Luis Velázquez
06 de marzo de 2019
ESCALERAS: El gobierno de Veracruz no puede permitirse más días y noches de caos y destrucción.
La vida, prendida con alfileres. El último aviso de los malandros fue demoníaco. El rafagueo a taxistas de Xalapa, la capital, la sede de los tres poderes, la Atenas veracruzana.
Más allá de la tranquilidad y la sobrevivencia de la población…
Y más allá de que los 8 millones de habitantes necesitan vivir en paz…
Y lejos, lejísimos de que los carteles y cartelitos midan fuerzas entre ellos para quedarse invictos en la plaza…el Estado de Derecho está en juego.
Enfrente, el Estado Delincuencial, el Estado Malandresco, imponiendo la agenda setting.
PASAMANOS: Cierto, hay una cólera social que viene de lejos. Digamos, desde hace unos 8 años y meses. Tiempo del duartazgo, tiempo de la yunicidad.
Cierto, en los pueblos de Veracruz chorrea sangre.
“La noche tibia y callada” de Agustín Lara, mudada en un paisaje de secuestrados, desaparecidos, asesinados, cadáveres flotando en los ríos y lagunas, tirados en medio de los cañaverales, cercenados y decapitados.
Cierto, la correlación de fuerzas se está dando entre el gobierno de Veracruz y los barones de la droga.
Pero ni modo que el Estado sea derrotado y pierda.
Con los miles de cadáveres dejados por Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón y su desacierto de enviar a militares y navales a las calles para combatir a los malandros fue suficiente.
CORREDORES: La tensión social ha aflorado como nunca antes.
En Coatzacoalcos, por ejemplo, la primera gran sublevación ciudadana. La segunda, en Orizaba. La tercera, en Mariano Escobedo. La cuarta, en el puerto jarocho. La quinta, en Soledad Atzompa.
“El infierno” de Damián Alcázar, el héroe cinematográfico del gobernador, en Veracruz.
“La muerte tiene permiso” intitularía a su novela exitosa Edmundo Valadés.
Cierto.
Pero por encima de todo, el Estado de Derecho, pues si lo parten en pedacitos (¿Más?), entonces, la primera gran derrotada es y será la esperanza social.
BALCONES: En las derrotas partidistas hay un denominador común y que MORENA Veracruz bien pudiera reflexionar.
Si Miguel Ángel Yunes Linares y Javier Duarte perdieron la gubernatura, por ejemplo, se debió, entre otras cositas, a la ola de violencia, inseguridad, incertidumbre y zozobra en el diario vivir.
Hay desempleo, subempleo y salarios de hambre y pésima calidad educativa y de salud y de justicia, pero el pendiente social más grave es la certeza en el diario vivir.
Y es allí donde la yunicidad y el duartazgo se hundieron en el fondo del precipicio electoral… por más billete que, digamos, pudieron meter para el triunfo de sus candidatos.
MORENA se aplica o en el año 2021, elección de los 212 presidentes municipales y diputados locales y federales, la población se expresará en las urnas.
PASILLOS: En el tenso ambiente, nervios y confusiones, angustia y nostalgia del tiempo paradisiaco perdido, la revuelta social tanto de pobres como de ricos, de clases medias y altas y bajas, y en ciudades urbanas, suburbanas y rurales, se ha expresado.
Están hartos.
La más alta obligación del gobierno del Estado de garantizar la seguridad en la vida y en los bienes está desdibujada. Incumplida. Ni siquiera, vaya, a medias.
Incluso, pareciera que la elite política de MORENA en el poder no puede, está rebasada, llegó al principio de Peter, o de plano, no le interesa.
Insólito tengan el aparato gubernamental estatal y federal de su lado y los narcos sigan ganando la batalla diaria.
VENTANAS: En algunos pueblos, los ciudadanos se han organizado y lanzado a la calle.
Y a la protesta social vía Internet.
Y a integrar grupos regionales de presidentes municipales.
Y lo más indicativo y significativo para que el gobierno de Veracruz “ponga las barbas a remojar” han advertido que malandro que tengan… le cortarán las manos y/o lo lincharán y vivos les prenderán fuego como en Atzompa.
La mecha social está prendida, con un solo significado, el siguiente: de continuar así, día llegará cuando en la población de norte a sur y de este a oeste germine la indignación crónica y el coraje social, y entonces, todo Veracruz será un incendio.
PUERTAS: Las condiciones están dadas.
Hay pobreza, miseria, salarios bajos y jodidez. Pueblo rico, habitado por gente pobre. Todos los niños pobres, decía Víctor Hugo, el autor de “Los miserables” han de tener el mismo derecho a educarse que los niños ricos.
Y todavía de ñapa, el Estado Delincuencial donde los malandros lo mismo secuestran a ricos y pobres y si incumplen el pago del rescate, entonces, los asesinan.
La niña indígena de doce años asesinada en Santa Anna Atzacan. La chica de 17 años de clase media asesinada en Los Naranjos. La esposa de un empresario de Coatzacoalcos secuestrada, asesinada y decapitada.
CERRADURAS: El Estado de Derecho está en juego. La autoridad estatal, evidenciada. Puesta bajo sospecha y duda.
Una encuesta o consulta popular o plebiscito, incluso, referéndum, arrojaría una carga negativa demoledora para MORENA en Veracruz.
Y ni modo que el gobierno del estado quiera darse el lujo de estar jugando a los policías buenos y malos.
Incluso, ha de precisarse: no hay una conspiración del Estado Delincuencial en contra ni una guerra sucia ni un complot amigo o enemigo para descarrilar al gobernador como dice la pobrecita diputada Míriam Ferráez.
Los carteles siguen mostrando el puño y el músculo todos los días como quedara comprobado con el rafagueo a los taxistas de Xalapa la noche del jueves 28 de febrero, con tres taxistas asesinados y seis más heridos.
PATIO: Es la democracia o la barbarie.
Y si es necesario traerse a la DEA, la CIA y el FBI, o a los Cascos Azules de la ONU, o a las fuerzas militares de Nicolás Maduro, ni modo, para adelante, pues ni modo que los malandros derroten al gobernador.