Luis Velázquez / Escenarios.
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Javier Duarte ya entró a la historia nacional como el político más corrupto del siglo XXI. Pero los duartista también cantaban bien las rancheras.
Por ejemplo, el penúltimo descubrimiento: en todas y cada una de las dependencias del gabinete legal tenían secretarias que ganaban más de 25 mil pesos mensuales, como por cierto es el caso del Instituto de Pensiones, IPE, con su director Hilario Barcelata.
Simple y llanamente, secretarias, digamos, ejecutivas.
Y ahora cuando la yunicidad revisa los casos han descubierto lo siguiente: basta mirar la fachada y la contrafachada (como dicen los arquitectos) de cada burócrata privilegiada para certificar que existían razones físicas de sobra.
Peor tantito si se considera, por ejemplo, que en la secretaría de Finanzas y Planeación, SEFIPLAN, un auditor, encargado de fiscalizar las cuentas y el pago de impuestos, gana siete mil pesos mensuales.
Significaría lo anterior que los duartistas se crecieron al castigo del prófugo de la justicia y ellos de igual manera tenían su reino, su imperio y su emporio, con barbies a su servicio exclusivo.
Por eso, el bienio azul está reduciendo los salarios bajo la advertencia de que si alguien se opone, entonces, la puerta de salida es demasiada ancha.
Semanas anteriores revisaron el caso de los pilotos quienes percibían ni más ni menos que 80 mil pesos mensuales.
La oferta fue sencilla:
De entrada les achicarían ya, ya, ya, el salario a la mitad, es decir, 40 mil pesos.
Y si se encabritaban, ni modo, según las versiones hasta el mismo gobernador fue categórico y les dijo:
“Entonces, busquen por otro lado”.
Por eso es que, entre otras cositas, y más allá del saqueo duartista, el gobierno de Veracruz ha sido catalogado con el más alto del país en gasto corriente y en nómina, por encima, incluso, del estado de México, que tiene el doble de presupuesto anual, es decir, doscientos mil millones de pesos.
Una de las cinco líneas de la yunicidad para restablecer el equilibrio administrativo, económico y financiero es un drástico ajuste al gasto corriente sin afectar programas sociales.
Ni modo, las barbies, ladies y reinis aceptan el reajuste, o de lo contrario, a tocar puerta en otro lado.
Las vacas gordas ya se fueron y el jefe máximo anda huyendo desde hace 136 días y como ha dicho la Procuraduría General de la República, PGR (columna Bajo Reserva, El Universal), como sus cuentas bancarias están congeladas pronto quedará sin dinero y lo capturarán.
Ajá.
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Con la llamada “Operación licuadora”, con los gastos excesivos y excedidos, con el desvío de recursos, con la complicidad del ORFIS, la Comisión de Vigilancia del Congreso, la Contraloría y SEFIPLAN, el barco sexenal del duartazgo descarriló por completo.
Ahora sólo resta “la absoluta honestidad en el manejo de los recursos públicos, reestructurar la deuda (que tanta polémica ha generado) revisar los pasivos de corto plazo y recuperar los bienes sustraídos”.
Lo malo es que las secretarias ejecutivas quedaron mal acostumbradas con los sueldos fantasmagóricos y las oficinas del gabinete legal podrían, digamos, quedar sin espectáculo tan generoso.
A menos, claro, apliquen el caso del IPE, donde un montón de personal fue despedido para contratarlas, en tanto otras burócratas “de buen ver” fueron ascendidas.
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Había, entonces, barbies que además de las prebendas económicas, fueron premiadas con cargos públicos.
Incluso, con varios puestos públicos en el transcurso del sexenio, desde cargos de confianza en el gabinete hasta cargos de elección popular y en los que, por cierto, varias ladies fracasaron en el intento y fueron derrotadas en las urnas.
Las otras reinis eran discretas, condenadas a un bajo perfil, pero a quienes de cualquier forma el destino adverso ya alcanzó.
Y es que de igual manera como está sucediendo con la mayor parte de los burócratas, nunca pensaron, por un lado, que el PRI y su candidato a gobernador serían derrotados, y por el otro, siguen creyendo que el tricolor recuperará el trono imperial y faraónico el año entrante y de nuevo regresarán las prebendas.
Es más, según las versiones, y por eso mismo, en las secretarías hay una especie de bloqueo tanto en los directivos que todavía siguen y en parte de la burocracia que se resiste.
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Con todo, algunas barbies quedaron ultra contra súper protegidas en sus derechos sindicales y ningún poder político azul puede tumbarles los 25 mil pesos de sueldo mensual asignados en el duartazgo.
Se protegieron muy bien.
Y por más que la yunicidad ha buscado una salida están bloqueados…digamos, por ahora.
Así, estarían pensando en un reacomodo de las funciones para que en verdad desquiten el salario percibido.