social y económico de un Veracruz pródigo en recursos naturales, pero habitando por gente pobre y jodida.
Y más en el caso de las mujeres, y en cuyo sector centrara su filosofía social a su paso por el pueblo sureño.
Dijo, por ejemplo, que han de construirse escenarios “en donde quepamos todos y todos tengamos oportunidades para crecer”.
Tal cual, el retrato de un Veracruz con los siguientes focos rojos:
Uno. El club de Tobi expresado tanto en la vida pública como privada. Las mujeres, y las mujeres capaces, relegadas de la justicia laboral. Bastaría referir que mujeres con cargos ejecutivos perciben un salario menor que los hombres en la misma responsabilidad.
Dos. De 6,500 mujeres burócratas en el gobierno del estado, un gran porcentaje con maestrías y doctorados, el mínimo es considerado para mejores oportunidades profesionales.
Tres. Veracruz, convertido, dice la investigadora Patricia Ponce, en el estado puntero nacional en la producción y exportación de trabajadoras sexuales.
Cuatro. Del millón de paisanos en Estados Unidos como migrantes, un 40, 50 por ciento son mujeres.
Cinco. El creciente, imparable feminicidio. Y lo peor, la impunidad.
Seis.  El maltrato familiar, donde el hombre es el agresor número uno, ante la incapacidad y/o la indolencia y/o el desdén de las secretarias de Desarrollo Social y Seguridad Pública, y la Fiscalía, y el DIF, etcétera, para frenar la tendencia fatídica.
Siete. El secuestro, desaparición y asesinato de los hijos que ha llevado a las madres a integrarse en ONG a partir de la indiferencia oficial.
Ocho. El gran fracaso del DIF para fortalecer a la familia, llamada en el siglo pasado (y todavía hoy) “la célula básica de la sociedad”. Cada vez más divorcios, y por añadidura, la desintegración familiar.
Nueve. Veracruz, campeón nacional en adolescentes embarazadas. Y madres solteras.
La filosofía de vida de Pepe Yunes incide en el corazón social de Veracruz.

PASAMANOS: En Agua Dulce, el inminente candidato del PRI y PVEM a la silla principal del palacio de gobierno de Xalapa resumió su legítimo objetivo para los 6 años en la silla embrujada:
A: “Un espacio donde las mujeres puedan transitar sin violencia y sin discriminación”.
(“Sin discriminación” social, económica, educativa, de salud y de seguridad.
Y más en un Veracruz habitado por un millón de indígenas y dos millones de  campesinos y tres millones de obreros, 6 de cada diez de los cuales son mujeres).
B: Un espacio donde las mujeres “participen económica, social y políticamente”.
Un dato: con todo y la llamada “Cuota de género”, en la elección de presidentes municipales del año anterior el cincuenta por ciento de las candidaturas eran mujeres.
Pero como durante tantos años y sexenios han sido marginadas, entonces, pocas ganaron las alcaldías.
Y el trato laboral tanto en las oficinas públicas como privadas está por los suelos.
Ni se diga, y por ejemplo, el terrible y espantoso hostigamiento sexual de los jefes y compañeros y que tanto escozor ha despertado ahora en el mundo, como el caso del médico deportivo de una escuela en Estados Unidos que ultrajó a ciento setenta alumnas, entre ellas, de 8 y 9 años de edad.

CASCAJO: C: Un Veracruz, dijo Pepe Yunes, donde “a partir de sus preocupaciones y de su muy aguda sensibilidad se construyan con las mujeres espacios en donde quedamos todos”.
Y “en donde quepamos todos”, claro, por igual.
Igual de oportunidades para todos, sin excepción.
Y más con las mujeres, quienes está comprobado son más responsables, más eficaces, más eficientes, más creativas, más imaginativas, más trabajadoras, más leales y más fieles que todos los hombres juntos.
Además, y como le dijera su señora madre a Fidel Herrera Beltrán cuando migrara de Nopaltepec a conquistar el mundo:
“Nunca te pelees con una mujer porque es pelearse con doscientos hombres descomunales al mismo tiempo”.
D: Al lado de las mujeres crear “la posibilidad de disfrutar un entorno sin miedo, con seguridad y en plenitud”.
He ahí, sin embargo, el más grave pendiente de Veracruz.
La seguridad en la vida y en los bienes.
Y más cuando las madres de los Solecitos y Colectivos, todas ellas madres con hijos desaparecidos, siguen buscando a los suyos con todo y el desdén oficial y en donde, lo peor, hay Fiscales pitorreándose del sufrimiento ajeno, de igual manera, o peor, que cuando Luis Ángel Bravo Contreras era Fiscal de Javier Duarte.

RODAPIE: A tono con su identidad, 47 años vividos, el precandidato priista convocó en Agua Dulce a la población a definir en medio de los siguientes proyectos políticos.
Uno, el proyecto caracterizado por “un discurso sin fundamento que busca confrontar y aprovechar lo que no ha funcionado bien”.
Y dos, el proyecto donde precisó que “Veracruz merece mejores escenarios que los que nos ha tocado lidiar y construir un mejor porvenir”.

Cierto, Pepe Yunes pertenece al PRI que fue de Javier Duarte (de donde fue expulsado) y Karime Macías, la esposa de un político que desde alguna zona esotérica del poder proclamara que “merecía abundancia”.
Pero con todo resultaría una ofensiva comparar a Pepe Yunes con Duarte y/o con otros políticos priistas y de otros partidos que han descarrilado la fe y la esperanza social y quedado atrapados y sin salida en la corrupción.
Y aun cuando hay ciudadanos que desean un Pepe Yunes peleador callejero y fajador de cantina, su formación familiar y formación humana y formación social y formación moral están a mil años luz de distancia de la barbarie y la sordidez.
Allá otros hijos de Gengis Khan que se han creado la fama de belicosos y acostados a dormir esperando que todos les teman.
Pepe construye y reconstruye.
Ara en el surco del diálogo y los hechos y los resultados.
Y es un político que respeta su palabra.

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