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Barandal: Y AMLO vitorea a Cuitláhuac

El Piñero

 

Luis Velázquez

04 de mayo de 2019

 

ESCALERAS: Miles de comercios de todo tipo, bares, antros, plazas comerciales y hoteles, incluso changarros, han cerrado en Minatitlán y Coatzacoalcos por la escalada de violencia.

Una escalada que comenzó, digamos, con el ajuste de cuentas entre los carteles disputando la jugosa plaza Veracruz y ante la inseguridad y la impunidad desde hace 8 años, se ha traducido ahora en el asesinato de civiles, incluyen niños y mujeres.

Tan es así que, por ejemplo, en los últimos 5 meses, de norte a sur y de este a oeste de “la noche tibia y callada” de Agustín Lara van 94 feminicidios.

PASAMANOS: De acuerdo con la estadística, en Minatitlán y Coatzacoalcos, de igual manera como en otras regiones geográficas, la violencia se centra y recicla en los siguientes rubros:

Uno, las amenazas. Dos, los secuestros. Tres, las extorsiones. Y cuatro, el llamado cobro del derecho de piso y que con la venta de droga en un bar de Minatitlán llevara a la peor matanza (13 personas asesinadas, entre ellas, un bebé de un año y 5 mujeres) de que se tiene memoria en la era de MORENA en el palacio de Xalapa.

 

CORREDORES: La escalada al infierno ha sido lenta, pero constante. Y se ha recrudecido.

Por ejemplo, si antes los sicarios de los carteles se mataban entre ellos para dominar cada pueblo y municipio, ahora, solo para multiplicar el terror y el horror matan a niños y mujeres y les vale, pues lo aplican con la peor saña y barbarie.

Incluso, han secuestrado mujeres y como la familia se ha declarado sin liquidez para pagar el rescate, las asesinan, les cortan la cabeza y arrojan los cadáveres en la vía pública, en la carretera, a orilla del camino entre cañales.

 

BALCONES: Igual de grave que los negocios, plazas comerciales y hoteles estén cerrando en un número incalculable (hay quienes aseguran que llegan a 3 mil, 4 mil, 5 mil incluso), además de significar la ruina económica para la familia dueña de, se deriva en un creciente desempleo y subempleo fuera de control.

De hecho y derecho, como si se estuviera viviendo y padeciendo una economía en guerra.

Grave, demasiado grave cuando, por ejemplo, en los últimos 5 meses en Veracruz ningún empleo ha sido creado y si se considera el anuncio de la Nestlé con inversión millonaria en el puerto jarocho, primero, están en proceso, y segundo, confrontan la resistencia de los cafeticultores, y tercero, se trata de una inversión anunciada en el año 2013 por Javier Duarte y que apenas, apenitas ahora, está por aterrizar.

 

PASILLOS: Ya de por sí, el desempleo es grave. Por ejemplo:

Uno de cada tres jefes de familia lleva el itacate y la torta a casa con el ingresito derivado del changarro en la vía pública vendiendo gordas, picadas, tacos, tortas y tostadas.

Un millón de paisanos anda de migrante en Estados Unidos y para una parte sustancial de la economía estatal las remesas se han vuelto más importantes que los ingresos derivados de la cafeticultura, la citricultura y la caña de azúcar.

Veracruz está en el primer lugar nacional en la producción y exportación de trabajadoras sexuales.

Y el desempleo galopa como un jinete del Apocalipsis por todos lados. Más, mucho más, en el sur de Veracruz con la escalada de violencia.

 

VENTANAS: Los indicadores, las señales y los hechos siguen anunciando el mundo atroz jamás imaginado.

Lo más canijo es el homicidio de niños y mujeres y ancianos.

Pero resulta significativo que en la estadística de la muerte estén arrasando con líderes sindicales y políticos, incluso de MORENA.

Al momento, trece políticos ejecutados.

Y si la guillotina ya llegó a las figuras públicas, entonces, ninguna esperanza de que las circunstancias cambien.

Cierto, cierto, cierto, cuando MORENA entró al palacio de Xalapa, los carteles y la escalada de violencia ya estaban aquí, pero al mismo tiempo, 5 meses después, aquí siguen porque continúan descubriendo que Veracruz es tierra fértil, el paraíso soñado, para todos ellos.

 

PUERTAS: Hay entre los oficiosos gritoneando en la cancha pública que otras entidades geográficas están peores.

En efecto.

Pero en todo caso, allá cada gobernador con sus pendientes sociales que aquí, en la tierra jarocha, de cara al Golfo de México, la numeralia de la muerte es sencilla: 733 asesinatos en 5 meses.

Tan grave como el cierre de las fuentes de empleo en Minatitlán y Coatzacoalcos y que de seguro, si se escarba en la estadística de la secretaría de Desarrollo Económico, igual o peor estará el resto de Veracruz.

 

CERRADURAS: La escalada de la violencia ha tocado fondo.

Después de tantos crímenes e impunidad, y el cierre de hoteles, plazas comerciales y comercios y negocios, ha de preguntarse el siguiente paso.

Quizá, la descomposición social.

Caso Soledad Atzompa: el pueblo detuvo a 6 presuntos secuestradores de maestros y los lincharon y quemaron vivos…, sin juicio de por medio.

Caso Valle de Uxpanapa: el pueblo detuvo a un hombre que baleara a su esposa y lo lincharon… sin previo juicio.

Caso Mixtla de Altamirano: unos pistoleros emboscaron a la presidenta municipal, a su esposo y al chofer y los mataron… hacia las 22:30 horas.

Caso Las Choapas: que un grupo de autodefensas del Valle de Uxpanapa (que eran 150) fusiló a tres turistas a quienes la población confundió como secuestradores.

Caso Jaltipan: un ganadero agarró su escopeta para matar conejos y mató en su rancho a 3 sicarios defendiendo a su familia.

Por fortuna, en las ciudades de Veracruz y Xalapa, los vecinos detuvieron a unos ladrones, los desnudaron, amarraron y abandonaron en la vía pública y avisaron a la policía.

 

PATIO: La sicosis social causada por la inseguridad y la impunidad en su más alto decibel.

Pero, bueno, cuando un montón de pueblos de Veracruz están entre la espada y la espada en virtuales Estados de Sitio, virtuales Toques de Queda…

Y cuando más y más negocios de todo tipo están cerrando…

Y cuando con todo y la Guardia Nacional en el sur…

Y cuando los asesinatos de la población civil se acrecientan, solo queda la canción de los marinos de “vivir en el fondo del mar porque ya no se puede vivir en la tierra”.

De ahí a los pueblos fantasmas existe un solo paso.

El éxodo callado y silencioso en muchos poblados del paraíso terrenal que era Veracruz, con todo, claro, y el Festival de Salsa que convertirá a Boca del Río “en la capital mundial de la salsa” según festina aquel, el pobrecito político que confunde la tarea de gobernar con el ejercicio frívolo del poder, “crecido al castigo” por los vítores, como torero en tarde de luces, del presidente de la república.

Veracruz chorrea sangre y AMLO levanta la mano a su gobernador, vaya políticos de izquierda.

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