Luis Velázquez
17 de enero de 2018
ESCALERAS: En Álamo, el gobernador Yunes delineó el Veracruz que está soñando para este año y último de su periodo constitucional.
Dijo, por ejemplo:
“Yo quiero decirles que veo un 2018 de gran éxito, de grandes posibilidades de crecimiento y de despegue para Veracruz”.
(Tal es, digamos, la misma utopía de todos los políticos, y más ahora cuando tres caminan Veracruz ofreciendo el mismo sueño como precandidatos a la silla embrujada del palacio, y embrujada, porque como decía Eufemio Zapata, el hermano de Emiliano, cuando entraron con Pancho Villa a Palacio Nacional, a todos enloquece.
Un Veracruz, por cierto, pródigo en recursos naturales y habitado por gente jodida. Seis de cada 10 personas, dice el CONEVAL, en la pobreza, la miseria y la jodidez.
Y eso de que Veracruz tiene “grandes posibilidades de crecimiento” habría de recordar la proclama de Javier Duarte, el político preso en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México:
Veracuz, decía, está llamada a convertirse en potencia económica mundial.
Veracuz es, decía, el Houston de México y la Arabia Saudita de América Latina.
Veracruz es, reiteraba, líder del turismo de aventura en el continente.
Algo así, más o menos, como aquello de que luego del yacimiento de petróleo en la Cuenca del Papaloapan, anunciado por centésima ocasión, Veracruz es una potencia energética mundial).
Dijo el gobernador en Álamo:
“Un 2018 en el que tenemos estabilidad política y social a pesar de los que vienen a tratar de alborotar Veracruz con mentiras y con señalamientos estúpidos”.
De entrada, el gober, se entiende, cuando dice que hay personas, políticos quizá, que tratan de “alborotar Veracruz con mentiras y señalamientos estúpidos” se estaría refiriendo, digamos, a Andrés Manuel López Obrador, pues nunca pronunció el nombre y que dadas las circunstancias de la semana anterior sigue tronando contra “El peje”.
Y más porque en los últimos meses, el tabasqueño ha caminado 54 ocasiones en Veracruz, más la de esta semana.
El gobernador también cacarea que “tenemos estabilidad política y social”.
Claro: seis políticos asesinados este año entre alcaldes en funciones y alcaldes electos y exalcaldes, más un síndico, ejecutado de veinte puñaladas, con toda la saña del mundo.
Más Acayucan, mudado en el municipio más polvoriento del país con un aumento de homicidios en un tres mil cien por ciento.
Más los feminicidios.
Más los infanticidios.
Más las cabezas decapitadas exhibidas en el cofre de unos automóviles.
La estabilidad política y social ha de pasar primero por la seguridad y la paz pública.
PASAMANOS: Dijo el jefe de la revolución azul hecha gobierno en Veracruz y que en el año 2016 lanzó del palacio al PRI luego de ochenta años de hegemonía tricolor:
Veo “un 2018 donde los veracruzanos estamos unidos”.
Nadie, por ejemplo, puede estar unidos con tantos discursos de confrontación que se está dando en el carril político.
Además, el pronunciamiento del presidente del CDE del PRI, Américo Zúñiga Martínez, el mismo que enfrentara a Javier Duarte en contra de quien interpusiera una controversia constitucional:
“Estamos enojados, dijo el sábado 13 de enero al tomar posesión del liderazgo rojo, porque nunca como hoy habíamos visto tanta violencia en las calles, las colonias, las rancherías, las congregaciones.
Y esa violencia se está sumando a la violencia política, el encono, la guerra de un par de locos que no saben construir”.
¿Locos… quiénes?
¿AMLO y Yunes Linares?
¿Miguel Ángel Yunes Márquez y Cuitláhuac García Jiménez?
Dijo el góber azul:
“Un 2018 en el que el gobierno del Estado puede invertir, gracias a que es un gobierno honesto, más de 5 mil millones de pesos en infraestructura carretera como este puente del Ojite”.
Nadie, claro, duda, de que luego del duartazgo con tantas pillerías y trastupijes de que ha sido acusado y que tiene a doce duartistas presos, la yuniciad ha de ser la más honesta del país.
Pero al mismo tiempo, y salvo los azules encumbrados, nadie “metería las manos al fuego” por ellos.
Los días y las semanas del año que corren lo irán expresando en su magnitud.
Sólo bastaría recordar el rafagueo del empresario ex panista, Alejandro Cossío, en contra del secretario de Salud, doctor Hiram Suárez Villa, por otorgar contratos por asignación sin la transparencia consabida.
CASCAJO: Dijo el Yunes azul en Álamo:
“Un 2018 en el que vamos a fortalecer el programa “Veracruz Comienza Contigo”, que en este momento da ya a 600 mil familias apoyo alimentario cada mes”.
El “apoyo alimentario”, ya se sabe, que en el priismo se llama “despensa” y en la yunicidad “canasta alimentaria” y que otorgada cada mes cuesta unos 140 pesos.
Tal cual, la entrega de despensas para comprar lealtades y conciencias, un mero paliativo para el hambre, la miseria, la pobreza, el desempleo, el subempleo y la jodidez.
Cierto, las madres de familia de la precariedad esperan la despensa con ansia cada mes.
Una madre dice, por ejemplo, que ella votará por el PAN porque le dan su despensa.
Pero… al mismo tiempo, está vigente la sabiduría popular de que en vez de regalar despensitas ha de enseñarse a pescar.
Trece meses y medio después, nadie conoce la creación de un empleo más alentado en Veracruz por la yunicidad.
Por el contrario, la migración a los campos agrícolas del Valle de San Quintín y Estados Unidos sigue, irrefrenable.
Y de igual manera, la prostitución continúa multiplicándose, a tal grado que conservamos el primer lugar nacional en producción y exportación de trabajadoras sexuales en el país como ha dicho la investigadora Patricia Ponce, tan denostada por el gobernador.
RODAPIE: Dijo el patriarca azul:
Veo (¡oh verbo clásico tan amado por Luis Donaldo Colosio) “un 2018 en el que vamos a trabajar más de cerca con las autoridades municipales para apoyar a los hombres del campo; a los citricultores, a los ganaderos, a todos los productores del campo que requieren más apoyo del Gobierno.
Y lo anuncio en Álamo y me da muchísimo gusto hacerlo aquí”.
Lo dijo, pues, en Álamo, el feudo que durante muchos años fue de César del Ángel, el legendario fundador del Movimiento de los 400 Pueblos, encarcelado por Miguel Ángel Yunes Linares en el Chirinato y ahora en su bienio, y quien luego de pasear a sus encuerados en mítines en contra de Yunes envía cartitas de amor al jefe del Poder Ejecutivo Estatal para merecer el perdón, y en todo caso, cumpla el proceso penal en arraigo domiciliario, igual, digamos, que Flavinos Ríos Alvarado, el gobernador de 40 días, igual, digamos, que la profe Elba Esther Gordillo, la política presa de Enrique Peña Nieto.
POSTES: Anunció el góber:
“En 2018, en unas cuantas semanas, anunciaremos un programa dedicado exclusivamente a las mujeres, y en particular a 156 mil madres solteras que tenemos ya registradas en Veracruz”.
Ok.
Un programa exclusivamente para mujeres.
Un programa para madres solteras.
Uno y otro programa, digamos, electoreros, en un instante en que las precampañas de los precandidatos a la gubernatura van caminando.
Una estrategia lanzada al corazón y al hígado de la población femenina, considerando que seis de cada 10 habitantes de Veracruz, igual que en el país, son mujeres.
Las mujeres, marginadas de siempre y en todos los tiempos políticos.
Las 6 mil mujeres burócratas en el gobierno del estado, con maestrías y doctorados muchísimas de ellas, esperarían la justicia divina para que pudieran ascender a cargos de responsabilidad superior, y por añadidura, a mejores ingresos para dignificar su calidad de vida.
Y de paso, lograr la cuota de género, el equilibrio social y político, digamos, en el reparto de las secretarías del gabinete legal y ampliado en igualdad de oportunidades para hombres y mujeres.
El gobernador Yunes está trabajando a todo vapor la plaza electoral para heredar el cargo a su hijo mayor y allá el PRI y MORENA si “se dejan comer el mandado”.